Análisis de Final Fantasy IX (PS One, PS3, PC, Switch, Xbox One)

Final Fantasy es posiblemente la mayor saga de RPGs para consola, y tras tener sus tres primeras en NES, las tres siguientes en Super Nintendo y dos para Playstation que han vendido millones y millones de juegos en todo el mundo y que han contribuido al enorme éxito que ha tenido la Playstation, nos llega esta novena entrega de la saga y tercera y última para Playstation, Final Fantasy IX, un Final Fantasy que vuelve a los orígenes de la saga ubicando la historia en un ambiente medieval, con gran cantidad de detalles de las 3 excelentes entregas para Super Nintendo. Este nuevo Final Fantasy se desarrolla en un mundo muy diferente al de las últimas dos entregas, alejándonos de los ambientes futuristas volvemos al estilo clásico, a los orígenes de la serie. En un mundo de fantasía, ilusión, magia, bellos paisajes y ciudades medievales, combinando los universos mostrados en las 6 primeras entregas de la serie. Un ambiente nuevo, fresco, original, una mezcla de lo mejor de cada FF aparecido, sin duda el mejor de la saga... Un continente bipolar donde las naciones de Alexandria y Lindbulm conviven -en principio en armonía- en un mundo donde la “niebla” es la fuente de energía propia, responsable del movimiento de las naves voladoras pero con una extraña relación con la creación de los malvados magos negros. El argumento es sin duda la pieza más brillante de tan colosal obra, controlamos a Yitan, un valiente y despreocupado joven de 16 años, miembro del grupo de teatro Tantalus. Además de actor nuestro héroe es un hábil ladronzuelo y todo un Don Juan con las mujeres, como primera misión, siempre a órdenes de Bakú, nuestro corpulento jefe, planearemos el secuestro de la bella princesa Garnet -hija de la malvada reina Bahne, siempre bajo las órdenes, al principio indirectamente, de Cid, rey de LindBulm. En nuestra banda tendremos como aliados a los miembros del grupo de teatro Blank, Marcus, Cinna y Ruby. Con este secuestro nuestro grupo de amigos intentarán frenar los constantes ataques que la reina de Alexandria (Bahne) está llevando a cabo sobre la inocente población. Al poco de comenzar nuestra misión, el simpático Vivi se unirá a nuestro grupo, un curioso mago negro de 9 años de edad, un pobre chico que se encuentra solo en el mundo, inseguro de si mismo, confiado y algo cobarde se convertirá en un aliado de lujo gracias a su destructiva magia negra, útil para masacrar a los enemigos, con un misterioso pasado y graves problemas de identidad, el amigo Vivi buscará durante la odisea sus oscuros orígenes. La misteriosa princesa Garnet, se unirá “auto-secuestrada” a nuestro grupo, también con un pasado incierto, misteriosamente vinculado a los perdidos pueblos de invocadores (¿alguien recuerda el FF6 y los poblados de Espers?...). Yitan, nuestro héroe, se quedará prendado de los encantos de la princesa, fiel a su estilo directo y descarado llevarán una relación de tira y afloja durante la aventura. Steiner, el caballero de la reina, a sus 33 años de edad este fornido soldado dará su vida por proteger a la princesa, de cuidadas formas y malhumorado carácter nos sorprenderá su refinado vocabulario, su incondicional apoyo por la malvada Bahne, su obsesión por vigilar y salvaguardar a la princesa Garnet y el desprecio que tiene a Yitan y sus compañeros de teatro. Como personajes más secundarios tenemos a la incansable Quina, un extraño ser de infinito apetito; Amarant un ex-guardaespaldas resentido por su pasado que busca el sentido a su vida carente de valores; Eiko, una extraña chica del misterioso poblado Madain Sarin, con el poder de poder invocar a las criaturas mitológicas -que conocemos ya de otras entregas Ifrit; Shiva, Bahamout, Fénix...- al igual que Garnet. A la tierna edad de 9 años oculta un gran poder mágico heredado de sus legendarios antecesores; Freija, amiga del pasado de Yitan, orgullosa y de gran poder, siente la perdida de su desaparecido novio. Nuestra enemiga principal será la malvada Bahne, aunque a medida que avance la aventura nuestro verdadero enemigo será el todopoderoso Kuja, al principio un subordinado de la reina, que acabará por rebelarse y traicionar sus alianzas, cegado de poder y ansioso por conseguir el control del planeta, con el poder de invocar a las bestias, y la capacidad de “fabricar” magos negros. Este cruel y siniestro caballero -que por cierto nos recuerda bastante al gran Sefirot, el enemigo final de FF7- con su ansia de poder y destrucción sumirá el mundo en un clima de sumisión y terror. Una historia increíble, con sorpresas a todas horas que cambiarán por completo el desarrollo de la aventura, una adicción que solo los maestros creadores de la saga FF pueden crear, en definitiva una odisea interminable que se puede alargar a más de 60 horas. Los gráficos del juego son de lo mejor visto en Playstation, con un entorno como el de las dos entregas anteriores -personajes en 3D y fondos en 2D renderizados- pero con mucho más detalle y cantidad de objetos en pantalla, además de unas mayores animaciones en los personajes.

