Análisis de Xyanide – Resurrection (PSP)
Viaja por el espacio a la velocidad luz sin moverte de tu sillón.
Ramón Varela ·
Actualizado: 21:31 17/8/2020
GRÁFICOS
8
SONIDO
7.5
NOTA
7.5
DIVERSIÓN
7.5
JUGABILIDAD
7
Análisis de versión PSP.
Desde siempre, se ha dicho que la panorámica pantalla de la PSP beneficiaba especialmente a un género: el de los shooters espaciales o mata-mata. En el catálogo actual encontramos algunas recopilaciones interesantes, como Gradius Collection, pero pocos han aprovechado la potencia técnica de la consola creando un título especialmente pensado para ella.
Playlogic presenta Xyanide Resurrection, un título que sonará a los usuarios de varios sistemas, ya que el primer Xyanide apareció, entre otros, para Xbox. Su adaptación a PSP es bastante afortunada, y su apartado técnico brilla con más luz en portátil que en doméstica.
Xyanide Resurrection es título arcade puro, un shooter espacial que sin embargo inspira su jugabilidad en juegos como Lylat Wars (Nintendo 64). La cámara, situada detrás de la nave, cambia el clásico control en dos dimensiones de este tipo de títulos por una libertad de rotación de 360º y algo de ángulo hacia la parte superior e inferior de la pantalla. Esto significa, como se puede deducir, que los enemigos pueden llegar desde cualquier parte del escenario, no siempre desde la parte frontal (en la que se supone que se desplaza la nave).
Disponemos de un radar en la parte superior que facilita la detección de las naves rivales, aunque con la cantidad de disparos en pantalla, la mayoría de ocasiones haremos uso de él sólo cuando observemos fuego enemigo desde un lugar fuera de la pantalla. Este sistema de juego parece algo caótico al principio, bastante más que el de un scroll lateral, pero por fortuna los disparos enemigos no tienen excesiva puntería (en general), por lo que dispondremos de unos segundos de respiro para girar y encarar las oleadas rivales.
Contamos con dos armas básicas, unos disparos (que por desgracia, no tienen fuego continuo) y tres misiles, cuya onda expansiva puede dañar a varios rivales. Además, entre fases podremos potenciar nuestro armamento tanto para aumentar nuestro ataque con rayos, nuestra defensa con escudos, o pequeñas ayudas como imanes de ítems (que nos ahorrarán desplazarnos por la pantalla para ir tras ellos).
Dos de los peligros más importantes del juego se encuentra en los misiles teledirigidos y los asteroides. Los primeros, lanzados por los enemigos (y según avanzamos en la historia, con mayor regularidad) nos seguirán durante unos segundos, previo aviso de encontrarnos en su punto de mira. Durante un tiempo, deberemos hacer uso de nuestra habilidad girando por la pantalla para despistarlos, tarea a veces nada sencilla. Los asteroides, obstáculo clásico de este tipo de títulos, aparecerán puntualmente en determinadas fases, a veces ocupando toda la pantalla, obligando a destruirlos con nuestro fuego a base de disparos. El daño de estas rocas es bastante importante.
La nave que controlamos posee una barra de "vitalidad" que podremos recuperar de los daños con facilidad recolectando ítems que algunos rivales sueltan al ser destruidos, y especialmente los asteroides. Tras sobrevivir y eliminar a los enemigos de la fase, llegará el temido jefe, generalmente de proporciones enormes y con gran artillería, que inundará la pantalla de disparos. En caso de caer, podremos hacer uso de las continuaciones, hasta un total de seis seleccionables desde las opciones.
El modo historia cuenta con un desarrollo de fases similar a otros títulos, como Outrun, con un mapa triangular que va ofreciendo dos alternativas para continuar. Estas fases suelen desarrollarse en diferentes escenarios, y presentan retos alternativos, por lo que es una buena manera de disfrutar varias veces del título con recorridos diferentes. Además, como la selección de la fase se realiza después de guardar la partida, es una buena estrategia tantear las opciones antes de empezar a jugar.
Pero Xianide Resurrection no se convertirá en clásico. Tras un tiempo jugando, comprobamos que la fina línea que separa la diversión en un juego de estas características con la repetición se traspasa, y fácilmente vemos como el titulo hace aguas en lo más importante: la jugabilidad. La repetición de enemigos, y el control duro (girar 360º buscando al enemigo no es lo que se espera en un juego como este), más que añadir complejidad a la fórmula clásica, la complica. Las huidas de los misiles perseguidores consisten en mover la nave por la pantalla sin rumbo, y la única estrategia para eliminar enemigos de la pantalla es buscarlos con el objetivo que los señala en la pantalla; la sensación, más que disfrutar de un R-Type, es la de jugar a un Time Crisis con un pad.
