Análisis FutureGrind, un sencillo pero exigente arcade (PS4, PC, Switch)
Han pasado cinco años desde que Milkbag Games anunciase su entonces nuevo proyecto, FutureGrind. Desde entonces ha ido creciendo y adaptándose a nuevas plataformas, y ahora llega por fin a nuestras consolas y ordenadores. ¿Estáis listos para un nuevo tipo de deporte extremo? ¿Para un nuevo arcade de habilidad? ¿Estáis preparados para FutureGrind?
En la sencillez está la clave
FutureGrind es un sencillísimo pero adictivo título consistente en deslizarnos por unos raíles con una especie de moto futurista. De manera muy simplificada, tenemos que asegurarnos de que cada rueda de nuestra moto toque sólo los raíles del mismo color. Sobra decir que las cosas se van a ir complicando para poner a prueba nuestra habilidad y nuestros reflejos y, por supuesto, dar profundidad a esta experiencia arcade.
Como veis en las imágenes, los niveles están compuestos de una serie de raíles de colores, así como otros blancos. Deslizarnos por los raíles del mismo color que nuestras ruedas nos permitirá conseguir puntos y mantener el combo para multiplicar nuestra puntuación. Tocar uno de otro color supondrá la muerte instantánea, mientras que tocar uno blanco suele ser un terreno neutral: no moriremos pero perderemos el combo.
Según vamos progresando, vamos a ir encontrando pruebas que nos piden desafíos más concretos y que se suman al obvio requisito de llegar a la meta. Estos pueden ir desde realizar una puntuación determinada a hacer un truco determinado. Y es que no lo hemos dicho todavía, pero nuestra moto puede girar sobre sí misma, saltar, colgarse con una rueda, hacer el caballito o correr por el techo, por lo que tendremos que hacer todo tipo de virguerías para salir de cada prueba con éxito.
A todas estas acrobacias tenemos que sumarle los potenciadores y modificadores que encontramos en los escenarios. Encontraremos objetos que nos propulsan, o que cambian los colores de las ruedas o los raíles, obligándonos a reaccionar rápido. Es un juego diseñado para repetir las fases varias veces, al estilo Trials. Tenemos que aprendernos parcialmente los circuitos para completarlos, y repetirlos varias veces para conseguir el 100% en cada uno.
Todo es muy ágil y rápido, y nunca supone un problema repetir una prueba. Además, introduce constantemente nuevos elementos para mantener cada partida fresca. Desde los mencionados potenciadores hasta nuevos tipos de moto, cuyos diseños cambian en mayor o menor medida la forma en la que nos enfrentamos a cada nivel.
Los niveles y los vehículos los vamos desbloqueando en un modo campaña que incluso nos va contando una historia entre nivel y nivel. Realmente no tiene trascendencia ninguna, pero se agradece el detalle. La duración no es demasiado larga, pero depende de nuestra habilidad y si intentamos hacer todo al 100% o no. En cualquier caso, nos parece una duración correcta, pero echamos de menos opciones multijugador y más alicientes para seguir jugando.
Un mundo igual de sencillo
FutureGrind apuesta por un apartado audiovisual que sigue los mismos patrones que su jugabilidad: ser sencillo pero efectivo. Es una pena que toda esa profundidad jugable no llegue a lo sonoro y a lo visual, porque creemos que unos fondos y una música más elaborada le habría sentado genial a este título.
Entendemos que FutureGrind haya querido darle prioridad a la claridad, a asegurarse de que en todo momento los raíles y nuestro vehículo sean siempre perfectamente visibles, pero eso no quita que se hubiesen podido crear entornos más complejos y diferentes entre sí. Algo parecido pasa con la música. Cumple su cometido, no te distrae y acompaña a la acción, pero llega a volverse un tanto repetitiva.
Donde no falla es en el control. Aunque al principio puede llevar un pequeño periodo de adaptación, una vez nos hacemos a sus mecánicas nos damos cuenta de lo bien que funciona todo. Tienes siempre el control y el descontrol necesario, la accesibilidad y la profundidad necesaria.
Deslizamientos futuros con sabor clásico
FutureGrind es una propuesta con un sabor clásico muy marcado, un arcade de esos que te atrapan… aunque la novedad quizás se pase un poco rápido. La base es fantástica, tanto en el concepto como en la jugabilidad, pero echamos de menos alicientes que nos inviten a seguir jugando. Habría estado genial tener un multijugador que lleve la competición más allá de las tablas de clasificación, por ejemplo.
En cualquier caso, nos parece un juego muy divertido y original, que funciona muy bien y que, esperemos, siente las bases para convertirse en una saga que expanda sus posibilidades en futuras entregas.
Hemos realizado este análisis en PC con un código proporcionado por Evolve PR.