Análisis de Sorcery Saga: Curse of the Great Curry God (PSVITA, PC)

Hace no demasiados meses se lanzó en PlayStation 3 The Guided Fate Paradox, un juego de rol con mazmorras generadas aleatoriamente con el que Nippon Ichi continuaba de manera espiritual Z.H.P. Unlosing Ranger VS Darkdeath Evilman. Ahora Compile Heart ofrece a los usuarios de PS Vita un título muy similar en cuanto a planteamiento que también parte de una idea disparatada: Sorcery Saga: Curse of the Great Curry God, que por suerte para tratarse de un género tan minoritario en Occidente como este, nos llega.

Como en el juego de NIS, el argumento es de todo menos serio. Sorcery Saga está protagonizado por Pupuru, una chica obsesionada con salvar un restaurante de salsa curry de la quiebra buscando unos misteriosos ingredientes de la fórmula que ha encontrado sobre un legendario y mágico curry. Esta trama está plagada de secundarios igual de desconcertantes, como un empresario rival interesado en que esta misión no prospere o un peculiar pretendiente de la protagonista enamorado a primera vista.

Podríamos decir que la historia es un respiro entre los capítulos de jugabilidad, con constantes situaciones absurdas y gags estilo japonés con más o menos gracia. Este tipo de relatos funcionan cuando simplemente buscas un pequeño o casi nulo contexto a las situaciones, personajes estereotipados y poca profundidad, aunque en el caso concreto de Sorcery Saga se hará un poco duro para ciertos usuarios por el idioma, con textos en inglés. Algunos diálogos que realmente no aportan mucho al juego en sí son extensos, y en más de una ocasión tendremos la tentación de saltarlos completamente para pasar a la acción.

El sistema de juego se basa en el subgénero roguelike, mazmorras de exploración con combate por turnos en el que navegamos por un escenario dividido, aunque sea de manera un poco invisible, en una cuadrícula –rejilla que puedes visualizar en cualquier momento-. Las acciones se realizan por turnos, de manera que tu desplazamiento por la zona, o cada acción de combate, hace que los oponentes que pulan por la mazmorra se muevan. No es un juego de acción pura y dura, aunque se pueda jugar casi sin pausas. Hay convenciones típicas de estos juegos, por ejemplo el mapa lo vamos descubriendo a medida que avanzamos por estos entornos laberínticos para alcanzar las escaleras que simbolizan el paso a un nivel superior. Dispersos por el terreno encontraremos cofres con dinero, ítems o equipo, así como algunos personajes de compraventa. También se nos resetearán los parámetros al empezar cada mazmorra, es decir, habrá que subir de nivel en cada localización y no importa cuánto lo hayas hecho antes, porque no lo acumulas en siguientes escenarios temáticos.

Hay unas cuantas particularidades en el combate, bastante simplón –botón de acción y si lo deseamos, magias o lanzamiento de objetos- que hacen de Sorcery Saga muy adictivo, más estratégico que frenético y un poquito difícil. Morir en este juego es habitual –con la consiguiente pérdida de nivel-, de manera que podemos guardar nuestro dinero y equipo en la ciudad principal para que al menos podamos conservar parte del botín. A lo largo de la exploración encontraremos pergaminos con conjuros diversos, como la teletransportación a otro punto del mapa o aquellos que dañan a un grupo de enemigos. Lo mejor es aprender las magias y usarlas cuando lo deseemos, aunque su uso sea restringido, pero para eso será necesario activarlas en el hogar de la protagonista.

