Análisis de Dragon Age Inquisition (PS4, Xbox One)
Nota: este análisis se centra en contaros qué tal se juega y se ve Dragon Age Inquisition en PS4 y Xbox One. Si queréis conocer todos los detalles de su jugabilidad, misiones, historia y demás podéis leer el análisis que publicamos la semana pasada de la versión de PC. Todas las imágenes que acompañan a este texto están capturadas directamente de la versión de PlayStation 4.
La semana pasada publicamos el análisis Dragon Age Inquisition para PC, ya que es la versión que nos proporcionó Electronic Arts para poder analizar, y antes de la fecha del embargo no pudimos ver ni probar el juego en sus versiones de consola. En el texto os contamos todas las virtudes y defectos de este esperado juego de rol, el título más ambicioso en la historia de los canadienses BioWare, dicho por ellos mismos, unas eminencias en el género que han creado obras inolvidables como las dos primeras entregas de Baldur's Gate, Neverwinter Nights, Star Wars: Caballeros de la Antigua República o la serie Mass Effect.
En 2009 lanzaron Dragon Age: Origins, una vuelta a sus orígenes, a recuperar en cierta medida el espíritu de Baldur's Gate, con un juego repleto de aventuras y horas de diversión, con grandes personajes, importantes decisiones argumentales, un combate táctico y profundo, y en definitiva todo lo que esperaban los grandes amantes del rol de un estudio como BioWare, que casi nunca decepciona. Un juego creado para PC como plataforma base, tanto por los gráficos como por su control, diseñado con el ratón y el teclado en mente, por lo que su salto a consolas -Xbox 360 y PlayStation 3- fue un poco traumático y sufrió más de la cuenta, y aunque casi igual de disfrutable, distaba mucho de la calidad de la versión de PC.
En marzo de 2011 llegó su secuela, Dragon Age II, y con tal de complacer a los usuarios de consola, con dos plataformas que estaban arrasando en el mercado, el juego sufrió una serie de cambios que no le sentaron demasiado bien y perdió parte de su encanto por el camino. Un control pensado para jugar con el mando, con un sistema de combate menos complejo y demasiado simple, personajes sin carisma, escenarios repetitivos y otra serie de errores que no le permitieron estar a la altura de la entrega fundacional de la saga.
Por tanto es normal que los aficionados a los juegos de rol en general y los fans de BioWare en particular estuvieran escépticos ante la llegada de la tercera parte de la saga, ya que se preguntaban si se parecería más a Dragon Age: Origins o a Dragon Age II.
Y finalmente ni lo uno ni lo otro, Dragon Age Inquisition tiene personalidad propia, e incorpora como gran novedad a la serie y a los juegos de rol de BioWare un gigantesco mundo abierto repleto de cosas por hacer, con más de 50 horas para terminar su historia principal, y entre 100 y 150 horas para abordar todas sus contenidos secundarios, lo que es una pasada.
Esto tiene sus pros y sus contras como os contamos en el análisis de la versión de PC, y algunos preferirán más los personajes, la estructura, el combate y la historia de Origins, mientras que a otros les encantará la ambición desmedida de Inquisition, que nos invita a perdernos por sus enormes escenarios cumpliendo cientos de misiones y conociendo todo tipo de historias y personajes. Lo que es indiscutible es que nos encontramos ante un gran juego de rol, uno de los mejores de los últimos años, y que en su llegada a PlayStation 4 y Xbox One se convierte en un imprescindible para los amantes del género.
Aunque nos parecen juegos bastante diferentes, el retraso de The Witcher 3: Wild Hunt le ha venido que ni pintado a Electronic Arts y Dragon Age Inquisition, y si estás hambriento de un gran RPG en tu nueva consola, con este vas a quedar más que satisfecho, ya que se ha realizado una gran conversión a PlayStation 4 y Xbox One. Se nota que está diseñado con el mando en mente en todo momento, sin necesidad de sacrificar la jugabilidad como en Dragon Age II, y uno de los grandes retornos de esta entrega, la cámara táctica, se controla de lujo con el mando, incluso bastante mejor que con el ratón, parece diseñada para controlarse con un pad.
