Análisis YIIK: A Post-Modern, un peculiar juego de rol indie (Switch, PC, PS4)
A veces se echa en falta un poco más de variedad en la temática del rol, que suele abusar de las fantasías de J.R.R. Tolkien, una serie de tópicos de ciencia ficción o folclore nipón. Por supuesto hay excepciones a la regla, y ahora se lanza YIIK: A Postmodern RPG, un RPG independiente que se ambienta en la actualidad –o casi, 1999-, con un protagonista aparentemente corriente y una vida de lo más aburrida.
Pero no hay que dejarse engañar por las apariencias, el proyecto de Ackk Studios combina, como hace la saga Persona de Atlus, misterios y leyendas urbanas. Pronto nuestra anodina rutina de estudiante se cruzará con un gato, y tras perseguirlo, llegaremos a un lugar extraño digno de David Lynch.
Esto nos lleva a conocer a una extraña chica que se desvanece poco después en un fenómeno extraño. El vídeo de su desaparición se convertirá en uno de esos clips perturbadores que circulan por internet y así comienza nuestra búsqueda de la joven, explorando pequeños pueblos, sus alrededores, y sumando nuevos amigos en nuestra causa.
En el fondo YIIK no deja de ser un RPG clásico, pero toca lo justo para que la impresión sea más original de lo que realmente es. Tenemos la citada trama en parte realista, con unos personajes de aspecto genérico y hipster, un lenguaje moderno –en inglés, no llega traducido- y la sustitución de los objetos mágicos típicos del rol, como las pociones, por bocadillos y demás.
Si bien la historia tampoco es nada extraordinario, sus protagonistas hacen el desarrollo más entretenido. Hay guiños a la cultura popular, se mencionan videojuegos, hay preocupaciones de adolescentes y los compañeros tienen unos estereotipos no demasiado molestos. Lo único que choca en ocasiones son los momentos de seriedad cuando la situación es directamente inverosímil, y que cuando pretende introducir humor no siempre da con la tecla.
La parte rolera incluye la habitual personalización de los personajes con objetos que conseguimos o compramos, la subida de niveles y la selección de los parámetros que deseamos mejorar. En la exploración de la ciudad se nos pedirá visitar un lugar, hablar con un personaje o indagar con preguntas a la población; una pista en el menú principal nos recordará siempre nuestro siguiente objetivo. Suele ser recomendable inspeccionar cofres o mobiliario, porque podrás encontrar objetos y dinero extra.
En las áreas de combate –con enemigos visibles- también contaremos con la ayuda de unos personajes secundarios, unas "herramientas" que sirven para resolver puzles del entorno gracias a sus habilidades. Esto nos puede recordar a los poderes de los últimos South Park para interactuar con el escenario; en YIIK invocamos a un panda que hace presión en paneles, nos protege de enemigos que van directos hacia nosotros o cubre agujeros para que pasemos por encima. Un gato, por ejemplo, sirve de proyectil y puede activar palancas lejanas. No es que el diseño de estos retos sea brillante, pero al menos nos harán pensar un poco.
Y por supuesto tenemos el combate, que da un pequeño giro a la fórmula del RPG por turnos y comandos. En el momento de atacar o usar ciertas habilidades cada personaje tiene su minijuego –inspirado en el arma que utiliza- que requiere alguna acción para multiplicar el número de impactos. Incluso durante la defensa tenemos la opción de reducir el daño o esquivar el impacto si pulsamos en el momento justo.
El protagonista, Alex, lanza un disco de vinilo, y para aumentar los golpes será necesario golpear con la aguja en puntos concretos del disco –recuerda a Shadow Hearts-, mientras que en otros casos se tira de la palanca como si fuera un tirachinas o aparece un evento QTE tipo karaoke. ¿No quieres fallar en un minijuego clave? Gasta una barra que ralentiza el tiempo para reducir los errores, algo especialmente útil con Alex.
Ackk Studios consigue de esta manera que los combates sean sencillos; no aspiran a dar la profundidad de los mejores RPG pero nos mantienen en tensión durante toda la partida, a diferencia de otras opciones más pasivas donde únicamente seleccionamos comandos y asistimos a la animación. Sin embargo no es todo positivo, porque a lo largo de casi 30 horas la ausencia de estrategia real se hace muy visible, y acabaremos un poco cansados de una mecánica tan plana. Además, la duración de muchos combates "normales" está por encima de la media del género, así que si bien no luchamos cada cuatro pasos, tampoco se despachan en un minuto.
Los gráficos de YIIK tienen su encanto. La estética imita a la era poligonal de 32/64 bits, con cel-shading personajes de aristas visibles y escenarios básicos. Aunque el movimiento es fluido, las animaciones funcionan a menos frames para dar un aspecto de stop motion o película animada –un truco visto en Spider-Man: Un nuevo universo o juegos como Dragon Ball FighterZ y Tearaway, entre otros-. Sin llegar a sorprender, en movimiento os podemos decir que da mejor sensación que en capturas.
Lugares como las ciudades lucen muy bien, aunque hay muy poca sensación de vida y la población se encuentra estática. Es un poco irregular –no todas las zonas o áreas de combate están inspiradas- y es una pena porque con algo más de presupuesto o tiempo destacaría visualmente más de lo que hace, aunque en todo momento resulta agradable. Incluso las pantallas de diálogos con ilustraciones son muy expresivas.
Para la banda sonora se ha contado con un grupo de compositores conocidos: Toby Fox (UnderTale), Hiroki Kikuta (Secret of Mana) y Garoad (VA-11 Hall-A). ¿Está a la altura del historial de estos artistas? Pues sin ser una música deslumbrante, encontraremos temas pegadizos y muy eclécticos, que van desde ritmos cañeros a otros tranquilos –e incluso canciones-. Se adaptan a ese mundo de finales de los 90 que nos cuenta la historia, cuando los videojuegos ofrecían un sonido electrónico más elaborado que el chiptune de los 8 bits, pero por lo general todavía no era música orquestal.
Conclusiones
YIIK: A Postmodern RPG es más que la suma de sus partes. No es una historia memorable, no encontraremos puzles geniales ni los combates van a sorprender a los jugones del rol, pero en el fondo es una aventura entretenida y con personalidad que en ningún momento busca ser rompedor, sino dar una vuelta de tuerca a las ideas de toda la vida.
Funciona mejor como un RPG ligero que como una propuesta seria de competir contra los grandes del JRPG, género que en los últimos años nos está dando muchas alegrías y por supuesto ofrece alternativas superiores a YIIK. Eso no impide que enganche a quienes busquen rol modesto, con sus aciertos y errores, alejado de la contaminación de las superproducciones.
Hemos realizado este análisis con un código de descarga de la versión PS4 que nos ha proporcionado Ysbyrd Games.