Una de las ayudas en la lucha nos la prestará Kuu, un animal indefinido que acompañará a Pupuru atacando a los enemigos de manera automática. Kuu tiene su propia vitalidad, que por cierto desciende al caminar –¡siempre tiene hambre!- para equilibrar a la de Pupuru –que se recupera con los pasos-, sube de nivel para ganar nuevos ataques y es bastante útil cuando hace lo que se espera de él, que desgraciadamente no sucede siempre; le falta un poco de agresividad cuando nos aproximamos a enemigos, y en la mayor parte de las situaciones –cuando encontramos oponentes de frente- nos tocará hacer el trabajo sucio mientras él se piensa que es un espectador con el que no va el asunto. Incluso para curar su salud o hacer uso de sus habilidades no estará quieto justo donde lo necesitamos. Eso no es todo, si pierde la vitalidad comenzará a gritar y atraer enemigos a tu posición –que prácticamente te condena a la muerte-, además interesará mantenerlo de manera saludable si no queremos perder el arma y escudo equipado cuando seamos nosotros quienes pasemos a mejor vida. Es complicado valorar si la presencia de Kuu es positiva o no, todo depende de la situación y gestión que hagamos de él.

Al menos Kuu tiene habilidades que usaremos mucho durante nuestro viaje por las peligrosas mazmorras. Con dos armas del mismo tipo –dos espadas, por ejemplo- o dos escudos, es posible hacer una fusión para fortalecer sus valores o ganar daños elementales. No sólo es la manera más rápida de mejorar en el combate, sino que te servirá para ahorrar espacio en tus posesiones, ya que muy pronto empezarás a descartar objetos. Dependiendo de los alimentos que utilicemos con Kuu cambiará su evolución, pudiendo variar de manera más ofensiva o como apoyo. Por último, un sistema de mezcla de curry es posible conseguir mejoras basadas en la forma de cocinar y los ingredientes usados.

Como es habitual en este tipo de juegos, las mazmorras se generan aleatoriamente, con un jefe esperando al final. Hay escenarios con un centenar de mapas diferentes, que se compensa con una opción de guardado para salvar nuestra partida en cualquier momento –más que necesario en una portátil-. Lo realmente complejo en Sorcery Saga es decidir entre avanzar acumulando mejoras y equipo con el riesgo de perderlo o salvar un valioso armamento y reintentar, desde el principio, esa mazmorra. Ten en cuenta que incluso hay algunos enemigos capaces de empeorar y hasta destruir tu equipo en cuestión de segundos, lo que hace la mecánica de Sourcery Saga un poco cruel. Es perfectamente jugable para un novato, pero que no te engañen sus alegres e infantiles chicas, es un juego para coger con paciencia.

Hay una buena –que no memorable- banda sonora y un excelente doblaje exclusivamente japonés. No importa que no entiendas de oídas el idioma, los actores interpretan bien su papel y se nota su esfuerzo en la entonación para dar más credibilidad.

En cuestiones gráficas, cumple sin grandes alardes. Es un mundo muy simplón, en parte porque el género –y más utilizando mapas aleatorios- o la cámara no da para demasiadas virguerías, además que el motor gráfico se resiente un poco en los momentos de acción con varios personajes en pantalla. A pesar de que los modelados cabezones –deformed- tampoco son demasiado coherentes con las ilustraciones utilizadas en los diálogos, hay que reconocer que la heroína, enemigos y escenario está recreado completamente en tres dimensiones, mientras que el citado juego de NIS -The Guided Fate Paradox- optaba por personajes 2D en una consola más potente –PlayStation 3- y tampoco era excesivamente más vistoso.

Conclusiones

Sorcery Saga: Curse of the Great Curry God no es especialmente original en cuanto a su planteamiento. ¿Importa eso? Realmente no. Es un juego entretenido de un género que se prodiga poco por consolas, profundo, con muchas posibilidades –incluso personalización estética- y con una dificultad que te asegura no dejarlo abandonado en poco tiempo. Tiene una duración aproximada de 20 horas, bastante variables según la repetición de mazmorras.

No es necesario ser un experto en los roguelike para disfrutar del juego, basta con armarse de valor, afrontar los numerosos fracasos con los que te encontrarás y apreciar mejor el valor de las victorias. Así como el argumento nos ha parecido menos interesante, o peor llevado de lo que se prometía, la estupenda mezcla de rol y estrategia no va a decepcionar a los más jugones.