Análisis Daymare 1998, el terror independiente, ahora en consolas (PS4, Xbox One)

En septiembre de año pasado recibíamos Daymare: 1988, el resultado del remake no oficial de Resident Evil 2 que, tras un acuerdo con Capcom, acabó convirtiéndose en una nueva licencia comercial. Tras su lanzamiento original en PC, llega ahora a PlayStation 4 y Xbox One, con todas sus bondades intactas, pero también con algún que otro problema derivado del rendimiento.

El terror que vuelve a estar de moda

Daymare: 1988 es un survival horror que retoma la fórmula que Resident Evil 4 popularizó en su momento y que, gracias a la propia Capcom, vuelve a estar tan de moda hoy en día. En tercera persona y con la cámara a la altura del hombro, recorreremos diferentes escenarios plagados de zombis y otras criaturas, mientras resolvemos puzles y disparamos las contadas balas que tenemos para intentar salir con vida y descubrir qué ha causado esta pandemia que está transformando a la gente en criaturas no-muertas.

Todas estas similitudes no quitan que haya también algunas ideas originales. En particular, el sistema de cargadores y balas nos ha gustado, incluso si hay margen de mejora a la hora de implementarlo. Aquí, cuando encontramos balas, pasan a nuestro inventario y se agrupan entre sí, pero no pueden recargarse con el botón de recargar, ya que para ello hay que combinarlas primero con los cargadores. Los cargadores son objetos independientes que tenemos que encontrar y combinar con la munición, y una vez tengan balas dentro, podemos usarlos para recargar nuestras armas. A esto hay que añadirle dos modos de recarga: uno rápido con el que se que tira el cargador usado y uno lento con el que se guarda. La idea es que si estamos en un momento de tensión y no tenemos ni un segundo que perder, tiremos el cargador, aunque más nos vale volver luego a por él, que ya veis la importancia de tener varios cargadores.

Otro punto a su favor es la cantidad y la calidad de los puzles, algo que escasea hoy en día en el género. Hay muchos sencillitos, de mover palancas o pulsar botones, pero también hay otros que implican revisar unas obras de arte y resolver acertijos escribiendo nombres en griego. Sacar Daymare: 1988 tan cerca del remake Resident Evil 3 hace que muchas de las carencias del título independiente se hagan más obvias, pero la falta casi absoluta de puzles en el juego de Capcom hace que agradezcamos incluso más que Invader Studios nos haga pensar.

También tiene otros elementos interesantes, como el hackeo para acceder a zonas opcionales, o la combinación de líquidos curativos con diferentes resultados. Dentro de lo que cabe, los niveles también tienen un diseño interesante e intentan ofrecer variedad, combinando algunos más tradicionales con otros en los que tenemos que correr para evitar que la contaminación nos mate, u otros en los que se añade un toque paranormal. No todo es perfecto, y los jefes finales y las criaturas que no son zombis son un bastante mejorables, así como ciertas partes en las que puede hacerse un poco repetitivo. A esto, además, hay que añadirle la tasa de imágenes por segundo, algo que pasamos a comentar.

La lucha técnica

Daymare: 1988 no pretende ser un referente gráfico, pero la versión de PC llegaba a ser bastante resultona y, como cabe esperar, ofrecía diferentes opciones para adaptarla a nuestro gusto. La versión de PlayStation 4 Pro, la que hemos analizado, sufre bastante para mantener las 30 imágenes por segundo estables, y en un juego donde la precisión es importante, creemos que habría sido más importante sacrificar otros aspectos para ofrecer la mejor respuesta posible. Esta adaptación se ve, simplemente, bien, y teniendo en cuenta que se han hecho diferentes sacrificios visuales en comparación con el título que jugamos en compatibles, nos sorprende que incluso en zonas sencillas la tasa de imágenes por segundo sea inestable.

Visualmente combina algunos momentos notables (algunos escenarios son geniales) con otros bastante menos destacables (los rostros, por ejemplo), si bien nos parece que sabe mantener esa esencia de juego de terror que busca, con multitud de guiños al juego que sirvió como inspiración. El apartado sonoro cumple con melodías que saben generar tensión, y el habitual repertorio de sonidos guturales que nos alertan de la presencia enemiga.

Una alternativa para los fans del género

Volvemos a recordar, como lo hicimos en su día con la versión de PC, que Daymare: 1998 es un juego independiente que sale a precio reducido, por lo que no sería lógico esperar un juego a la altura del remake oficial de Resident Evil 2. Eso no quita que sea un juego muy divertido y disfrutable, y creemos que los aficionados del género que quieran un título de terror de corte clásico y estén al tanto de sus limitaciones se lo van a pasar genial con él.

Es cierto, eso sí, que, al menos, la versión de PS4 Pro tiene bastante margen de mejora en lo que respecta al rendimiento, y en juego donde un disparo en la cabeza puede ser la diferencia entre la vida y la muerte, estar rozando las 30 imágenes por segundo no es lo idea. Sí, al final puedes acostumbrarte, y no descartamos que un parche optimice el framerate, pero por ahora no hemos podido evitar sentir ese paso atrás al venir de la versión de ordenadores. Sea como fuere, con un mejor o un peor apartado técnico, Daymare: 1998 sigue siendo una entretenida aventura de terror que os recomendamos siempre que entendáis sus limitaciones y os hayáis quedado con ganas de más tras jugar a los «grandes».

Hemos realizado este análisis en PS4 Pro con un código de descarga proporcionado por Meridiem Games.