Análisis de Escape Plan PSN (PS4)

Escape Plan fue uno de los primeros lanzamientos en demostrar las posibilidades táctiles de PS Vita. Esta aventura de puzles en plan comedia, desarrollada por Fun Bits Interactive y producida por Santa Monica Studio, proponía escapar de una prisión con dos personajes que deben cooperar en diversos momentos. Nos dejó buenas impresiones, aunque es cierto que se quedó un poco lejos de lo esperado; detrás del humor, lo refrescante que era un juego de este género, algunas ideas ingeniosas o su apartado artístico, que hace uso casi exclusivamente de la escala de grises imitando las películas mudas, se encontraban problemas en lo que era uno de sus pilares jugables, el control táctil, que rebajó la diversión.

Y ahora llega la versión para la nueva consola de Sony. Siguiendo la política cross-buy de Flower, Sound Shapes, flOw o Zen Pinball 2, Sony ha adaptado el juego y, para los poseedores de la versión en PS Vita, es posible descargarlo sin ningún tipo de coste. Si ya eres un antiguo propietario no tienes más que ir a la Store y descárgalo. Y si no, te recomendamos repasar nuestro análisis de la portátil, en la que hablamos de sus principales virtudes y defectos.
Ahora bien, Escape Plan no es como otros juegos multiplataforma. Se hizo pensando únicamente en PS Vita y sus características específicas, y ahora ha sido necesario adaptarlo al DualShock 4. La noticia no es tan mala como pudiera parecer, puesto que el control fue precisamente una de nuestras quejas en la portátil, así que en cierta manera esta ha sido una oportunidad de enmendar lo que no nos gustó tanto como deseábamos. No es que la pantalla o el panel táctil de PS Vita no nos gusten, pero hay que saber utilizarlos correctamente y evitar los inconvenientes que pueden causar. Y Escape Plan es un juego que nos hacía alternar en no pocas ocasiones los toques en cada frente de la portátil, lo que se convertía en algo un poco frustrante en la recta final donde se juntaban demasiadas acciones simultáneas y casi nos faltaban dedos o manos para sujetar la propia Vita. La alta sensibilidad del panel táctil provocaba errores fortuitos, y naturalmente, la intuición para acertar a la primera con un toque en un punto concreto de la superficie que no vemos no es fácil cuando estamos bajo presión –por intentar superar récords o por el planteamiento del puzle-.

La principal diferencia que encontramos en PlayStation 4 está en la forma de interactuar con los personajes y el escenario. En Escape Plan de PS Vita enviábamos a los personajes a un lugar concreto mediante la pantalla táctil y empujamos obstáculos hacia el fondo, mientras que con el panel trasero hacíamos justo lo contrario, sacando hacia el primer plano mecanismos o compuertas que hacían las veces de plataformas. En la práctica no funcionó tan bien como se prometía, pero desde luego que era imposible de traspasar tal cual en PS4 o Vita TV –el accesorio de Vita para conectar a pantallas-. La solución empleada es utilizar un cursor en pantalla controlado con la palanca izquierda y, según el botón pulsado –X o R2- se distingue el tipo de toque. Siendo sinceros, no es el manejo más intuitivo del mundo, y aunque plantea algún problema nuevo en cuanto a comodidad y velocidad por el desplazamiento del indicador, a cambio es más preciso que en Vita –sobre todo en los puzles pensados para el panel trasero-, lo que hará que para muchos jugadores sea incluso más entretenido que el original.

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