Análisis de Odin Sphere Leifthrasir (PS4, PS3, PSVITA)
Vanillaware no es uno de los estudios más productivos de Japón, pero hay que reconocer que el nivel de sus proyectos es muy alto y todos derrochan un estilo muy personal gracias a las ilustraciones de George Kamitani y la habitual banda sonora de Basiscape, el estudio de Hitoshi Sakimoto –Vagrant Story, Final Fantasy XII, Valkyria Chronicles, por citar unos ejemplos-. A lo largo de los últimos años la compañía combina revisiones de sus juegos, ya convertidos en clásicos modernos, con las novedades. Así por ejemplo en 2013 se lanzó el excelente Dragon's Crown y Murasama Rebirth para PS Vita.
En espera del prometedor 13 Sentinels: Aegis Rim, del que todavía queda mucho por descubrir, Vanillaware remasteriza uno de sus primeros juegos junto con GrimGrimoire: Odin Sphere. Fue un RPG de acción tardío de PlayStation 2 -2007 en Japón, 2008 en España- que cosechó éxito de críticas aunque no tanto en ventas. Vanillaware ha aprovechado la ocasión no sólo para mostrar los gráficos con más calidad que nunca, sino para hacer cambios en la jugabilidad y sacar todo el potencial a este cuento de fantasía.
Os recomendamos dar un repaso a nuestro análisis del original, puesto que Leifthrasir incluye una modalidad que respeta el sistema de aquella versión –con los gráficos actualizados- y en líneas generales la base es muy parecida. Sin embargo, el modo principal incluye cambios, más contenido y mejoras en su jugabilidad. Es preferible comenzar por la revisión, pero por curiosidad, nostalgia, para una segunda vuelta o por simple cuestión de gustos personales, es una buena decisión que esté también disponible la versión intacta.
La historia comienza cuando una joven empieza a leer uno de los libros de su ático que cuenta la historia de un héroe o heroína de este maravilloso mundo. Son varios los protagonistas que conoceremos y nos harán ver la historia al completo, desde la valkiria Gwendolyn al caballero con poderes oscuros Oswald, cada uno con su propia personalidad, conflictos personales, carisma y estilo de lucha –algunos orientados al cuerpo a cuerpo, otros a mantener las distancias-. Unas elaboradas historias que se entrecruzan para mostrar las motivaciones de todas las partes, y sin duda sorprenderán a quien no conozca de antemano este juego. Por cierto, no hay excusas con el idioma: llega con textos en español y selector de voces en inglés y japonés.
Cada capítulo de Odin Sphere se divide en progreso de historia –secuencias de diálogo- y exploración de un nivel compuesto por pantallas de combate o descanso –interacción con vendedores, cocineros…-. Estas arenas están interconectadas por medio de varias salidas, lo que permite que dentro de su limitación 2D se pueda crear un mapa complejo, con rutas opcionales y secretas donde encontrar valiosas reliquias, grupos de enemigos y subjefes. Queda a tu elección explorar cada rincón del nivel o ir directamente al jefe, pero ten en cuenta que se pueden esconder alimentos, ingredientes escasos y otros objetos muy valiosos para fortalecer a tu personaje. Además, de vez en cuando será necesario localizar una llave para poder avanzar, rompiendo así con la linealidad.
El sistema de ataques y combos es sencillo, al estilo de otras producciones de la compañía, aunque muy personalizable como corresponde a toda la parte rolera. A medida que avanzamos podremos equipar cuatro habilidades con su propio nivel de efectividad, que hacen el combate muy vistoso utilizando muy pocos botones de acción. El secreto está en acompañar estos ataques con direcciones o la pulsación continuada, y aunque no se puede negar que de vez en cuando machacar botones es efectivo –como en la mayoría de beat’ em up-, esa no será la manera más efectiva para conseguir las mejores puntuaciones de cada fase, ni de acabar con los rivales más duros.
