Análisis de Dead to Rights: Retribution (PS3, Xbox 360)

Acción directa, sin complejos, y sin complicaciones para un policía renegado y su perro. ¿Es suficiente?
Dead to Rights: Retribution
·
Actualizado: 21:31 17/8/2020
GRÁFICOS
7
SONIDO
6
NOTA
6.8
DIVERSIÓN
7
JUGABILIDAD
7
Análisis de versiones PS3 y Xbox 360.

Esos juegos de ir avanzando y machacar, al mismo tiempo, a montones y montones de enemigos pulsando dos botones, esto es, los clásicos "yo contra el barrio", ya no existen tal y como los entendíamos, pero de vez en cuando mutan un poco y nos llegan en forma de videojuego con cierto toque retro que no funcionan en exceso en el mercado, porque la tendencia es poner muchos combos y cosas de ésas, e incluso dar una relevancia mucho mayor a los elementos aventureros que a los de repartidor de mamporros.

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Dead to Rights: Retribution tiene mucho de esos juegos veteranos, y ésa es su gran virtud, pero también su gran desventaja, como veremos, pues lo sitúa en un terreno en el que tendrá problemas para convencer al público mayoritario. El juego, en esencia, es el mismo que ya conocimos en 2003, y lo cierto es que resulta muy pronto para ponerse en plan revisionista con la saga, que tampoco suma precisamente decenas de entregas. ¿Pero a quién le importa, si de lo que se trata es de repartir estopa entre criminales? En ese sentido, el título se beneficia, y mucho, de su espíritu de película de acción sin complejos.

Por eso mismo, su historia es simplista, directa, y el argumento está reducido a la mínima expresión, con, claro, sus momentos dramáticos y tensos, que son siempre necesarios, para darnos un impulso adicional y seguir jugando. Aquí no hay un penoso actor que sabe levantar la pierna por encima de la cabeza y necesita creerse que tiene alguna lejana noción de interpretación, y eso, claro, sólo beneficia al videojuego, que nos ahorra tonterías. Pero en esencia, lo que se busca es lo mismo: que te lo pases bien, veas puñetazos y patadas indiscriminadas, buenos tiroteos, y que un perro se líe a mordiscos en los genitales, todo ello respondiendo a nuestras pulsaciones en el mando.

La historia recurre a diversos tópicos de la ciudad tomada por criminales, corruptos, y un policía en busca de venganza, en plena guerra sucia, con compañero canino, que es algo que siempre ha gustado, ya sea en forma de series de televisión centroeuropea con can, o en filmes con Belushi y Hanks intentando ponerse serios junto al amiguete pulgoso de turno.

De esta manera, a Jack Slate, el policía con malas pulgas que controlamos, se le suma pronto Shadow, su compañero canino, y ambos forman un tándem contundente en un sistema de juego sencillo y eficiente a la hora de manejar al dúo. Esto es importante porque en realidad hay una buena variedad de acciones, pero no nos perdemos en complicaciones con el mando de control, permitiendo un desarrollo dinámico de la acción que imprime, de hecho, un buen ritmo a los combates. Además, incluso hay momentos con ciertos tintes más técnicos (pero no lo suficiente como para considerarlos ni remotamente estratégicos) que resultan buenos, pero son escasos.

En realidad, el juego se puede solventar con enfrentamientos directos, y, si hay muchos enemigos, mandando al pobre chucho a morir por dios, que en el proceso merme a las fuerzas enemigas (incluyendo dentelladas a los genitales... sí, hay incluso un logro específico si el perro mastica suficientes huevos), y cuando ya no dé para más, ir nosotros a dar la cara. Es una táctica cobarde y miserable, que funciona tan bien (y tiene tan pocas consecuencias en las partida) que acabaremos usando el recurso con quizás demasiada frecuencia.

Pero bueno, no hay que asustarse: Dead to Rights Retribution no se toma a sí mismo demasiado en serio, y su sistema de acción así lo refleja, en la misma medida que su historia. Sin embargo, llama la atención cómo el ritmo del juego está muy bien medido en sus primeros compases, para permitirnos dominar el sistema de control en profundidad, lo que vendrá bien para los jugadores menos habituados. Para los usuarios habituales, el ritmo resultará un tanto lento, pero en todo caso la sensación general es de que está todo bien compensado.

Además, también nos permite tener un contacto bien llevado con el planteamiento argumental y de la acción: poco después de empezar Slate da buena cuenta de todo un grupo de terroristas él solo. Ni cuerpo de asalto, ni Jack Bauer: sus puños, unas balas ocasionales, y poco más bastan para rescatar a los rehenes y recuperar el control sobre el rascacielos que estaba en manos de estos criminales. Y es que en realidad el título es así de extremo, y, como decíamos, no llega a tomarse en serio nunca. De hecho, en la propia narración se introducen elementos hiperbólicos que nos harán sonreír, y eso es algo que también se agradece, pues no todo van a ser melodramas cansinos.

Pese a la presencia de armas, abundante, buena parte del peso jugable recae en realidad en el combate cuerpo a cuerpo, pues la munición resulta escasa en relación al volumen de enemigos. Es, por tanto, muy importante reservar las armas para los momentos más complicados, o cuando realmente nos interese atacar a distancia. Además, el sistema está increíblemente descompensado: un par de puñetazos pueden matar a un enemigo; un par de balas no.

