Análisis Kingdom Hearts: Melody of Memory, una mirada musical al pasado (PS4, PC, Switch, Xbox One)

La idea de un juego de ritmo musical con la banda sonora de la serie Kingdom Hearts resulta tan obvia que extraña el tiempo que hemos esperado para ver Kingdom Hearts Melody of Memory, un spin-off basado en los títulos de Square Enix donde Sora, Donald y Goofy exploran diferentes mundos de películas de Disney. A la venta en Nintendo Switch, PS4 y Xbox One, Melody of Memory es en primer lugar el imprescindible homenaje a Yoko Shimomura, la compositora que pone prácticamente el 50% del encanto de Kingdom Hearts, y por otra a todas esas historias que hemos vivido desde el primer juego de PS2.

Es aquí, en el homenaje a la música de Shimomura, tanto original como en las reinvenciones de las pegadizas melodías Disney –Bajo el mar, Esto es Halloween y un largo etcétera- donde Kingdom Hearts Melody of Memory cobra más sentido. Está salpicado de vídeos que repasan la historia original –hay muy poquito nuevo, aunque lo hay-, y sí, es entretenido, pero tampoco plantea algo extremadamente original o por encima de la competencia.

Ahora bien, para el aficionado incondicional de la licencia es una manera estupenda de recordar más de 140 temas que, en general, son de altísima calidad, muchos de ellos entre lo mejor que ha dado la industria en las últimas décadas.

Espadazos a ritmo musical

El desarrollo de Melody of Memory es bastante simple, lo cual no es necesariamente negativo. Similar a otros juegos musicales donde los iconos de botones se acercan hacia el jugador en distintos "carriles", aquí nos encontramos con Sora, Donal y Goofy corriendo automáticamente por unos caminos mientras aparecen los sincorazón, que en este caso hacen de notas; dicho de otra manera, su posición no es aleatoria sino que tiene un sentido en el ritmo. Tenemos tres botones de ataque que no corresponden necesariamente a los personajes: si hay un enemigo cerca, basta con pulsar uno de los tres para que el héroe más cercano actúe. De vez en cuando aparecerán grupos de dos o tres enemigos conectados que requieren la pulsación de dos o los tres botones simultáneamente, pero esa es la base jugable de gran parte de Melody of Memory, a excepción de las fases contra jefes y aquellas que muestran un vídeo pregrabado de fondo.

Esta mecánica se complementa con otros movimientos y peligros que aparecerán en nuestro progreso. Un botón de salto nos facilita esquivar proyectiles, golpear enemigos alados o planear con Sora y así conseguir notas musicales. Los enemigos más fuertes aguantarán varios golpes antes de caer derrotados, y en ocasiones aparecerán ataques mágicos que eliminan enemigos inaccesibles de otra forma. Hay distintos niveles de dificultad, siendo el principiante casi un paseo y el modo ideal para los más jóvenes de la casa.

El objetivo es, claro, llegar a la meta final con salud –cada fallo resta en la barra de vitalidad-, hacerlo con la mayor cantidad de puntos y completar una serie de objetivos adicionales –un mínimo de perfectos, límite de errores, etc.-. De esta manera iremos consiguiendo una serie de estrellas o frutas paopu que desbloquean nuevas fases en un mapa espacial que se navega con la famosa nave gumi, y aunque en ciertos momentos podrás elegir el orden del siguiente mundo o canción, es un progreso bastante lineal en el que no querrás saltar muchos mundos, no sea que más adelante necesites subir el número de estrellas –o incluso abrir portales de un color concreto-. Ah, e igual que sucedía en los Kingdom Hearts de rol, habrá mundos donde aparecerán los invitados de dicha película –por ejemplo, Aladdin- que sustituirán a uno de nuestros compañeros.

Hay más elementos de coleccionismo, una opción para crear objetos de ayuda que equipamos –por ejemplo pociones de salud, que se usan cuando se necesitan-, pero Melody of Memory es, en el fondo, muy similar a otros juegos del género. Se disfruta más cuando sube el ritmo y las oleadas de enemigos son constantes, pero tampoco vamos a ocultar que la fórmula se puede desgastar pronto. En realidad no está diseñado para darse un atracón de fases, sino para completar la historia y después intentar mejorar récords en las canciones que más nos gustan; de lo contrario, la repetitividad puede aparecer pronto.

Hay algunos modos para repetir canciones con otro tipo de reglas o el multijugador que añaden más alternativas al modo Gira mundial, que nos llevará seis horas o un poco más. Un modo duelo nos enfrenta a otros jugadores online o controlados por la inteligencia artificial, y consiste en jugar como siempre mientras el rival suma sus puntos, y al final gana la cifra más alta; hay algunas trampas para entorpecer a oponente. O si lo preferimos, el modo cooperativo en local lo que hace es dividir el camino para que dos jugadores se repartan el espacio; al final, se suman las puntuaciones. Es más interesante este último para fomentar la coordinación, pero estos modos no dejan de dar la sensación de ser meros extras a la campaña de un jugador, no aprovechan todo el potencial.

Una delicia para tus oídos

Como era de esperar, donde Kingdom Hearts Melody of Memory da la talla es en su repertorio musical. Con tantas músicas ambientales, de batallas, jefes y canciones de Hikaru Utada, es difícil no encontrar un buen puñado de altísimo nivel. No todas son igual de brillantes o inspiradas –ni apropiadas para un juego de este estilo porque eran ambientales y tranquilas-, y cada jugador tendrá sus favoritas por los recuerdos o gustos personales, pero no se le pueden poner muchas pegas: están todas las melodías que deberían estar, y un montón más. Eso sí, de entre las muchas versiones de estos temas, se han elegido las originales y no sus revisiones orquestales, para bien o para mal, y el contenido de Kingdom Hearts III queda bastante cojo.

Los gráficos en cambio decepcionan un poco al tratarse de un claro paso atrás respecto a Kingdom Hearts III. Sabemos que esa no es la ambición de este proyecto, que además llega a Nintendo Switch, pero todos los materiales de modelados en personajes, enemigos y escenarios parecen extraídos de la versión remasterizada de los dos primeros Kingdom Hearts. Dada la estética general, y por coherencia con las secuencias de vídeo de los juegos originales, no desentona demasiado, pero la sensación de spin-off de bajo presupuesto está ahí, aunque no nos importe mucho.

Conclusiones

Más que el próximo gran episodio de Kingdom Hearts, Kingdom Hearts Melody of Memory es un repaso lleno de nostalgia a una de las grandes sagas de Square Enix en las últimas dos décadas. Es, después de las colecciones remasterizadas, la mejor opción de recordar qué nos gustó de las aventuras de Sora y Mickey, y ese merecido tributo que se le debía a Yoko Shimomura. Divierte, hay una gran cantidad de coleccionables e incentivos para rejugar y si eres un fan de la saga, lo disfrutarás aún más.

Hemos realizado este análisis en PS4 Pro con un código que nos ha proporcionado Koch Media.