Análisis OkunoKA Madness, un plataformas muy desafiante y adictivo (Switch, Xbox One, PC, PS4)
Una semana más nos han llegado nuevos títulos basados en el clásico género de las plataformas, uno de los más populares en los últimos tiempos. Y uno de los más destacados en aparecer es OkunoKA Madness, que viene a ser una especie de "expansión" del OkunoKA original, un título que apareció hace ya un tiempo en la consola de Nintendo en exclusiva… si bien pasó bastante desapercibido para la inmensa mayoría de sus usuarios. Debido a esta fría recepción suponemos que los desarrolladores de Caracal Games han querido insuflar nuevos aires a su producción para tratar de darla una segunda oportunidad. Y por eso mismo han querido expandir sus miras, dado que si bien esta edición sigue estando disponible para Switch, también se estrena en el resto de formatos domésticos con una versión mejorada.
El protagonista de esta historia es un ser difícilmente catalogable (pero, en cualquier caso, muy entrañable) llamado KA. Un pequeño animalillo azul que debe salvar el mundo en el que vive de la amenaza que supone su enemigo más letal, el curioso (y bastante feo) Os. Una trama que, sinceramente, apenas tiene trascendencia a lo largo del título dado que todo lo que ofrece esta obra se basa en sus posibilidades jugables.
Una materia que a pesar de su simpleza y como vamos a explicaros ahora mismo, en líneas generales resulta realmente llamativa y se nota que ha sido muy pulida por sus creadores, dando forma a un juego que merece mucho la pena… pero que está destinado a un grupo muy concreto de jugadores.
Warning: plataformas sólo para expertos
Seguro que a algunos de vosotros las palabras Super Meat Boy os suenan a música celestial, ¿o no es así? Nosotros también somos grandes seguidores de esta obra maestra del género, juego que ha servido de inspiración clarísima para los creadores de esta producción (al igual que ya sucedió con el original OkunoKA). Por lo tanto, estamos ante un arcade de plataformas de jugabilidad 2D que acapara unos conceptos muy simples. Sin embargo, esta sencillez no se traduce precisamente en un nivel de reto liviano, sino más bien lo contrario: se trata de una de las aventuras plataformeras más desafiantes y exigentes de cuantas han aparecido en lo que va del presente año.
El planteamiento general que tiene lugar en cada nivel es de lo más simple. Debemos tratar de alcanzar la salida del mismo (que viene a ser una especie de bichejo que se traga el protagonista) de la manera más rápida posible, tratando de hacernos con los coleccionables que se encuentren en los escenarios y, por supuesto, sin que nos maten. Porque si esto sucede, nos toca reiniciar el nivel, si bien es verdad que el tamaño de los mismos es muy reducido. Pero claro, ya os avisamos que la muerte nos espera en cada una de las fases salvo en rarísimas ocasiones que logramos superarlas a la primera. Y es que ya en los primeros compases del juego se deja notar un nivel de dificultad muy exigente, por lo que si os decimos que pasar de los 20 o 30 primeros tiene su mérito, imaginad lo que nos espera en los últimos, existiendo más de 100… incluyendo los que se engloban en el nuevo mundo que se ha creado para esta entrega, Madness, el cual queda reflejado como modalidad independiente al modo Historia (y Contrarreloj, que también tiene cabida).
Para tratar de superar cada nivel contamos con diversas aptitudes para el protagonista, pudiendo realizar las acciones comunes en este tipo de propuestas como correr o saltar por las paredes, a las que se suman unas más especiales. En los fondos podemos encontrar diversos objetos o estructuras compuestos por hielo, fuego o electricidad que podemos activar o no a voluntad. Como ya sospecharéis, en muchas de las fases debemos jugar con dicha capacidad del protagonista para usar objetos como escudos, paredes en las que podemos apoyarnos para saltar y demás, reforzando considerablemente la jugabilidad. Y a esto se añaden otras capacidades que van atesorando algunos de los nuevos personajes que es posible ir desbloqueando, aportando más interés si cabe a las partidas, dado que unos son más recomendables que otros en función del diseño que presenta cada nivel.
Justamente, el diseño de los escenarios nos ha parecido muy bueno. Es cierto que los hay demasiado enrevesados para nuestro gusto, pero en general alcanzan una brillantez muy a tener en consideración. En cuestiones técnicas, tal y como podéis observar estamos ante un juego muy sencillo a todos los niveles pero, por fortuna, goza de un formidable colorido, personajes que han sido dotados de mucha gracia y unas animaciones muy notables. Un acabado visual meritorio que se ve reforzado por una banda sonora bastante amena que nunca se hace repetitiva (algo que a veces sucede en esta clase de títulos) y efectos de sonido un tanto escasos pero bien recreados.
Saltos en 2D muy desafiantes
Lo que nos ofrece este nuevo arcade de plataformas clásico sigue muy de cerca lo que hace muchos años estableció el sobresaliente Super Meat Boy. De esta forma nos esperan una buena suma de niveles muy cortitos pero tremendamente exigentes, siendo una de esas producciones destinadas casi exclusivamente a los jugadores más hardcore y expertos (por no decir también pacientes). El control de los personajes no puede ser más sencillo y preciso, el diseño de muchos niveles es extraordinario y artísticamente es una obra que ha sido bien resuelta dentro de su simplicidad. Un título poco original pero que exprime muy bien sus principales atractivos.
Hemos realizado este análisis en su versión de Nintendo Switch con un código de descarga proporcionado por Cosmocover.