En todo momento jugamos con una cámara en tercera persona situada a una buena distancia, pero si pulsamos el panel táctil del mando de PlayStation 4 o el botón ‘ver’ del de Xbox One, la acción se detiene y se activa la cámara táctica, que nos permite sobrevolar, hacer zoom y explorar el escenario con los dos stick analógicos cómodamente. Con esto podemos observar a los enemigos, dar órdenes a los miembros del equipo y en definitiva realizar elaboradas tácticas, mientras aceleramos o pausamos la acción a nuestro antojo. Al igual que en PC su uso es un pelín engorroso en los interiores, ya que no nos permiten alejarnos mucho, pero su control con el mando es excelente y muy cómodo, nos ha sorprendido gratamente.
El resto de aspectos a la hora de jugar con el mando de han solucionado igual de bien, pulsando arriba o abajo en la cruceta digital podemos cambiar entre los diferentes miembros del grupo –podemos llevar un máximo de cuatro- y pulsando L1/LB se pausa la acción y aparece una rueda que sirve para dar órdenes al personaje seleccionado, como ‘mantener posición’, ‘retirada’ o ‘atacar a mi objetivo’, además de poder utilizar las pociones de curación, la manera de regenerar la salud en esta entrega, ya que no hay hechizos de curación como tales, una decisión polémica sin duda.
Con R2/RT realizamos el ataque básico, y menos el botón X/A que es con el que saltamos, el resto sirven para equipar habilidades, hasta ocho a la vez, ya que dejando pulsado L2/LT desplegamos una segunda lista de habilidades, por tanto en cada botón puede haber dos asignadas. Puede sonar engorroso dicho así, pero es una buena solución en sustitución de los clásicos atajos rápidos de los números del teclado, y se juega sin ningún problema con el mando, demostrando BioWare que muchas de las limitaciones de los controles al pasar un juego de ordenador a consola son más por falta de trabajo que de ausencia de soluciones viables.
Por lo demás el juego es exactamente igual en PC que en las nuevas consolas, excepto por los gráficos claro, donde también se ha hecho un buen trabajo. A 1080p de resolución en PlayStation 4, a 900p en Xbox One, ambas versiones se mueven a 30fps, bastante estables en todo momento, teniendo en cuenta que muchas veces se juntan un montón de elementos en pantalla, entre aliados, enemigos y hechizos, además en unos escenarios enormes y con muchos detalles. El motor gráfico utilizado, el Frostbite 3, vuelve a demostrar su versatilidad y que es uno de los que mejor se ha adaptado a las nuevas consolas, y el juego se ve precioso tanto en PS4 como en Xbox One, con unos paisajes tan variados como bellos, que más de una vez te pararás a contemplar.
Lo único que no nos ha gustado son las cinemáticas del comienzo del juego, que se mueven poco fluidas, como dando pequeños tirones, pero es curioso que luego esto se soluciona, y en el resto de la aventura, salvo unas contadas excepciones, se mueven igual de fluidas que cuando controlamos a nuestro personaje. Y unos pocos glitches o bugs en cuanto aparición de objetos o NCP haciendo cosas raras, algo habitual en un juego de este tamaño. Si uno de los puntos fuertes de un buen juego de rol que se precie es llevarnos a un mundo de fantasía tan fascinante como creíble y que nos atrape durante horas, Dragon Age Inquisition con sus gráficos lo consigue con creces, y nos hace frotarnos las manos antes lo que vamos a ver dentro del género en los próximos años.
El mejor juego de rol de las nuevas consolas
Si bien en ordenador hay una enorme cantidad de grandes juegos de rol donde elegir, y dejando a un lado su espectacular apartado gráfico Dragon Age Inquisition no es ninguna revolución dentro del género, aunque sí de lo mejor que ha ofrecido en los últimos tiempos, en PlayStation 4 y Xbox One ahora que van a cumplir su primer año, un título como este se convierte en un absoluto imprescindible para cualquier aficionado de los RPG. Enorme, repletos de contenidos, bonito, con un control excelente con el mando, si quieres estar enganchado durante los próximos meses a un buen juego de rol en tu nueva consola, no hay mejor opción que esta.