Análisis Valkyrie Elysium, la reinvención de un RPG muy querido (PS5, PC, PS4)
En los 90 y principios de los 2000 Square Enix era el principal representante de los JRPG y en concreto del rol por turnos. Eso permitió ver una enorme cantidad de aventuras con giros a la fórmula clásica y en distintas temáticas, desde mundos de fantasía al terror neoyorkino de Parasite Eve. Una de las sagas de calidad, injustamente olvidada por el gran público, fue Valkyrie Profile, un RPG 2D con toques de plataformas, una trama más adulta que la media del género y combates donde cada personaje correspondía con uno de los botones de PlayStation. Una joya, como os contamos en su adaptación a PSP, Valkyrie Profile: Lenneth.
Pero los tiempos han cambiado en Square Enix y la compañía, probablemente apoyada en fríos datos, confía en que el rol de acción tiene más aceptación. Cuando hasta Final Fantasy apuesta todo a este tipo de RPG con Final Fantasy XVI, parece que cualquier saga –a excepción de los Dragon Quest principales- es susceptible de evolucionar al ARPG, y eso incluye a Valkyrie, aunque no sea con la genialidad de las primeras entregas.
El Ragnarök hará pedazos nuestro mundo
Incluso en su nueva forma, hay una serie de elementos que Valkyrie Elysium sí respeta de la saga; el más claro, la mitología nórdica, el control de una valquiria y el acompañamiento de los einheriar, que son los espíritus guerreros de caídos en batalla. En Valkyrie Profile podíamos explorar un mapamundi, detectar a los einheriar susceptibles de ser reclutados y decidir cuándo enviarlos –si lo hacíamos- al Valhalla para la lucha junto con los Æsir. El concepto está en Valkyrie Elysium, aunque reinventado en un RPG con jugabilidad tipo hack´n slash.
De nuevo Odín escucha el anuncio del Ragnarök, el fin de toda la existencia, no solo de Asgard, y utiliza lo que queda de su poder para crear un nuevo clan de dioses con la intención de evitar el aciago destino y a una cosechadora de almas, una valquiria que debe explorar naciones de Midgard en ruinas, luchar contra monstruos y salvar lo que queda del mundo. La trama también deriva en una crisis de identidad para la protagonista, especialmente cuando su camino se cruza con la valkiria Hilde.
El tono trágico sigue presente en Elysium, pero hay que dejar claros algunos puntos para no engañarse. Soleil no es tri-Ace, y el público al que va dirigido es otro. Esta es una subsidiaria de Valhalla Games Studio y su experiencia e historial va ligado a la acción. Wanted: Dead, Naruto to Boruto: Shinobi Striker o Samurai Jack: Battle Through Time son buenas pistas de lo que tenemos en Valkyrie Elysium, un hack´n slash con una serie de sistemas roleros para adquirir habilidades, mejorar armas o elegir equipamiento. ¿Es rol? Sí, tanto como lo puede ser el último God of War o la saga Horizon. El gameplay tiene más similitudes con un Nier o Drakengard 3 que con los soulslike, el ritmo es rápido, orientado a combos y la movilidad por el escenario; por supuesto las estadísticas importan, pero Soleil ha dejado su personalidad en un juego que debe verse como una aventura por episodios y no tanto como un sucesor de Valkyrie Profile. La historia apenas progresa hasta los últimos compases, no aspira a la narración de un auténtico RPG; no hay tiempo para coger cariño a los personajes, ni esta es su pretensión.
La desarrolladora pone unas garantías de que el combate no hará aguas, y la verdad es que la acción engancha en pequeñas dosis –su estructura está pensada así, cada episodio nos puede llevar aproximadamente una hora-. Al margen de los movimientos habituales en el género, el intercambio rápido entre dos armas o la evasión rápida, tenemos la cadena de almas –el garfio que últimamente no puede faltar en ningún videojuego- para explorar el entorno o lanzarnos contra los enemigos, y varias funciones heredadas de la saga principal. Una de las características más interesantes son los einheriar, los guerreros que podemos llamar –pero no controlar directamente- durante un tiempo, como distracción, aumentar combos o para machacar a las oleadas rivales.