 1

El desequilibrio en el realismo no llega a ser contraproducente, en la medida en que como jugadores acabamos aceptando con facilidad este rasgo, pero es difícilmente justificable, pues se podrían haber tomado soluciones más coherentes con la percepción de verosimilitud. En definitiva, el juego hace una apuesta muy firme por su concepción arcade de lucha cuerpo a cuerpo (con perro), pero las armas de fuego no tienen ni siquiera el peso de una suerte de ataque especial que debamos reservar. En líneas generales, el sistema de lucha es, como todo en el título, simple, funcional y directo: los ataques más fuertes son lentos, y los ataques rápidos resultan flojos. Eso hace que tengamos que saber cómo golpear cada vez, sin descuidar las técnicas evasivas, que son escasas pero necesarias.

Cuando tenemos armas, disparamos con los gatillos, como es de esperar; y se cuenta también con un sistema de ralentización para apuntar con precisión, usando el gatillo izquierdo. Eso permite dar tiros muy certeros, y en este caso las armas de fuego sí se muestran útiles y decisivas. Pero vamos, que liarse a puñetazos también da resultados sobresalientes. Por suerte, todos los elementos de combate, ya sea cuerpo a cuerpo o mediante tiroteos, se introducen a través de cuidados tutoriales integrados en los primeros compases del juego.

 2

Esto es importante sobre todo a la hora de aprender a dar instrucciones a Shadow, pues es cuando el juego abre sus opciones y nos permite una mayor variedad en el desarrollo. Y es que hay que tener en cuenta que no empezamos con el perro, sino que éste se nos suma más adelante, aunque temprano en la estructura total del juego. Cuando tenemos el control directo sobre el can, el juego se torna diferente, pero mantiene su acción e intensidad, con una lograda sensación de manejar a un perro bien entrenado, aunque sin la misma chispa, todo sea dicho, que en juegos como Okami o Twilight Princess. Eso sí, se emplea un efecto visual en el que cambia la tonalidad, destaca la sangre, y se consigue una impresión estética que funciona muy bien.

En el campo visual, el juego es un tanto genérico, sobre todo en la representación de la ciudad y de los malos comunes; la ciudad intenta ser decadente, gótica incluso, pero apenas logra sus objetivos con éxito. Donde destaca es en el sobresaliente trabajo de animación del perro, aunque no resulta tan logrado en el de los humanos, quizás más por contraste que por carencias propias. De hecho, resulta dinámico y, aunque no demasiado realista, sí te da la sensación de estar controlando a un cuadrípedo, algo que no es todavía muy habitual en los videojuegos.

El protagonista, como los secundarios, es el clásico saco de músculos con la mandíbula muy marcada, y es que ahí es donde le falta mucha personalidad al apartado gráfico, algo que Shadow no logra compensar. A nivel técnico, aunque competente, no es brillante, ni mucho menos, con texturas que evidencian una resolución un punto demasiado baja, y modelados de poligonización insuficiente para lo que se espera a estas alturas de la generación. La música, por su parte, tiene potencia, buen ritmo, y sus efectos sonoros son muy contundentes, pero las interpretaciones (en inglés), en cambio, resultan genéricas y sin chispa. Cuenta con textos en castellano, y subtítulos completos, pero debemos activarlos en las opciones del juego, pues no aparecen por defecto.

 3

Conclusiones

Estamos ante un juego muy arcade, con un estilo de juego que no se prodiga tanto como antes, pues ahora la acción está mucho más dominada por las pistolas o las espadas, y ahí tiene su principal atractivo. El combate directo, contundente, y violento, sin contemplaciones y sin tonterías. No hay que buscar una historia, ni una profundidad en su concepción, sino más bien una experiencia clásica de avanzar, machacar y seguir avanzando, pero esto, precisamente, puede no ser suficiente para buena parte del público, que quiere más contenidos y más chicha.

Con tres niveles de dificultad a escoger, eso sí, Dead to Rights: Retribution es capaz de ofrecer un buen reto y una rejugabilidad palpable a su público, que acabará muy satisfecho con él por las horas de diversión que les va a dar. Sin embargo, es igualmente probable que echen en falta otras cosas en forma de múltiples modos de juego, alguna forma de multijugador, y, en definitiva, contenidos que son cada vez más habituales y demandados por el público, incluso cuando parece que no acaban de cuadrar con el producto. Mientras juegas con este título, no echas en falta ninguna de esas carencias, pero es cierto que se podría haber hecho un esfuerzo por ofrecer algo más que, sin embargo, podría llegar en el futuro a través de contenidos descargables.

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Plataformas:
PS3 Xbox 360

Ficha técnica de la versión PS3

ANÁLISIS
6.8
  • Fecha de lanzamiento: 23/4/2010
  • Desarrollo: Volatile Games
  • Producción: Namco Bandai
COMUNIDAD
6.91

Dead to Rights: Retribution para PlayStation 3

18 votos

Ficha técnica de la versión Xbox 360

ANÁLISIS
6.8
  • Fecha de lanzamiento: 23/4/2010
  • Desarrollo: Volatile Games
  • Producción: Namco Bandai
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Dead to Rights: Retribution para Xbox 360

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