Ha vuelto el look super deformed olvidando los personajes de proporciones más reales de FF8, con esto se ha conseguido poder introducir más personajes a la vez en pantalla y sobretodo una mayor fluidez de movimientos de los personajes y una mejora en las animaciones.

Los escenarios siguen siendo geniales -probablemente los mejores de la PSX- pero ahora parecen todavía más coloristas, los FMV´s son todavía mejores que los de la octava entrega, son una verdadera obra de arte y han aumentado alcanzando casi la hora de duración.

En cuanto a los gráficos en las batallas, Square ha exprimido la potencia de Playstation al máximo como ha hecho durante estos años y los escenarios 3D de las batallas están reproducidos con fidelidad respecto a sus homónimos 2D renderizados, con un acabado muy bueno.

Las animaciones de los personajes y enemigos son muy buenas y numerosas, y tienen un montón de detalle. Los efectos de las magias están también muy conseguidos.

Si hay algo a lo que nos tiene muy bien, yo diría que demasiado bien acostumbrados Square es a la excelente música de sus Final Fantasy. Final Fantasy IX no iba a ser menos, y posee unas melodías de una gran calidad, destacando la canción cantada y buque insignia del juego "Melodies of Life", de Emiko Shiratori. En cuanto al resto de las melodías, tiene una gran calidad y algunas recuerdan a las de entregas anteriores, especialmente a las de 16bits. La melodía de las batallas empieza igual que en FF5 y tiene acordes que mezclan las canciones de las batallas de los tres títulos de Super Nintendo. Otro gran trabajo de Nobuo Uematsu. Final Fantasy IX sigue las directrices marcadas por toda la saga, aunque en esta nueva entrega hay ciertos cambios, el más visible la posibilidad de hasta 4 personajes en tu "compañía", pero hay otros muchos que influyen bastante en el desarrollo del juego.

El complicado y aburrido sistema de extraer magias se han eliminado y ha aparecido un sistema de magias donde éstas vienen enlazadas con las armas y armaduras; vuelven los P.M. (puntos de magia).

Desaparecen los desesperation moves, y vuelven unos ataques llamados “trance” muy parecidos a los límites del FF7. Se han simplificado las batallas, ahora los combates normales (sin contar jefes finales) no son tan largos y se superan con más facilidad. Las invocaciones sólo salen enteras de vez en cuando, así ahorramos mucho tiempo en las batallas.

Los tiempos de carga han disminuido en gran medida, entre pantalla y pantalla sólo esperamos 2 segundos. El sistema de subir de nivel de experiencia vuelve a ser como en FF7, olvidando el modo lineal de FF8.

Final Fantasy IX tiene otros detalles nuevos, o que recuerdan a sus antecesores. Vuelven multitud de factores de FF6, FF5 y FF4 como los simpáticos animalitos, los Mogs, que nos permitirán grabar partida, por no hablar de la temática medieval del juego. Además, tendremos que hacer de carteros entre los Mogs, y de esa manera podremos descubrir secretos del juego.

El sistema de cartas que tan popular se hizo con Final Fantasy VIII ha evolucionado por uno más complejo y divertido y que no solo se centra en el valor numérico de éstas sino también en las posibilidades de ataque entre cartas y algunos otros efectos.
También se incorpora el sistema “Acción en tiempo real” donde nos muestran lo que hacen nuestros compañeros cuando están solos y no estamos con ellos en tiempo real.

Definitivamente FF9, con la vuelta de Yoshitaka Amano, ha vuelto el estilo de los FF´s de SuperNes, como un flashback, volviendo a sus clásicos, con un estilo medieval marcado pero técnicamente todavía mejor que las primeras dos versiones de PSX.

Aunque a primera vista pueda parecer por los personajes que su desarrollo sea algo más infantil que los anteriores, el argumento es uno de los más adultos y complicados de toda la serie. Final Fantasy IX cierra la etapa Playstation de la saga con un juegazo, tal vez el mejor de la saga en Playstation, que recoge lo mejor de los títulos de Super Nintendo, lo mejor de los de Playstation y aporta algunas novedades antes del gran salto de Final Fantasy X.