Esas almas trágicas se unen a nuestra causa y están asociadas a elementos mágicos que se imbuyen en nuestros ataques durante la invocación, así que tenemos otro componente estratégico para la batalla: detectar la debilidad de los enemigos, activar artes divinas supremas o los einheriar de ese elemento; con el daño suficiente, provocamos la destrucción elemental que paraliza a los oponentes. Puede que con los enfrentamientos más corrientes no sea necesario prestar mucha atención a estas afinidades, pero con los jefes –uno de los aspectos más interesantes del juego- sí conviene atacar con todo lo que tengas.
Estos einheriar tienen algún uso fuera del combate, para desbloquear rutas –abrir brecha en las rocas, crear puentes de hielo…- y obtener recompensas –gemas, coleccionables- inaccesibles de otra forma. Ayuda a dar un poco más de interés a rutas bastante lineales, donde nos irán asaltando enemigos en zonas se suelen bloquear para formar una arena de combate. De nuevo, otra pista inconfundible de las pretensiones de Soleil.
Aunque seguramente no gustará a los puristas de la saga, la acción es lo mejor de Valkyrie Elysium. No para codearse con los grandes representantes del género, pero sí con suficientes herramientas para personalizar las habilidades, aliados y armamento, con distintos combos y jugabilidad adictiva. Siempre que lo tomemos como un juego de acción en el mundo de Valkyrie, con mucha menos carga narrativa que el rol clásico que de un RPG y toda la atención puesta en los combates, Elysium no decepcionará.
Ahora bien, su ajustado presupuesto lastra un poco lo que podría haber sido incluso un juego de culto. La escasa variedad de enemigos -una gran mayoría son simples variaciones- impide que todas esas bondades del combate exploten como deberían. En un primer vistazo –o la demostración disponible- no resulta muy evidente, pero con el progreso a lo largo de la aventura pide a gritos nuevas criaturas, más originalidad en diseños y comportamientos. Además, la duración ronda las 15, un poco más con misiones secundarias, lo sitúa en un punto intermedio que quizás no le haga mucho bien: demasiado largo para un hack´n slash, con una monotonía que puede aparecer a mitad del juego, y corto para profundizar en los personajes, el mundo o las motivaciones. No son fallos tan grandes como para echar por tierra todo lo positivo del juego, pero con un pulido en ciertos aspectos sería más redondo.
Técnicamente modesto, pero con buena dirección de arte
Junto con el combate, la banda sonora de Motoi Sakuraba (sagas Valkyrie Profile, Tales of y Star Ocean, entre otros muchos juegos) destaca sobre el resto del juego, y complementa a la perfección las situaciones más melancólicas para luego adaptarse a las escenas épicas. Una lástima que las escasas líneas de voz de la protagonista durante las batallas se repitan en exceso, porque el apartado sonoro es genial. Llega con voces en inglés y japonés, y subtítulos traducidos al español.
La calidad gráfica es un poco irregular, con localizaciones bien trabajadas y artísticamente bonitas –sobre todo en los bosques y zonas abiertas-, e interiores genéricos, vacíos, más pequeños defectos visuales -aparición súbita de la vegetación-. Dentro de una misma zona el juego tiende a repetir decoración, lo que es un problema si va unido a esas pocas variantes de enemigos. Por otra parte los personajes un ligero efecto de silueta y aspecto a plástico; no queda terriblemente mal, aunque no convencerá a todos por recordar a ciertas series de animación 3D –véase Ghost in the Shell: SAC 2045, en nuestra opinión muy inferior a la animación 2D-.
Conclusiones
Valkyrie Elysium encaja perfectamente en la definición de una producción intermedia o AA: con una buena base, pero sin explotar todo su potencial por culpa de recursos económicos, tiempo o experiencia. Si notas agotamiento en la fórmula soulslike y tu cuerpo te pide "rol más arcade", este juego de Square Enix puede ser lo que buscas siempre que no te importe una reinterpretación de los mitos y mecánicas de Valkyrie Profile en un correcto juego de acción. No es el regreso por la puerta grande de la saga, es "otra cosa": un buen gameplay dentro de un juego diseñado para PS2, con gráficos de PS3 y una subida de resolución. Diversión sin grandes complicaciones y aroma a 128 bits de esa categoría de juegos que cada vez se ven menos en formato físico: entretenido y sin grandes fallos, pero no dejará la huella imborrable de Lenneth y Silmeria.
Hemos realizado este análisis en su versión de PS5 con un código que nos ha proporcionado Plaion.