Análisis de Stifled (PS4, PC)

Si algo demostró Sony recientemente en su conferencia de la París Games Week es que tiene pensado darle mucho apoyo a la realidad virtual. Sí, ninguno de los títulos presentados fue un triple A, pero hay decenas de nuevos proyectos, tanto juegos como experiencias, que van a asegurarse de que los usuarios de PSVR tengan material para su dispositivo. Uno de esos proyectos es el juego que nos ocupa hoy, Stifled.

Ellos pueden oírte

Stifled es un thriller que combina exploración y momentos de survival horror con una experiencia jugable con o sin realidad virtual, pero diseñada para exprimirla al máximo con el casco. Por una parte, este título nos ofrece secuencias de exploración tradicional, en la que tenemos que recorrer diferentes entornos interactuando con el escenario mientras descubrimos una historia que, desde el primer momento, ya huele a paranormal.

Estos tramos son bastante sencillos, y no ofrecen ninguna complejidad jugable. Es cierto que guardan secretos, y nos recompensan por buscar hasta en el último rincón, pero a nivel de mecánicas no vamos a encontrar nada sorprendente. Totalmente diferente es la experiencia de survival horror, donde vamos a vivir algo mucho más original.

Sin explicación alguna, nos sumergimos en la más completa oscuridad. Frente a nosotros sólo vemos el escenario dibujarse cuando hacemos ruido, y sólo veremos las líneas de contorno de los elementos. Usando el micrófono incorporado en el PlayStation VR, podemos susurrar o gritar para "dibujar" el escenario. Cuanto más ruido hagamos, más lejos será la distancia de dibujado.

Claro que, hacer ruido es un arma de doble filo. Nosotros lo necesitamos para poder ver, mientras que los enemigos pueden usar ese sonido que generamos para detectarnos. Aquí entra ese aspecto de supervivencia, en el que tenemos que intentar hacer el nivel de ruido justo para ver sin llegar a alertarlos, lanzar piedras y objetos para despistarlos y encontrar el momento justo para avanzar sin ser vistos.

Además, nos enfrentaremos a multitud de obstáculos más o menos obvios, que cambiarán la manera en la que jugamos. Por ejemplo, nos encontraremos una zona plagada de charcos, donde si pisamos en el lugar equivocado, haremos ruido, alertando al enemigo. También tenemos que abrir unas puertas con manivelas que hacen muchísimo ruido al girarlas, y tendremos que alejar a los enemigos de la zona para poder abrir la puerta sin ser atacados. Y es que una vez que nos cojan, estamos muertos.

La dimensión virtual

Stifled es un título que consigue brillar por su inmersión, y por conseguir crear momentos de gran tensión. Las secuencias de exploración no son demasiado sorprendentes, pero cuando nos vemos envueltos por la oscuridad, escuchando enemigos de fondo, viendo cómo se dibujan y desdibujan al emitir sonidos, sin saber cuál va a ser su patrón de ataque... os aseguramos que vamos a pasar miedo, o al menos tensión.

Claro que la fórmula tiene un gran "pero": es un juego de libre movimiento. Si lleváis tiempo jugando con las gafas de realidad virtual, seguramente ya estaréis acostumbrados a ellas, pero este tipo de juego donde podemos ir hacia cualquier dirección suele marear a bastante gente. También, el estar completamente rodeado por oscuridad en muchos tramos del juego puede agobiar, aunque es algo diseñado así.

Por otra parte, nos ha gustado mucho el tener que usar nuestra voz para ver, aunque después de un rato puede resultar cansado. Por suerte, podemos usar un botón del mando para "hablar", pudiendo elegir el volumen de nuestra voz virtual. Stifled nos permite combinar la experiencia como queramos, pudiendo usar el micrófono o el mando en cualquier momento, tanto con o sin casco realidad virtual.

Sin la realidad virtual la experiencia pierde mucho. No deja de entretener, pero la verdad es que al perderse toda esa inmersión las sensaciones son bastante diferentes. Obviamente, podemos seguir disfrutando de la historia –que sin ser sorprendente, al menos entretiene– y de las mecánicas del sonido y la infiltración, pero no de la misma manera.

Además, es un juego bastante discreto en lo técnico, pero estas carencias se palian si jugamos en realidad virtual. Los escenarios, eso sí, están bien diseñados, haciendo un buen uso de la luz y el sonido para guiarnos por ellos. No podemos olvidarnos de mencionar el sonido, importantísimo y muy trabajado. No vemos que destaque, pero su trabajo es simplemente funcionar bien sin hacerse notar. Stifled está doblado al castellano, algo que siempre se agradece, pero más todavía en un juego para la realidad virtual.

El terror nunca oído

Stifled es una idea original y bien ejecutada. Tiene algunos problemas de ritmo, escasa variedad de enemigos y se puede completar en unas tres o cuatro horas, pero si queréis un thriller con secuencias de infiltración y terror para vuestro casco de realidad virtual, ésta nos ha parecido una opción más que válida.

Nosotros hemos pasado unos ratitos bastante terroríficos con este título, y hemos disfrutado esta aventura que, sin ser sobresaliente, entretiene bastante. La nota que le damos, eso sí, es jugándola con casco de realidad virtual; jugándola con mando en la tele bajaría algo. Stifled no es perfecto, pero es una de esas ideas originales que se agradecen ver de vez en cuando.

Hemos realizado este análisis en PS4 Pro y PSVR con un código de descarga que nos ha proporcionado Sony.