Análisis de One Piece: Pirate Warriors 3 (PS4, PS3, PC, PSVITA)

¿Queda alguien ya que no haya, por lo menos, oído hablar de las aventuras de los piratas Sombrero de Paja? La exitosa obra de Eiichiro Oda ha conseguido convertirse en todo un fenómeno internacional desde que empezó a publicarse por primera vez en 1997 en las páginas de la revista Shonen Jump, y todavía a día de hoy sigue ofreciéndonos muy buenos momentos, personajes carismáticos y combates de lo más emocionantes, como bien está demostrando el actual arco argumental que está teniendo lugar, uno de los mejores y más importantes que ha dado la serie hasta la fecha.

Como todo buen manga de éxito, One Piece lleva recibiendo juegos de todo tipo desde los tiempos de la primera PlayStation, aunque estos casi siempre han hecho gala de una calidad algo irregular.

Por suerte, hace unos años Bandai Namco tuvo la acertada idea de llegar a un acuerdo con Omega Force, los creadores de Dynasty Warriors, para que hicieran un musou en el que pudiéramos revivir las aventuras de Luffy y compañía en todo su esplendor, un género que le sentaba de maravilla a la serie.

Sin embargo, el primer One Piece: Pirate Warriors resultó ser un juego muy mejorable y demasiado experimental (escenarios pequeños, ausencia de sagas importantes, pocos personajes jugables, secciones de QTE, plataformas y puzles muy mal planteados, etcétera) que acabó por dejarnos un sabor muy agridulce. La desarrolladora tomó buena nota de esto y para su segunda parte nos ofreció todo lo que debería haber sido su predecesor: un musou con todas las de la ley, de gran calidad, con una enorme cantidad de contenidos y sin experimentos raros, aunque con el hándicap que supone contar una historia original e inventada en vez de permitirnos revivir el argumento del manga.

Asentándose sobre las bases de Pirate Warriors 2 nos llega ahora One Piece: Pirate Warriors 3, un juego que es justo lo que se espera de una continuación: más grande, más largo, más divertido, con más contenidos, con más personajes y con una jugabilidad mucho más pulida y perfeccionada. Preparaos para zarpar nuevamente en el Merry y en el Sunny, pues estamos ante el mejor juego jamás hecho de One Piece y no os lo vais a querer perder.

¡Voy a ser el Rey de los Piratas!

Como hemos dicho, One Piece: Pirate Warriors 3 es un musou, es decir, un juego de acción masiva al estilo Dynasty Warriors en el que lucharemos sin descanso contra ejércitos enteros de enemigos en unos mapas enormes (los más grandes de esta subsaga) cumpliendo objetivos de todo tipo, como asegurar la huída de un personaje o conquistar algunas de las bases que hay repartidas por el escenario mientras evitamos que se hagan con el control de las que ya están en nuestro poder.

El sistema de combate es muy parecido al de su predecesor, con dos botones para realizar combos, otro para acciones personalizadas, otro para ejecutar nuestras técnicas especiales, uno para realizar esquivas (algo que también puede usarse para romper guardias cuando nuestro enemigo deja un hueco abierto o para alargar combos) y poco más, aunque ahora hay una importante novedad que nos ofrece muchas más posibilidades: su sistema Kizuna.

Este viene a ser una versión mejorada del sistema de aliados y compañeros de Pirate Warriors 2, aunque con un planteamiento y una puesta en la práctica mucho más satisfactoria, divertida y estratégica. A medida que vayamos repartiendo tortas iremos rellenando un medidor especial. Cuando este llegue a nivel 2 podremos invocar a nuestro compañero para que este realice un ataque extra tras nuestro combo, aunque para ello tendremos que ejecutarlos correctamente y pulsar una vez más el último botón de la combinación.

Con esto se consigue reducir en cierta medida el machaque de botones sin ton ni son del que suelen adolecer los musous. Además, los enemigos que matemos con nuestros compañeros nos darán "!", lo que nos servirá para subirles su nivel de apoyo, obtener monedas extras y conseguir una mejor puntuación al final de la fase, por lo que nos interesará utilizar ataques Kizuna (y todo ello sin contar lo espectaculares que resultan de ver, lo útiles que son y que bien usados nos permiten incluso alargar ciertos combos).

Hay que destacar que este medidor se rellena de forma independiente con cada uno de los aliados que tengamos en la batalla, ya que podremos cambiar de uno a otro en cualquier momento y sin ningún problema. Si conseguimos llegar al nivel máximo de Kizuna con alguno de ellos podremos activar un modo especial en el que nuestro aliado (que pueden ser varios dependiendo de las alianzas que hayamos conseguido formar) saldrá al campo de batalla a pelear junto con nosotros, sembrando el caos y la destrucción a varias bandas, manteniendo los ataques Kizuna y pudiendo desatar un devastador ataque conjunto con el que despejar zonas enteras (aunque si lo utilizamos el frenesí se acabará automáticamente, por lo que conviene dejarlo para el final).

