Análisis de Fairy Fencer f: Advent Dark Force (PS4, PC, Switch)
Hace dos años Compile Heart intentó alejarse un poco de su saga de rol más prolífera –e imaginamos, la más exitosa-, Hyperdimension Neptunia, con Fairy Fencer F para PlayStation 3. Lo hizo además rodeándose de grandes nombres del género muy asociados a Final Fantasy: Yoshitaka Amano –creador de ilustraciones y personajes de la saga de Square Enix- y el compositor Nobuo Uematsu con su banda Earthbound Papas que en este caso hizo un trabajo bastante irregular, alejado de la magia que nos enamoró durante los años 90.
El resultado sin embargo fue más flojo de lo esperado, en parte porque la personalidad Neptunia devoraba cualquier atisbo de originalidad en su sistema de combate, progreso general y hasta en gráficos –se nota algo de reciclaje de otros proyectos de la compañía-. Realmente parecía y se jugaba como un spin off lejano de Neptunia, con otra historia y un protagonista masculino; por lo demás, una aventura que arriesgaba menos de lo que se presuponía por el cambio de saga.
Probablemente pensando que el original merecía una segunda oportunidad, la desarrolladora lanza ahora Fairy Fencer F: Advent Dark Force en PlayStation 4, una especie de remasterización que mejora gráficos y de paso mejora y amplía el contenido.
Para usuarios del original difícilmente justificará una nueva compra, pero si seguías la pista a este juego y se quedó en el tintero por el salto generacional, tienes una nueva oportunidad con esta edición definitiva.
El argumento es el mismo de siempre: una antigua guerra entre una diosa que representa el bien y un dios demonio que es el poder maligno. Los dioses luchan creando armas que terminan por clavar e inmovilizar a ambos. Desde entonces, las fuerzas están aletargadas. Mucho tiempo después de este acontecimiento, los guerreros llamados Fencer utilizan estas armas llamadas Furies gracias al poder de unas hadas que se encuentran en ellas. Esa principal peculiaridad es lo que las diferencia de unas espadas normales y corrientes, y permiten utilizar magia y otras técnicas especiales. Aunque los Fencer podrían trabajar colaborando entre ellos, no siempre es así y algunos se dedican a acumular poder, buscando más armas y derrotando a otros Fencer si fuese necesario.
Fang es un joven que encuentra una de estas espadas imbuida en el poder de Eryn. Nadie había conseguido retirar esta arma de la roca pero, como si se tratase de Excalibur, él lo consigue. Así se involucra en este viaje buscando más hadas, encontrando amigos y también peligros. Un argumento en apariencia un poco más épico y serio que Neptunia, eso sí, repleto de fan service, lolitas góticas y escenas picantes. Al igual que esa otra saga de Compile Heart, además de rol tiene una parte importante de novela visual, por tanto puedes esperar muchos diálogos –en inglés- en cada evento de historia.
Casi desde el principio podemos ver alguna novedad en contenido respecto a PS3. En aquel, Fang pasaba directamente de la prisión en la que se despierta a la ciudad. Ahora tenemos un pequeño tramo por la cárcel que sirve de tutorial para lo básico. Cambios de este tipo, nuevos personajes y jugabilidad no suponen un cambio radical, pero sí hacen que al menos no se trate del mismo título con más resolución.
Hablamos de un RPG por turnos inspirado en los primeros Neptunia, de hecho las mazmorras recuerdan más que sospechosamente a esta serie. Los monstruos pululan por un escenario laberíntico y nosotros podemos pasar de largo o luchar contra ellos. Hay un poco de libertad de movimientos durante el combate, representado por unos círculos, así que para golpear con armas o magias hay que colocarse cerca del enemigo. Igualmente ellos se deben desplazar para que el rango de acción tenga efecto, o de lo contrario no podrán hacer nada. La personalización de equipo y hadas en las armas son aspectos importantes de la estrategia.
Entre los comandos típicos del género tenemos un intercambio de personajes por otros o el Fairize, un estado al que se accede cuando el indicador de tensión alcanza un nivel concreto. Es muy similar al Hard Drive Divinity en Neptunia, una transformación que aumenta nuestro ataque y defensa, perfecto para reservar contra los jefes o enemigos más duros. Las batallas han aumentado el número de integrantes de la plantilla en combate –hasta seis- y hay criaturas más peligrosas para equilibrar la balanza, lo que sube un poco la emoción en Advent Dark Force –hay varios niveles de dificultad para que no resulte demasiado complejo-.
Con Godly Revival, que consiste en retirar espadas de los dioses para liberar a las hadas, podemos desbloquear la historia original o una de las dos nuevas alternativas. Si es tu primera partida a Fairy Fencer F podrás jugarlo como te plazca, de lo contrario te podría interesar ver cómo se desarrolla la historia tomando otras decisiones. ¿Qué armas vas a retirar? ¿De la diosa, del Vile God o de ambos?
Se aprecia que ha sido retocado visualmente; en ningún caso se puede hablar de un juego destacable en el catálogo de PlayStation 4, y quizás en proporción a las capacidades del sistema mantenga el mismo perfil bajo de producción japonesa pequeña. Hay que admitir que, igual a lo que sucedió con Megadimension Neptunia VII, al menos ahora corre más fluido y la experiencia es mejor, lejos de la pobre tasa de imágenes por segundo de PlayStation 3 que daban una sensación muy mala. El diseño de los personajes y algunas criaturas parece compensar las carencias técnicas.
Las cargas son casi instantáneas, utiliza un nuevo efecto de desenfoque más natural y las texturas que en ciertas superficies rozaban lo lamentable –esos suelos de césped borroso…- han sido sustituidas por otras de mayor calidad. El detalle en escenarios con más vegetación o insectos volando da un mejor ambiente, lo cual sin llegar a ser un remake demuestra que al menos se ha pasado una capa de pintura que disimula mejor sus carencias para que luzca al nivel de Neptunia VII o incluso algo mejor. El aficionado a lanzamientos de este estudio conoce de sobra lo que puede exigir en gráficos a Compile Heart.
Conclusiones
No es que Fairy Fencer F: Advent Dark Force cambie mucho nuestra opinión respecto a la versión de PS3, pero al menos con su salto a PlayStation 4 soluciona los problemas de rendimiento que lograban afectar a la diversión. Más contenido, retoques gráficos y nuevas historias difícilmente van a incentivar una segunda pasada, pero es evidente que el público objetivo es otro: aquel que en 2014 ya había empaquetado su vieja consola a favor a la generación actual.
Fairy Fencer F es, ahora como antes, un juego recomendable para fans de Compile Hearts. Con sus limitaciones y sin pretender hacer más de lo que se puede permitir, el jugador con hambre de más Neptunia encontrará aquí un terreno conocido.
Hemos realizado este análisis con un código de descarga que nos ha proporcionado Idea Factory.