También se encuentra algo de engorro en el medidor de vitalidad, bastante impreciso. Al tratarse de una barra, es difícil calcular el daño que llevamos sin apartar la mirada de la acción, cosa que en estos juegos puede ser fatal. Habría sido preferible un formato más clásico con pequeños iconos que midiesen los impactos que aún podemos recibir. La duración del juego, aproximadamente diez horas, se basa, como en muchas aventuras arcade, en la dificultad del título, que nos obligará a empezar una y otra vez algunas fases.
Como extra, se incluye un modo multijugador (pero que apenas consiste en comparar récord), y la posibilidad de jugar en las fases desbloqueadas. Por último, según avanzamos en la aventura, abriremos galerías tanto de ilustraciones (algo sosas) y un cómic animado. Este último "regalo" es una historia por capítulos, bien realizada y con una historia que puede mantener la intriga, pero prácticamente sin sonido (ni voces, ni música, tan sólo algún ruido ambiental), por lo que en muchas ocasiones estaremos varios minutos mirando la pantalla sin oír nada.
Xyanide Resurrection utiliza una técnica que mezcla secuencias pregrabadas de fondo con los enemigos poligonales, que técnicamente no explota la potencia de la PSP. Dicho esto, y pasando por alto esta pequeña trampa al ojo, la apariencia es similar a la que un usuario tiene al jugar por primera vez con un título como ZOE 2 (PlayStation 2), con asombrosas explosiones de luces, disparos que cubren toda la pantalla, y enemigos en ocasiones en gran número dispersos o en formación.
Estos fondos generalmente están bien adaptados al juego y es complicado apreciar su naturaleza (quizás, salvando algo de pixelación mayor que la de los elementos poligonales). Más que un simple vídeo de fondo, estamos ante una especie de evolución animada de los mundos pseudos-tridimensionales que estuvieron tan de moda en los años ´90 en algunas aventuras gráficas, encabezadas por Myst. Rotaremos la nave, y observaremos el mundo animado casi como si fuera realmente realizado en tiempo real.
Esta técnica ahorra mucho esfuerzo a la consola, lo que permite ausencia de ralentizaciones y espectaculares efectos de luz, destacando algunos ataques enemigos que literalmente siembran la pantalla de disparos en todas direcciones, a modo de fuego artificial. Por el contrario, y como es de imaginar, tenemos fases que durante todo su trayecto constan de un simple escenario que se repite como un bucle una y otra vez; no es algo molesto, al tratarse de un juego en el que nuestra atención está en los enemigos, y que la sensación de avance es continua, pero no se puede esperar interactividad con las estructuras que vemos pasar a toda velocidad.
Estos escenarios gozan de cierta variedad (teniendo en cuenta el género) entre las diferentes fases, desde las batallas en el espacio exterior (entre galaxias y túneles de luz) o con soles que lanzan colas de fuego, a trepidantes viajes a ras de estructuras metálicas o situadas en planetas. Por otra parte, el diseño de las naves poligonales es bastante clásico y apenas tiene inspiración, salvando los jefes finales. Anodinas naves (incluida la nuestra) que pululan por la pantalla y que apenas distinguiremos, simplemente nos limitaremos a eliminar.
Sin duda, toda una traca que aturde y asombra por igual, envolviendo a un juego simplemente correcto en el apartado jugable. La música, no cabía esperar otra cosa, es electrónica y en algunas fases machacona. Carece de la calidad de los grandes clásicos, pero no decepciona y es lo que se espera de estos títulos. Explosiones y disparos cumplen sin más.
Conclusión
Estamos ante un juego pensado para PSP y que por tanto destaca sobre la media de títulos del género con un apartado técnico que sabe hacer uso de sus "trampas", dando una impresión visual increible, pero una jugabilidad que no respeta a los clásicos y que puede no ser del gusto de los jugadores más puristas. Sin ser una mala idea, el nuevo sistema de juego no es demasiado ágil y cae fácilmente en la repetición, lo que puede decepcionar a quién busque un frenético juego de acción. Hecha esta advertencia, el juego puede ser del agrado de aquellos que busquen un título espectacular y sin grandes complicaciones (tanto en argumento como en profundidad de juego). Recomendable para fans de los shooter espaciales.
Redactor
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