Análisis Resident Evil 5, cruzando la delgada línea del miedo (Switch)
Silent Hill y Resident Evil han ido, en cierto modo, siempre de la mano para mostrarnos las dos principales caras del survival horror: la del terror psicológico y la de la tensión y los sustos. Es curioso como después de sus cuartas entregas ambas buscaron dejar atrás esos ambientes opresores para crear miedo a pleno sol. En el caso de Silent Hill 5, nunca sabremos cómo habría funcionado la idea, ya que el proyecto original del Team Silent fue descartado en favor de Silent Hill: Homecoming. En el caso de Resident Evil 5... bueno, lo sabemos tan bien que lo tenemos frente a nosotros una vez más. Ahora, el clásico de Capcom llega a la híbrida de Nintendo, sin muchas novedades pero con toda su diversión.
Bajo el sol que más calienta
Resident Evil 5 es una aventura de acción en tercera persona con toques de survival horror que, como su predecesor, ofrece un notable componente de acción. Más allá de la nueva cámara sobre el hombro, la sexta entrega principal de la saga llevaba un paso más allá la importancia del combate, a la vez que apostaba por un tipo diferente de terror: el sentirnos rodeados y en constante desventaja, una idea con la que ya coqueteaba en varios momentos Resident Evil 4. Por supuesto, el otro pilar indiscutible de la aventura es el cooperativo, idea con la que también había jugado la saga en el pasado, pero que ahora cobraba todo el protagonismo. Sí, seguía -y sigue- siendo perfectamente disfrutable en solitario, pero la experiencia gana enteros cuando la compartimos con alguien, sobre todo porque la inteligencia artificial no es particularmente brillante.
Hoy, más de diez años después de su lanzamiento original, es más fácil ver las cosas en perspectiva. Cuando enciendes la consola para jugar a este título la enciendes sabiendo a lo que te enfrentas, y eso hace que, en nuestra opinión, sea más disfrutable.
Sabes el tipo de juego que es, y cómo, en una época en la que los juegos de disparo dominaban la industria, desnivelaba la balanza en favor de la acción, perdiendo ese equilibrio que sí creemos que consiguió Resident Evil 4. El diseño de escenarios fomenta, en general, el correr y aprovechar el entorno para derrotar a los enemigos con explosiones o trampas, y aunque se mantiene la necesidad de apuntar con precisión, el resultado es más frenético.
Ahora, queremos dejar claro que nos lo pasamos increíblemente bien jugándolo. Sí, en 2019 se le notan las costuras, pero es un juego que sigue divirtiendo muchísimo como aventura de acción. Como Resident Evil te puede parecer mejor o peor, pero a nosotros nos sigue divirtiendo como el primer día. Ya decimos que el cooperativo a través de internet es la mejor manera de disfrutarlo -ahora explicamos por qué el cooperativo a pantalla partida no lo es-, pero incluso jugando en solitario se nos han pasado las horas volando. Por supuesto, poder disfrutar de Resident Evil 5 en una consola portátil también es algo que agradecemos.
Como os imagináis, es una de esas «versiones definitivas» que incluyen modos de juegos adicionales y contenido descargable disponible para el título original. En este caso, tenemos las expansiones «Perdido en un mar de pesadillas» y «Evasión a la desesperada», el modo «Versus» y el modo «Sin piedad», así como un modo especial para estas remasterizaciones, «Mercenarios unidos», que amplía el modo «Mercenarios» original. De igual modo, se incluyen trajes y otros desbloqueables, y en general, ofrece una notable cantidad de opciones para seguir disfrutando del juego una vez terminada la aventura principal. También se ha introducido la opción de apuntar usando el giroscopio, aunque no se puede invertir el eje Y de manera independiente al stick, por lo que si jugáis con este eje invertido el giroscopio puede acabar volviéndoos locos. Por suerte, es opcional.
Con margen para la optimización
Lo primero que queremos dejar claro es que Resident Evil 5 se ve muy bien y se puede jugar sin problemas en Switch. Hacemos especial hincapié en esto porque vamos a criticar muchas cosas; aspectos mejorables que podrían haber hecho de ésta una adaptación mucho mejor, pero no queremos que nadie piense que se trata de una versión mala, porque no es el caso. En cuanto empezamos a jugar sorprende la calidad de la imagen, muy, muy nítida incluso en una pantalla 4K, a pensar de funcionar a 1080p (720p en portátil). Todo se mueve bastante bien, el control parece responder a la perfección y, en general, se nos ocurren pocas quejas. Según empiezan a pasar los minutos vemos por dónde falla.
Si eres sensible a estas cosas -hay gente que ni lo nota- es la tasa de imágenes por segundo tan inestable que tiene. El juego no tiene un framerate bloqueado, por lo que cuando estamos en zonas cerradas con poca carga poligonal puede ponerse a 40-50, y cuando estamos en exteriores mantenerse a unos treinta y algo. Además, en las escenas de acción con gran cantidad de enemigos baja ligeramente de los 30, algo que no es particularmente grave, pero que se acentúa por tener una tasa de imágenes por segundo desbloqueada. De haber apostado por un framerate bloqueado a 30 imágenes, estas caídas se harían menos perceptibles. A esto también habría ayudado el desenfoque de movimiento, algo presente en casi todas las versiones del juego hasta ahora, y que le daba un acabado que nos encantaba.
El rendimiento sufre particularmente en el modo a pantalla partida en modo portátil, y, aunque es jugable, no es una experiencia ideal. En cierto modo, es sorprendente ver cómo una consola como Switch de las apaña para permitirnos disfrutar de esta experiencia en cualquier parte, y como no podemos movernos y apuntar a la vez, el esquema de control se adapta bastante bien a los Joy-Con individuales. No es ideal, pero funciona, y siempre podemos conectar más mandos si lo necesitamos. Por último, y como nota, hemos notado unos extraños cortes en el audio. Son muy, muy puntuales, y no sabemos si puede ser por un problema nuestro, pero hemos estado jugando a otros títulos en nuestra Switch con el mismo equipo de sonido sin ningún problema.
El adiós al miedo, ahora en Switch
Independientemente de lo que nos guste o no Resident Evil 5, el éxito de su propuesta (la versión original era el juego más vendido de Capcom hasta la llegada del nuevo Monster Hunter) hizo que Capcom abrazara la acción y se olvidara del terror. Es una entrega que ya deja de lado el survival horror, pero que todavía se las apaña para mantener algo de lo que hizo de Resident Evil 4 un juego inolvidable. Es una pena que Capcom no haya hecho un mayor esfuerzo para ofrecer una adaptación más redonda en lo técnico (se podría mejorar fácilmente con un parche), pero nosotros nos lo seguimos pasando en grande con este aventura, y si vas a por ella sabiendo lo que te espera, creemos que se puede disfrutar mucho.
Hemos realizado este análisis en Switch con un código de descarga proporcionado por Koch Media.