Mientras estemos en este modo también conseguiremos mucho oro extra encadenando bajas y resulta la mejor forma de conseguir "!", por lo que aseguraos de usarlo varias veces a lo largo de los niveles y a ser posible cuando más acumulación de enemigos haya para sacarle el máximo partido y disfrutar de todo un espectáculo. Destacar también que en este estado ganaremos poderes especiales (dependen del tipo de personaje y de sus poderes) y podremos realizar nuevos combos.

Otra nueva característica a tener en cuenta es el Modo Héroe, un estado especial en el que entrarán tanto aliados como generales enemigos de vez en cuando (generalmente cuando pasa algo concreto en la batalla que los motiva, como Nami entusiasmada por un tesoro o Sanji rodeado por mujeres a las que defender). Los personajes de apoyo que entren en este estado recargarán su barra de Kizuna más rápido y tendrán un nuevo nivel de este medidor como máximo, mientras que si son los enemigos los que se convierten en Héroe serán mucho más duros y tendremos que aturdirles a base de golpes para bajarles los humos.

También tenemos que mencionar que apenas hay personajes nuevos respecto a la entrega anterior, una oportunidad desaprovechada de ampliar considerablemente la plantilla (eso sí, contando los que son exclusivamente de apoyo hay unos cuantos más), lo que no quiere decir que las nuevas inclusiones no resulten muy interesantes, como Shanks o Sabo, dos auténticas bestias de destrucción. Además, se sigue manteniendo una enorme diferenciación entre todos los luchadores y una recreación perfecta de sus poderes y habilidades, algo que se agradece, ya que pasar de uno a otro a veces es casi como cambiar de juego.

Por otra parte, la progresión de personajes resulta ahora mucho más efectiva y sencilla de entender gracias al rediseñado sistema de monedas y pósters de habilidades. Como siempre, a medida que vayamos consiguiendo experiencia iremos mejorando nuestras estadísticas y aprendiendo más movimientos y combos, aunque ahora en las misiones ganaremos monedas que podremos invertir en mejorar las características concretas de nuestros personajes.

Cada héroe (o villano) tiene una plantilla en las que nos pedirán una serie de monedas concretas para mejorar cada una de sus estadísticas, por lo que nuestro objetivo será hacernos con tantas como podamos para irlos mejorando, lo que añade rejugabilidad a muchos niveles y nos animará a tener como aliados a determinados personajes para conseguir sus monedas obteniendo muchos "!".

Además se han añadido los pósters de personajes, donde desbloquearemos ciertas habilidades con las que potenciar nuestros parámetros y características. Para ello tendremos que cumplir los objetivos que en ellos nos indiquen (por ejemplo, matar en una sola misión 500 enemigos con Luffy o usar un ataque Kizuna con Zoro) y en ocasiones nos pedirán que desbloqueemos otra habilidad antes de poder acceder a la siguiente.

Pasando a lo que es su modo principal, en él podremos revivir toda la historia de la serie desde el principio hasta el actual arco argumental de Dressrosa (esta última, evidentemente, tiene un final inventado, ya que no está terminada en el manga todavía), permitiéndonos revivir las batallas más importantes y los momentazos más épicos y recordados de las aventuras de los Sombreros de Paja.

Eso sí, tal y como es evidente, la historia está muy resumida y va a toda prisa, algo normal considerando que estamos hablando de una serie con 18 años ya a sus espaldas. Hay ciertas modificaciones en algunos eventos, aunque por lo general, las batallas están bien adaptadas al estilo de un musou y se recrea con mucho acierto casi todo lo que pasa en ellas, incluso cuando ciertos personajes secundarios no aparecen. Además, el desarrollo que tienen es entretenidísimo y muy variado (existen hasta diferentes tipos de enemigos que nos obligarán a adoptar estrategias concretas y contra los jefes no nos bastará con atacar a lo loco), y no paran de suceder cosas que van alterando el curso de los acontecimientos, con vídeos muy bien realizados entre medias.

En líneas generales, alguien que no se ha visto One Piece podrá enterarse sin problemas de su argumento principal, aunque no terminará de conectar con ciertos personajes que no están demasiado bien presentados. También nos ha gustado mucho la cantidad de recursos que se utilizan para contarnos la historia, con unos geniales vídeos generados por ordenador y unas secuencias a modo de cómic interactivo que son simplemente perfectas, sin contar todo lo que va pasando también mientras jugamos.

