Análisis Pokémon Diamante Brillante / Perla Reluciente: Un remake ágil y accesible con falta de ambición (Switch)
Pokémon Diamante y Perla se lanzaron en Nintendo DS hace quince años. La cuarta generación de la saga se puede considerar como una de las más revolucionarias: introdujo el juego online, estrenó los gráficos en 3D e hizo más hincapié en la mitología de la serie. Los esperados remakes, Pokémon Diamante Brillante / Perla Reluciente, llegan a Nintendo Switch el 19 de noviembre ofreciendo lo opuesto a una revolución. Los juegos desarrollados por ILCA con la codirección de Junichi Masuda de Game Freak replican casi paso por paso las entregas originales con un bonito lavado de cara. Volver a Sinnoh no sorprende, pero supone una experiencia nostálgica para los veteranos y un punto de entrada accesible para los neófitos.
Videoanálisis y nota de voz
A continuación podéis ver el análisis en vídeo, en el que os contamos qué nos ha parecido y podéis ver cómo luce este nuevo juego de Switch:
También podéis escuchar la nota de voz, un breve audio en el que analizamos el juego:
Una entrega tradicional más ágil que nunca
La aventura propuesta es, en su base, la misma que llevamos viviendo 25 años. Nuestro objetivo como entrenadores es recorrer la región de Sinnoh para completar la Pokédex y llegar al Hall de la Fama tras derrotar a los ocho líderes de gimnasio de la región y vencer al Alto Mando de la Liga Pokémon. Por el camino pondremos fin a los planes malvados de los villanos del Equipo Galaxia y conoceremos la misteriosa mitología que rodea a esta región. Son unas leyendas trascendentales para el universo Pokémon y que sin duda está bien conocer antes del lanzamiento del esperado Leyendas Pokémon Arceus el próximo enero.
Como siempre, la sencilla trama es una excusa para hacernos recorrer Sinnoh, una de las mejores regiones de la serie por la diversidad de su orografía. Las rutas intrincadas con caminos alternativos que nos llevan a secretos o ítems, las cuevas en las que nos perderemos alguna que otra vez y los sencillos rompecabezas de los gimnasios suponen un soplo de aire fresco tras la linealidad de Pokémon Espada y Escudo.
Durante el viaje atraparemos a muchísimos Pokémon salvajes de la región. Aquí vuelven los combates aleatorios, lo que nos parece un paso atrás respecto a la octava generación. Si querían mantener esa mecánica, al menos habría estado bien que disminuyeran la cadencia de los encuentros: es muy frustrante combatir contra un Pokémon salvaje y que en cuanto movemos el stick aparezca otro.
Nos ha sorprendido también la cadencia de combates contra entrenadores, un alto porcentaje de ellos combates dobles. En comparación con las entregas de Nintendo 3DS y sobre todo las estrenadas en Switch, aquí los enfrentamientos en las rutas, las cuevas y otros lugares se suceden sin cesar hasta que llegamos al próximo pueblo o ciudad. A veces se percibe como algo que ralentiza la exploración y la progresión. Aunque no es algo negativo per se, las sensaciones serían mejores si no hubiera tantos combates intrascendentes. La broma del entrenador con seis Magikarp ya cansa y aquí se repite en exceso.
Aun así, la experiencia es fluida gracias a los pequeños cambios que se han hecho para agilizar la partida. La lentitud de los juegos de Nintendo DS se ha corregido acelerando las barras de vida en los combates, haciendo que las transiciones al entrar en los enfrentamientos sean muy rápidas e implementando menús modernos que funcionan a la perfección. Además, se han implementado varios cambios que ahondan en esa agilidad. Hay un autoguardado que no obstaculiza el reinicio del programa al intentar atrapar a un Pokémon legendario. Las MT se siguen gastando, pero te suelen dar un puñado de ellas. Se puede acceder al PC en cualquier momento desde la bolsa. El mapa señala los siguientes pasos a seguir y nos informa de dónde hemos plantado bayas y en qué árboles hemos puesto miel. Y lo más importante: los movimientos ocultos como surf y fuerza se realizan desde el Poké Reloj con la ayuda de Pokémon salvajes.
A todo ello hay que sumar dos cambios que afectan fundamentalmente al desarrollo de la aventura, y no de manera positiva. A estos remakes van a llegar principalmente dos tipos de jugadores. Por un lado, los que vuelvan a Sinnoh por una nostalgia que sin duda encontrarán en cada pueblo, ciudad, ruta y enfrentamiento. Por otro lado, habrá muchos otros para los que este Pokémon sea su primer JRPG. Aquí no hay Dinamax, ni Megaevoluciones, ni Incursiones, ni otros sistemas más complejos que puedan aturullar a los neófitos de cualquier edad. Diamante Brillante y Perla Reluciente son tan simples y accesibles como los originales, pero muchísimo más fáciles.