La fluidez que ha ganado en Leifthrasir beneficia enormemente la jugabilidad, en especial cuando hay muchos elementos en movimiento o un enorme jefe que ocupa toda la pantalla. Es una delicia moverse por estos mapas y luchar contra las oleadas con los ataques físicos, magias e ítems con un control que responde de maravilla, muy arcade. En esto ha influido que los ataques normales no consumen la barra de vigor, pues ahora sólo se utiliza para los especiales.
Movimiento evasivo, combos más elaborados y extensos, desplazamiento aéreos, bloqueos, un mayor diferenciación entre las habilidades de los personajes, nuevas criaturas… Tiene todo lo que necesita un juego de acción y Leifthrasir acerca a Odin Sphere un poco más en este apartado a Dragon’s Crown y Murasama sin perder la importante capa de experiencia, gestión de recursos y personalización del rol. Los conocimientos de Vanillaware con los proyectos posteriores se han aplicado a este relanzamiento, puliendo así algunas de las quejas del original.
Hay otros cambios pequeños en el juego, muchos comentados en las noticias que os hemos ofrecido a lo largo de estos meses. Tocan la alquimia –se pueden combinar pociones ya creadas con objetos-, la recogida de cristales, una nueva forma de calificación, se ha simplificado la plantación y cosecha de alimentos –ahora comer recompensa con experiencia además de salud-, así que no necesariamente se ha hecho más fácil, sino más cómodo. De hecho hay un "nuevo juego plus" con enemigos más duros y una opción de dificultad todavía más complicada, con limitación de salud. Hablando de modos, también se desbloqueará un boss rush con jefes y subjefes para superar con el protagonista deseado.
En total nos ofrece un mínimo de 20 horas de juego, más del doble si tratamos de sacar el mejor partido de cada protagonista repitiendo algunos de los capítulos más entretenidos para obtener experiencia. Es un juego que al principio intimida por la gestión de menús y recursos –la bolsa impide recoger todo lo que nos gustaría-, pero con el tiempo se hace más manejable; te acostumbras a la interfaz, se amplía la capacidad de la bolsa y aparece un cofre al que desplazar los bienes que nos sobran.
La reducción al mínimo de espera en las cargas -unos tiempos muertos pasados de rosca en PS2- y la estabilidad de imágenes por segundo –al menos en la versión jugada, PS4- hacen que, sin tener en cuenta el resto de modificaciones, por los beneficios más inmediatos de la remasterización sea una experiencia superior al original. Ambos errores técnicos fueron criticados en el análisis de Vandal, y es que las ralentizaciones en determinados momentos llegaban a entorpecer un poco el combate.
La subida de definición nos permite también ver con todo lujo de detalles el gran trabajo del original en animaciones y fondos. Ya no se hacen juegos con esta ambición, escala y trabajo artesanal. Es fácilmente uno de los máximos exponentes de arte 2D gracias a la ingente cantidad de planos de profundidad, diseños y ambientación de cada zona. Nunca la frase "una pintura en movimiento" ha sido más válida que en Odin Sphere Leifthrasir.
Conclusiones
Con Leifthrasir Vanillaware ha colocado a Odin Sphere entre lo mejor de su historial. No sólo luce mejor que nunca, añade algunos temas musicales rehechos y da una nueva oportunidad a los jugadores para descubrir esta joya en plataformas actuales: también se ha retocado para mejorar la jugabilidad y se amplía el contenido, algo que sin duda lo convierte en más valioso que la típica remasterización sacacuartos de turno.
Puede que algunos de los problemas del original persistan, en concreto la repetitividad de algunos escenarios –hay que tener en cuenta lo costoso que es producir un juego 2D de estas características- y del combate a largo plazo si el usuario no es lo suficientemente creativo con las herramientas que los desarrolladores nos ofrecen. Leifthrasir al menos da más opciones para experimentar con la alquimia y los combos, así que todo queda en nuestras manos.
Odin Sphere Leifthrasir es uno de esos juegos que arman poco ruido capaz de sacar los colores a casi cualquier lanzamiento actual de promoción millonaria. Si te gusta la acción beat´em up y el rol, no lo dudes: no encontrarás nada mejor ahora mismo.
Hemos realizado este artículo con una copia digital de la versión final de PS4 que nos ha proporcionado NIS America.