Una de las novedades de este modo es que ahora existen una serie de objetivos adicionales ocultos llamados "Eventos del Tesoro" con los que podremos desbloquear nuevas secuencias de vídeo y modificar el desarrollo de los acontecimientos si los cumplimos con éxito, como completar una misión sin que se retiren de la batalla los miembros de nuestra tripulación o acabar con un enemigo concreto utilizando a cierto personaje. Estos no siempre se nos indican claramente, aunque si hacéis memoria y pensáis en lo que pasó en la serie, los sacaréis fácil.

Además de los Eventos del Tesoro, en cada nivel tendremos un recuadro que tendremos que llenar cumpliendo ciertas condiciones, como conseguir una clasificación de S o pasárnoslo en difícil. Mientras más porcentaje de ese recuadro rellenemos, mejores y más raras monedas conseguiremos, añadiendo todavía más rejugabilidad a cada nivel.

También regresan las solicitudes de socorro, permitiéndonos solicitar ayuda de otro jugador a través de internet para superar un nivel en compañía (también se puede jugar en multijugador local a pantalla partida) o acudir en la ayuda de otro usuario para conseguir mejores recompensas.

El otro gran modo lo tenemos en "Diario de Sueños", una modalidad en la que tendremos que ir avanzando por un complejo de islas cumpliendo misiones que irán subiendo de dificultad mientras más avancemos. En el mapa de este modo nos permitirán tomar múltiples rutas y caminos y será aquí donde desbloquearemos a algunos de los personajes más fuertes de todo el juego.

Un detalle que nos ha llamado mucho la atención y que nos ha gustado bastante es el hecho de que las misiones de cada isla se generen de forma aleatoria (o al menos, las veces que hemos repetido una misma isla nos habían cambiado a los aliados, objetivos, enemigos y mapa). Y si a ello le sumamos que se puede jugar con cualquier personaje, se convierte en la elección perfecta para subir de nivel, conseguir monedas y obtener habilidades, por lo que no serán pocas las horas que pasaréis aquí. Finalmente, también regresa el Diario Libre, que viene a ser lo mismo que el modo historia pero con el añadido de poder repetir las misiones con los personajes que queramos.

Gráficamente se trata de un título bastante resultón (la versión analizada es la de PlayStation 4) que recrea con muchísimo acierto el estilo de la serie, volviendo a utilizar un cel shading con sombreados que se asemejan más al manga que al anime. Los modelados son bastante buenos y muy expresivos, las animaciones son geniales, la cantidad de enemigos en pantalla es realmente abrumadora incluso para el género al que pertenece (de los musous más bestias que hemos jugado en este sentido) y por lo general se mueve de forma bastante fluida, aunque hay momentos concretos en los que pega unos tirones notables (suele ocurrir cuando hay mucho personaje en pantalla, activamos nuestros modos más devastadores y encima está ocurriendo un bombardeo por todo el mapa).

Los escenarios también nos han gustado bastante y están repletos de pequeños detalles y guiños a la serie que nos han encantado, aunque la resolución de algunas de sus texturas es un tanto mejorable y la ausencia total de sangre hace que determinadas escenas y secuencias de vídeo queden un poco raras, como cuando Mihawk derrota a Zoro o Luffy le pega una paliza a Crocodile sin este líquido en sus manos para poder dañarle.

El sonido también mantiene un buen nivel, con una banda sonora muy movida y que ambienta perfectamente cada combate (eso sí, casi todas las canciones son recicladas de los anteriores juegos o leves remezclas), unos efectos que son puro One Piece y el genial doblaje original japonés con los mismos actores de doblaje que el anime. Y sí, con los textos perfectamente traducidos al español (quizás hasta demasiado, ya que se han mantenido los nombres del doblaje español, con cosas como Zorro en vez de Zoro o Alma de Merry en vez de Going Merry).

Conclusiones

One Piece: Pirate Warriors 3 es sin duda alguna, el mejor y más completo juego de One Piece jamás realizado, ofreciéndonos una ingente cantidad de contenidos, muchísima diversión, un repaso por las sagas más importantes de la serie, acción a raudales y ciertas mejoras que le sientan de maravilla a la fórmula, lo que hará que lo disfruten incluso aquellos que no suelan ser muy dados al género.

Su mayor pega la encontramos en lo poco que evoluciona en general, echándose en falta algún que otro modo extra y más original, así como una lista de personajes mayor, ya que nos hemos quedado con las ganas de controlar a más de uno. Quitando esto, si te gusta One Piece y disfrutas los videojuegos de acción (y más en concreto los musous), estás de enhorabuena, tienes ante ti un imprescindible con el que pasar horas y horas batallando en compañía de la tripulación pirata más carismática del panorama japonés.