Los juegos de DS no eran particularmente difíciles, pero quienes los jugaran recordarán algunos enfrentamientos que exigían cierto dominio del sistema de combate. Aquí, cualquiera que conozca la tabla de tipos se encontrará con que no hay reto alguno. Esto se debe a dos motivos. El más crucial es que tras cada combate se reparte experiencia a todos los Pokémon del equipo. No se puede desactivar, lo que provoca que estemos habitualmente una decena de niveles por encima de las criaturas a las que nos enfrentamos. También afecta, sobre todo en las etapas finales de la aventura y en el contenido de final de juego, la influencia de la amistad de los Pokémon con el entrenador en el combate. Esa mecánica ya estaba en las últimas entregas, pero aquí tiene mucha más presencia. Por lo tanto, es habitual que los Pokémon que llevan mucho tiempo en nuestro equipo eviten ataques enemigos, realicen golpes críticos constantes y sobrevivan a ataques devastadores.
La ausencia de reto no nos ha impedido disfrutar de la aventura, pero sí que ha hecho que esos grandes combates que recordábamos con nostalgia nos parezcan un tanto aguados. Además, hay que dejar claro que el contenido de los remakes, salvo por la presencia de algunas especies de Pokémon, es el mismo que el de los Diamante y Perla originales. La decisión de no incluir las novedades introducidas en la edición mejorada, Platino, nos parece incomprensible.
Eso no quita que estos juegos estén cargados de contenido. La aventura principal es larga, el reto de completar la Pokédex os llevará docenas de horas, hay varias mecánicas para la rejugabilidad, y las Galas Superconcurso (ahora más ágiles, divertidas y con modo online) añaden una experiencia distinta a la jugabilidad tradicional de Pokémon. Además, están las funciones en línea para combatir e intercambiar con amigos y desconocidos que añadirán muchas horas y ese reto que buscan algunos jugadores. Sin embargo, la Sala Unión, donde caben más entrenadores que en los juegos originales, y otras opciones online no estaban activas en el momento de realizar este análisis. Y por supuesto, hay que tener en cuenta el endgame.
Un mundo subterráneo
La región de Sinnoh se eleva sobre unos túneles que recorren todo el mapa. Los podemos explorar en solitario o conectados con otros jugadores en local y en línea. En este mundo subterráneo podemos construir una base secreta que decorar a nuestro gusto; minar los muros para conseguir gemas que intercambiar por diversos ítems, piedras evolutivas, fósiles y otros objetos; y acceder a las nuevas Guaridas Pokémon, ecosistemas como volcanes, desiertos y lagos entre otros por donde deambulan Pokémon (aquí no hay encuentros aleatorios, lo que denota que la presencia de los mismos en la superficie es una decisión de diseño y no una limitación técnica), algunos de los cuáles no aparecen en la superficie.
El bucle jugable que se crea da para horas y horas, si bien se percibe como un grindeo que puede resultar pesado a algunos jugadores. Al minar podemos conseguir estatuas de Pokémon con las que decorar la base. El tipo de estatuas y su colocación influyen en las criaturas que aparecen en las Guaridas Pokémon. Por lo tanto, habrá que ir desbloqueando estatuas y trasteando con su ubicación para hacernos con todos.
Dentro de ese loop se inserta otra novedad para el contenido de final del juego, por lo demás exactamente el mismo que en los juegos originales. Hablamos del Parque Hansa, que además sirve como sustituto del Parque Compi de los títulos de Nintendo DS. Se trata de un lugar que se desbloquea tras entrar en el Hall de la Fama y donde podemos conseguir Pokémon legendarios de anteriores generaciones. De nuevo, es un añadido que juega con la nostalgia y con el misterio y la mitología inherentes a Sinnoh. Pero el avance por este contenido está bloqueado con un grindeo que nos ha parecido algo desesperante.
Está chiquito
Diamante Brillante y Perla Reluciente recrean en alta definición y con efectos visuales modernos las entregas originales, conservando el estilo cabezón en el mundo y sus personajes y adaptando los sprites estilizados de los combates a modelados tridimensionales. Es algo similar a lo que Nintendo ha hecho con The Legend of Zelda: Link's Awakening y a lo que hará con Advance Wars 1+2: Re-Boot Camp.
