Análisis Dragon Ball Z: Kakarot, el RPG de Goku se adapta a la híbrida de Nintendo (Switch)

Dragon Ball es un clásico incombustible y en los últimos años ha recuperado gran parte de la popularidad que disfrutó en los 90. Dragon Ball Super y el lanzamiento de algunos de los mejores juegos que ha visto la licencia –Dragon Ball FighterZ y Dragon Ball Z: Kakarot- son razones de peso para reengancharse a las aventuras de Goku y compañía, o descubrir este universo de Akira Toriyama por primera vez si no lo habías hecho antes. Y si eres usuario de Nintendo Switch estás de enhorabuena: además del juego de lucha de Arc System Works ahora podrás recordar la historia de Dragon Ball Z con la versión de Dragon Ball Z: Kakarot, que por fin se adapta a la híbrida de Nintendo con una conversión razonablemente buena del juego que llegó a otras plataformas a principios de 2020.

¡Luz, fuego, destrucción!

Juegos de Dragon Ball hay muchos, pero es cierto que la mayoría –y sobre todo los buenos- se han centrado únicamente en el género de la lucha. Desde los geniales títulos para Super Nintendo a su salto en las 3D con la serie Budokai o los Xenoverse casi todas las desarrolladoras han elegido adaptar las emocionantes batallas del manga y el anime, que son una parte fundamental de la obra de Toriyama pero no todo.

De hecho uno de los secretos del encanto de los primeros arcos –la búsqueda de las bolas de dragón, la saga Red Ribbon Army, rey Piccolo…- estaba en la sensación de aventura y exploración de un mundo mágico lleno de personajes entrañables y enemigos temibles. Este es un aspecto que los juegos versus han obviado por completo durante décadas, estando dirigidos más para el fan incondicional que conoce de sobra la relación entre personajes que para el jugador que desea revivir las aventuras de Goku en su contexto. Kakarot de Cyberconnect2 es justo el juego que muchos seguidores estaban esperando.

Como os contamos en su análisis original –y os recomendamos leer para más información-, Kakarot no es un juego redondo pero es lo más cerca que ha estado la saga en los tiempos recientes de darnos el RPG que muchos habíamos imaginado con la publicación de Shōnen Jump: un homenaje nostálgico que nos recuerda la cruenta batalla contra Vegeta, las sagas Namek, los Androides, Buu y más allá con su contenido descargable –Dragon Ball Z: Kakarot + El despertar de un nuevo poder incluye los dos episodios El despertar de un nuevo poder-.

Así pues, la versión de Nintendo Switch vuelve a ofrecer un ARPG que comienza con Dragon Ball Z, justo cuando Raditz aterriza en la Tierra para buscar a su hermano –Goku- y continuar la conquista de planetas. Pero claro, nuestro héroe acaba de formar una familia y tanto él como sus aliados plantarán cara al guerrero; una historia contada con más pausa que otros videojuegos, al estilo rolero: con exploración, misiones opcionales, combates míticos y escenas cotidianas pocas veces vistas en juegos de Dragon Ball. Kakarot cuenta la historia original casi al pie de la letra, como hemos visto en múltiples ocasiones, pero la manera en que lo hace resulta fresca y respetuosa con el material.

El ritmo esta vez lo pone el jugador, porque tenemos un mundo para explorar libremente sobrevolando los terrenos conocidos con recursos, aprendizaje de nuevas técnicas, ingredientes, un minijuego de pesca, cocina, entrenamiento, caza, combates contra enemigos menores y la búsqueda de las Dragon Ball. Lógicamente el contenido desbloqueado va acorde con el progreso en la historia, que es la que dicta qué personajes o actividades podemos realizar en cada momento para no romper la coherencia.

En cuanto al gameplay, Cyberconnect2 se ha inspirado un poco en su experiencia con la saga Naruto Ultimate Ninja Storm pero adaptado a la libertad de movimientos en el aire de Dragon Ball. Eso sí, no se trata de un combate técnico y profundo como el de Budokai Tenkaichi 3 u otros versus 3D sino algo más estratégico y ajustado a un RPG. La clave es saber cuándo contraatacar, esquivar, lanzar Ki, recuperar energía o pasar al cuerpo a cuerpo, con toda la espectacularidad que podríamos esperar de un juego de Dragon Ball, incluyendo ataques especiales y técnicas de apoyo de los compañeros controlados por la inteligencia artificial. Podría ser más complejo y sobre todo contar con más variedad de enemigos, pero la parte rolera aporta varios sistemas de personalización con habilidades pasivas, potenciación de técnicas y un tablero de emblemas.

En definitiva, un Dragon Ball con más de 30 horas de juego en su historia principal, más el DLC y actividades tras el final con más misiones, jefes y retos. Kakarot no es la adaptación más frenética y pulida de la licencia, pero sí un auténtico regalo para los fans que buscan esa experiencia completa de Dragon Ball Z más allá de los puros enfrentamientos entre personajes.

La versión de Nintendo Switch

Una de las ventajas del estilo visual elegido por Cyberconnect2 –y el más lógico, inspirado en el anime- es que los recortes gráficos realizados en Nintendo Switch respecto a las otras consolas son bastante razonables. Baja la resolución, el detalle gráfico a ras de suelo es bajo, retoques en sombras, vegetación o texturas, pero hablamos de un enorme mapa en el que la mayoría del tiempo estos defectos pasan rápido a un segundo plano. La buena noticia es que el cel-shading queda estupendo en los personajes y el sacrificio es asumible. Se mantiene a 30 fps –igual que en PS4 y Xbox One-, un poco inestables en los momentos de más estrés pero nada grave que afecte a la jugabilidad: la prioridad debía ser una fluidez mínima y eso se ha conseguido.

El tiempo de espera respecto al lanzamiento original está compensado por los extras que trae el juego en Switch, como los niveles de dificultad –Kakarot pecaba de fácil si tenías experiencia en juegos de acción- y ahora puedes cambiar en cualquier momento entre fácil, normal y difícil. También hay nuevas submisiones donde jugamos como Vegetto y Gotenks fuera de sus historias, que es algo que llegará a otras plataformas más adelante, además del mencionado contenido de El despertar de un nuevo poder. Se mantiene la opción de audio en inglés o japonés –y por supuesto los textos en español-, así que la experiencia será casi la misma a otras versiones. Falta Dragon Ball Card Warrior, disponible próximamente, y el DLC Trunks, el guerrero de la esperanza.

Conclusiones

Los aspectos positivos y negativos de Dragon Ball Z: Kakarot + El despertar de un nuevo poder en Nintendo Switch son básicamente los mismos que os contamos el año pasado. El combate se puede hacer un poco repetitivo fuera de los jefes y escenas más épicas, y algunos elementos de rol pueden sentirse un poco forzados, pero es una ventura que esperábamos desde hace mucho tiempo: con el espíritu de Dragon Ball Z en toda su dimensión. Aunque los gráficos en la consola de Nintendo no estén tan pulidos como en otros sistemas aguanta bien las comparaciones y no sufre problemas en el rendimiento, además de traer contenido descargable que amplía aún más un enorme ARPG. No será el mejor juego de Dragon Ball, pero sí una visión diferente que encantará a los fans.

Hemos realizado este análisis con un código que nos ha proporcionado Bandai Namco.