Análisis de Lost: Via domus (PS3, PC, Xbox 360)
Tras un desarrollo cargado de esfuerzo, el videojuego nos propone descubrir todos los misterios que rodean a la isla donde ha tenido lugar un fatídico accidente de avión, cuando éste se encontraba en pleno vuelo, y del que ha sobrevivido un grupo de pasajeros que no tienen respuestas para sus incontables preguntas, de entre las que destaca: ¿dónde estamos?
Todos ellos serán de gran importancia para el desarrollo de la aventura, no sólo por los hechos que tendrán lugar a medida que vayamos superando los capítulos en los que se divide la historia –y al principio de los cuales se nos destaca lo que tuvo lugar en el anterior, como en la serie-, sino que nos servirán de ayuda a la hora de saber qué es lo siguiente que debemos hacer para avanzar. El mecanismo de interacción con los personajes es muy sencillo, pues cuando nos acerquemos a uno y presionemos el botón de interacción, pasaremos a mantener un diálogo con el personaje en cuestión. El sistema de diálogo nos permitirá realizar preguntas que nos serán respondidas de inmediato, y que se dividirán según el tipo. De este modo, tendremos cuestiones que se centrarán en aspectos anecdóticos –pertenecientes al grupo de Tema general-, también podremos realizar importantes preguntas que se centrarán en las tareas que debemos llevar a cabo –pertenecientes al grupo de Temas de búsqueda-, así como cuestiones relacionadas con los objetos –pertenecientes a los Temas de objetos-, y centradas en el trueque –pertenecientes al grupo de Temas de intercambio-.
Como hemos podido comprobar, los objetos serán de gran importancia, no sólo porque muchos de ellos tendrán una íntima relación con la trama y recuerdos de nuestro personaje, sino porque en muchas ocasiones nos servirán de ayuda a la hora de conseguir otros objetos de mayor interés. Para ello, cuando encontremos un objeto por nuestro camino, como frutas, o cuando los encontremos en el interior de algún elemento, como un maletín, podremos seleccionarlo y quedárnoslo, pasando a formar parte de nuestro inventario. Cuando queramos realizar un truque, nos bastará con visitar al caradura de Sawyer, que como buen mercader nos enseñará todo lo que ha encontrado en la playa, mostrando el valor, por lo que tendremos que intercambiarlo por un objeto de igual valor, o por el número de unidades de un objeto que alcancen el valor que nos permita realizar el trueque.
En definitiva, la interacción con el resto de personajes será el aspecto más importante del juego, pues gracias a los diálogos y a los objetos que consigamos, la aventura irá tomando nuevas sendas que nos permitirán avanzar en la historia y recuperar el pasado de nuestro protagonista, que sufre de amnesia, pues no recuerda nada de aquello que tuvo lugar antes del accidente. Podemos decir que la mecánica de juego es tan sencilla como simple y poco profunda, pues se centra en avanzar de un punto a otro, siendo muy lineal.
El valioso objeto nos servirá para realizar capturas de la isla, además de inmortalizar algunos aspectos de los flashbacks. Cabe comentar que durante los mismos podremos interactuar con una serie de objetos que nos servirán como complemento para la historia, pues serán datos clave. Cuando suframos un flashback, se nos mostrará un indicador del número de datos clave que podemos conseguir, y que conseguiremos si no somos demasiado torpes, pues como hemos comentado con anterioridad la mecánica es muy sencilla y descafeinada, sin ningún tipo de complicación.
Los recuerdos quedarán registrados en el cuaderno, a éste accederemos con el simple hecho de apretar el botón indicado –select en PlayStation 3 y back en Xbox 360-, y nos mostrará nuestras tareas o misiones activas, además de las que ya hayamos llevado a cabo, y los recuerdos. En el recuerdo se nos dará una información que nos servirá de gran ayuda para realizar la siguiente tarea, pues nos dará pistas muy variadas que nos harán más simple la aventura.
En otras ocasiones nuestras balas no servirán de nada, pues hay entes a los que no podremos hacer frente, por lo que deberemos huir de ellos, o escondernos. Este es el caso del misterioso humo negro del que se ha desvelado excesivamente poco, y del que deberemos escondernos cuando aparezca en la selva. Para ello, cuando veamos que se nos acerca peligrosamente, deberemos escondernos entre la vegetación del lugar, y aguantar hasta que desaparezca. Pero además de ello, habrá momentos en los que esconderse no servirá de nada, y lo que deberemos hacer es huir lo más rápidamente posible, pues el juego nos pondrá entre la espada y la pared, y en ocasiones la única salida será huir a contrarreloj mientras corremos y vamos sorteando los innumerables obstáculos que hay en la isla. Muchos de ellos los descubriremos cuando, en la oscuridad, cojamos una antorcha que nos iluminará el camino.
Podremos saltar las conversaciones con el simple hecho de apretar un botón –cuadrado en PlayStation 3 y X en Xbox 360-, y habrá lugar para la acción cuando corramos con el gatillo derecho, o combatamos cuando apuntemos con nuestra arma con el gatillo izquierdo, y disparemos con el derecho. El mismo control será de importancia a la hora de movernos por el inventario, que será nuestra mochila, a la que accederemos al presionar el botón adecuado que nos desplegará el menú. Por último, en nuestro cuaderno podremos llevar un control de todo aquello que vayamos realizando –búsquedas completadas-, las búsquedas que tenemos pendientes de realizar, los recuerdos que hayamos tenido y recuperado, así como la siempre bien recibida ayuda.
Dejando de lado los pequeños errores, el aspecto en el que más destaca el juego, además de la ambientación, es en el modelado de los personajes, que son fotorrealistas, y cuentan con unos gestos bastante reales. Los rostros serán casi perfectos, al igual que las voces, que estarán dobladas al castellano por los actores de la versión española, aumentando el nivel de fidelidad e inmersión, cosa muy de agradecer, pues el apartado sonoro es notable, contando con temas típicos de la serie, y efectos de sonido de bastante calidad.