El resultado es un juego en el que el primer adjetivo que se nos pasa por la cabeza al describir su apartado artístico es cuqui. Es un título precioso que obviamente no estruja el hardware que lo corre, pero que ofrece escenarios muy bonitos, personajes chibi muy detallados y batallas con entornos y efectos muy pintones. Luce especialmente bien en portátil, pues en modo televisor se pierde algo de nitidez. Además, podemos recorrer el mundo con cualquier Pokémon fuera de la Poké Ball cuyas animaciones están muy cuidadas, y en la Plaza Amistad podemos deleitarnos con hasta seis criaturas monas siguiéndonos.
Sin embargo, la decisión de adaptar de manera fidedigna el material original crea varias situaciones extrañas en un remake. La más evidente es que, cuando nos ponemos frente a la reconstrucción de una obra que ya hemos jugado, uno de los intereses principales es ir descubriendo cómo han recreado escenarios y situaciones. Eso aquí no está, ya que todo es igual con mejores gráficos: no hay una adaptación, sino un calco mejorado. Además, en los detalles es un paso atrás respecto a Espada y Escudo e incluso ante algunas entregas de Nintendo 3DS. Sobre todo en los juegos de octava generación nos encontrábamos hogares e interiores de edificios repletos de detalles, escenarios que se sentían vivos. Aquí la decoración es tan plana e inerte como en los juegos originales.
Los pequeños fallos no ayudan a enamorarnos de lo que vemos en la pantalla. Nuestro personaje se mueve en ocho direcciones, pero la arquitectura de los escenarios está diseñada para moverse en cuatro, por lo que se crean colisiones frustrantes; además, queda extraño que en las escenas en las que otros personajes se mueven se desplacen en cuatro direcciones, como si se estuvieran moviendo por una cuadrícula. El mundo no está diseñado para que los Pokémon nos persigan, de modo que a veces se quedan atascados en esquinas o bloqueados en un puente. De hecho, en el modelado de las propias criaturas en los combates se ven diferencias: en general todos tienen suficientes detalles y animaciones cumplidoras, pero algunas especies o no tienen animación o les falta mimo.
De lo que no tenemos queja alguna es de la remasterización de la banda sonora. La revisión de los temas, sobre todo aquellos que se reproducen en los momentos más épicos de la aventura, es fantástica. La traducción al español es también genial y habíamos olvidado algunos comentarios de ciertos entrenadores que nos han hecho soltar alguna risa.
Conclusiones
Nos lo hemos pasado genial volviendo a recorrer Sinnoh, empapándonos de la mitología y los misterios de una de las regiones más interesantes de la saga, explorando rutas y cuevas cuya complejidad resulta un soplo de aire fresco ante la linealidad de los últimos juegos. Su endgame, que más allá del contenido de los juegos originales se centra en las renovadas Grutas del Subsuelo y en el nostálgico Parque Hansa, nos agarrará durante muchas horas en una experiencia que ya de por sí ofrece muchos y variados contenidos.
El cómo han agilizado el juego con algunos cambios muy bienvenidos tienen parte de la culpa de que hayamos disfrutado tanto con este Pokémon Diamante Brillante / Perla Reluciente, pero también es cierto que la inclusión de algunos sistemas modernos han barrido todo rastro de dificultad, y nos parece una mala decisión que hayan omitido el contenido exclusivo de Pokémon Platino.
Para los jugadores más inexpertos, ya sea por edad o porque no están habituados a los JRPG, este Pokémon es una opción tan buena para adentrarse en el género como lo fue el Pokémon: Let's Go, Pikachu! / Let's Go, Eevee! de hace unos años, ya que prescinde de las complejidades de Espada y Escudo. Para los fans que no jugaran a los juegos de Nintendo DS es la mejor forma de disfrutar de esos títulos, y no vendrá mal conocer al Equipo Galaxia y la mitología de la región antes del lanzamiento de Leyendas Pokémon Arceus.
Sin embargo, al echar un vistazo al pasado, nos queda una sensación más amarga de lo que nos gustaría. Los remakes de Pokémon nunca habían sido un paso atrás. Siempre se han adaptado, o incluso evolucionado, al estilo visual vigente en la serie en ese momento. Siempre han incorporado novedades de peso a la aventura original. Algunos hasta añadieron innovaciones jugables y tecnológicas. Rojo Fuego / Verde Hoja, Heartgold / Soulsilver y Rubí Omega / Zafiro Alfa, a pesar de versionar contenido pasado, eran pasos adelante para la saga. Diamante Brillante / Perla Reluciente es un paso lateral y una oportunidad desaprovechada para traer de vuelta por todo lo alto una de las generaciones más queridas.
Hemos realizado este análisis gracias a un código facilitado por Nintendo España.