Análisis de Rainbow Skies (PS4, PSVITA, PS3)
Hace unos seis años Eastasiasoft y SideQuest Studios lanzaron un juego de rol y estrategia de bajo presupuesto -Rainbow Moon- que, sin hacer nada especial o sorprendente, ofrecía decenas de horas de exploración, combates y diversión sin complicaciones. Podría ser uno de esos juegos de "clase intermedia" como los que está desarrollando Square Enix mediante RPG Factory, autores de I am Setsuna y Lost Sphear. Ahora, y tras un desarrollo bastante largo para este tipo de producciones –se anunció en 2013- nos llega su "secuela indirecta" –no es necesario jugar al original-, Rainbow Skies.
El protagonista de la historia se llama Damion, un joven que se encuentra ante el examen para domesticar monstruos. Lamentablemente la noche anterior estuvo participando en un concurso de bebidas y, con más resaca de la que debería, la prueba no irá demasiado bien e incluso empezará a causar algunos desastres que derivan en una caída desde su isla flotante. Este es el comienzo de una aventura épica que va más lejos de lo que el joven espadachín y su amigo podía imaginar.
Una diferencia importante respecto a Rainbow Moon que sin duda agradecerán muchos jugadores, más por conocer el objetivo de cada misión que por el propio argumento –entretenido, pero tampoco impactante-, es que nos llega con textos en español. Una grata sorpresa teniendo en cuenta que no se trata de un proyecto especialmente grande ni con aspiraciones a arrasar en ventas, y que esperamos que tenga una respuesta acorde al esfuerzo realizado por el estudio.
El sistema de juego es bastante similar a su predecesor, así que estamos ante un RPG de vista isométrica que puede recordar al rol de 16 y 32 bits. Exploramos unos mapas un poco laberínticos de bosques, aldeas y mazmorras donde la decoración limita nuestros movimientos. De vez en cuando encontraremos tesoros, objetos interesantes, minijuegos y personajes que nos ofrecerán misiones opcionales, así que siempre merece la pena investigar los rincones un poco alejados de nuestro objetivo principal –marcado en el mapa- o desbloquear rutas si contamos con la llave necesaria.
Los enemigos son visibles y antes de entrar en contacto con ellos podemos ver el número de oponentes que representa su batalla. Aunque no siempre es posible evitar el enfrentamiento por lo estrechos que resultan estos caminos, al menos tienes tiempo para preparar a tu grupo, guardar la partida o regresar para recuperar salud en uno de los puestos de sanación. Y en nuestra opinión siempre es mejor que los arcaicos combates aleatorios, sobre todo si tiendes a dar muchas vueltas por una misma zona.
Pero si quieres más combates extra, vuelve la opción de participar en otros aleatorios siempre que te aparezca un aviso en pantalla; digamos que los combates visibles son inevitables la mayoría de ocasiones y el resto, opcionales, son los que te permiten subir el nivel por encima de la media o conseguir más recursos.
El combate en sí no trae grandes novedades respecto a Rainbow Moon, así que volvemos a tener combates por turnos que combinan estrategia. En cada ronda de personaje nos desplazamos cierta cantidad de casillas para encarar a los monstruos, y a la acción básica de ataque con arma podemos sumar habilidades –que se van adquiriendo mediante libros-, la defensa –reduce el daño recibido- o el uso de consumibles, como las pociones de salud o maná. Es bastante flexible en la manera de orientar a nuestros héroes hacia unas tareas específicas y de mejorar el equipamiento con materiales y experiencia.
Lo que sí se ha hecho es pulir detalles respecto a su predecesor para que sea más cómodo de controlar, y por ejemplo ahora el desplazamiento en las casillas y el ataque se hace sencillamente con la cruceta o la palanca, sin necesidad de abrir comandos; este menú se reserva para las tareas menos habituales –objetos, escapar, etc.-, lo cual agiliza las acciones que más vamos a repetir.
Si bien no hay complejas estrategias de posicionamiento o alturas como en los SRPG más profundos, hay que admitir que los combates en Rainbow Skies son divertidos. A veces se hacen un poco más largos de lo aconsejable por la cantidad de enemigos que se pueden afrontar, pero colocar bien a tus personajes es una de las claves para la victoria; si no lo haces, te complicarás más de la cuenta. Hay habilidades que actúan en unas casillas concretas –por ejemplo en nuestros laterales, o en forma de columna-, y si evitas quedar rodeado impedirás que los enemigos con ataques únicamente físicos te puedan alcanzar –pasarán a una segunda fila-.
De todas formas tampoco es un juego extremadamente difícil, puedes guardar partida en cualquier momento y la muerte te devuelve al instante anterior del combate –con muy poca salud, eso sí-. Si prefieres un reto mayor, existe un sistema de rangos de batallas para modificar la dificultad, ganar mejores recompensas y tener acceso a zonas opcionales.
Relacionado con la domesticación de monstruos de la historia tenemos, evidentemente, la posibilidad de criar criaturas y luchar acompañados de ellas; inicialmente sólo nos ayudará una pero este límite aumentará. Consiste en encontrar un huevo –algunos enemigos los sueltan fácilmente, otros son más raros- y desarrollarlo con los atributos que deseemos para saltar a la acción con hasta tres de ellos. Básicamente actúan como otros personajes, con el aprendizaje de magias o mejoras mediante unas piedras especiales, y también pueden ser enviados a entrenar para ganar experiencia.
Sin duda Rainbow Skies gustará a quienes disfrutaron de Rainbow Moon y aficionados al rol en general que sepan valorar una producción de este tipo, sin grandes alardes pero con una pegadiza banda sonora, unos coloridos escenarios –quizás un poco recargados para nuestro gusto- con cambio de iluminación por el ciclo horario y muchos elementos animados en pantalla. Del diseño de personajes sí tenemos más reticencias, y es que vuelve a contar con la misma dirección de arte que el primero, un estilo de anime occidental que no termina de llamar la atención.
Conclusiones
Seguro que no es el RPG del que más se va a hablar este año, pero Rainbow Skies ofrece decenas de horas de rol estilo clásico, un sistema de combate y personalización con muchas posibilidades, humor y textos traducidos. Poco más se le puede exigir a una producción independiente de este tipo.
Por si fuera poco, además de PlayStation 4 llega a dos plataformas donde hoy día no abundan precisamente los lanzamientos: PS3 y PS Vita –esta última es nuestra elección favorita para jugar al título-, y aquí sí se convierte en una opción muy a tener en cuenta.
Hemos realizado este análisis en PS4 Pro con un código de descarga proporcionado por Plan of Attack.