Un juego para minorías
Konami es una compañía adorable. De las cinco grandes compañías third party japonesas, es tal vez la más original, la más arriesgada, la más grande y la que tiene más juegos famosos. Castlevania, Goemon, Metal Gear o los ISS son sólo algunos ejemplos. Por eso, cuando ves Ring of Red, le das una oportunidad, o dos, o las que haga falta, porque sabes que detrás del sello Konami siempre hay algo más. En los juegos de Konami lo primero nunca han sido las modas del videojuego. Prueba de ello es Castlevania: Symphony of the Night, que pese a recibir críticas lamentables en algunos medios (por lamentables se entiende "malos gráficos, deberían ser en 3D) es considerado por muchos el mejor juego de Playstation. Y no creo que estén demasiado equivocados.
Ring of Red no es un juego normal, ni un juego que divierte al instante. Es uno de esos juegos que para la gran mayoría de los jugones pasan desapercibidos, pero que para una selecta minoría, que profundizan en él, es un gran juego. Muchos juegos de Konami son así, como por ejemplo Suikoden, que cuenta con una legión de fans y con una legión de detractores. Después de todo, si no existieran juegos de estas características, el mundo de los videojuegos sería aburrido. Empecemos, pues, a hablar de Ring of Red.
Una post guerra alternativa
Ring of Red, obra de KCE Studios, tiene lugar en la década de los años 60, pero en una década de los 60 muy diferente a la que nosotros hemos visto en los documentales. La historia de Ring of Red diverge con nuestra historia en un hecho: Japón no se rinde tras la bomba atómica, y entonces tiene lugar una invasión anfibia, en la que participan Estados Unidos y Rusia. Como suele pasar siempre, las dos potencias (los demonios capitalistas y los demonios comunistas respectivamente) dividen el país. El sur acaba siendo un estado democrático, y el norte un estado comunista. Obvio decir que alianzas internacionales tienen cada uno de los dos estados. Tras unos años de guerra y otros tantos de paz, la historia comienza en 1964. Pero se nos olvidaba un detalle importante: Los mechas. Sí, hay mechas en este 1964. Robots que había desarrollado Alemania durante el tercer reich y cuyo diseño es ideal para la montañosa geografía japonesa. Seguramente os preguntaréis "¿Podrían los japoneses vivir sin imaginar robots gigantes?". Y la respuesta es no. Estos robots se llaman AFW, Armored Fighting Walkers, y aunque distan mucho de los ágiles Orbital Frame y más bien son unos armatostes metálicos, tienen una potencia de fuego importante.
Nosotros tomamos el papel de Mitsume Weizigger, un chico mitad alemán mitad japonés que es piloto de estos AFW por parte del estado democrático del sur.
La guerra ha estallado de nuevo, y Weizigger está en el ojo del huracán.
Combinando géneros
Ring of Red se podría definir como un juego de estrategia, aunque también mezcla toques de acción y RPG. Los rasgos de RPG se los da la evolución de los personajes por niveles y experiencia, y el que cada uno tendrá sus habilidades especiales, al igual que las unidades de infantería. El toque de acción está en los combates, en los que tendremos que realizar acciones en tiempo real como apuntar a los enemigos, o movernos. Y por último, lo demás es estrategia, parecido al Front Mission. Controlaremos a nuestras unidades en un tablero con una cuadrícula de posiciones, y tendremos que moverlos, hacer que ataquen, etc. Cuando nos encontremos con un enemigo, entraremos en el modo de combate en tiempo real y será allí donde combinaremos la estrategia y la acción. Estrategia para posicionarnos de la forma más conveniente y para mover a nuestras unidades de infantería según convenga, y acción para hacer blanco en el enemigo.
El sistema de juego
Ring of Red está basado en misiones, que nos irán narrando al mismo tiempo que la historia. En cada una de las misiones habrá un objetivo que cumplir, y unas condiciones de derrota entre las que siempre se encuentra la muerte de Weizigger. Como ya hemos dicho, moveremos a nuestras diferentes unidades en un mapa cuadriculado. Cada unidad tiene un límite de movimiento, y dependiendo de la complejidad de la acción tendremos que esperar más tiempo o menos para volver a actuar. El sistema de mover las unidades y atacar es por turnos, pero dentro de un tiempo. Cada unidad tiene un periodo de "stand by", en el que no podrá moverse, por lo que más adelante se moverá primero la unidad "que antes le toque", incluídas las del enemigo. Tras movernos, podremos atacar si tenemos a un enemigo cerca, o recuperarnos si nos han inflingido daño. El movimiento por el mapa no sólo se reduce a atacar y recuperarse, sino que también podremos conquistar edificios, que nos darán ventajas como el posible reclutamiento de tropas, bonificaciones de recuperación, etcétera.
Cada una de nuestras unidades estará comandada por un personaje -de los que participan en la historia- y estará formada por un AFW de tipo variable y unas unidades de infantería que se encargarán de dar soporte al AFW o de atacar al contingente enemigo. Los enemigos también están organizados de esa manera.
Cuando entremos en el modo de combate, tendremos que estar pendientes de varias cosas. Primero, del movimiento de nuestro AFW, que es muy sencillo: avanzar, retroceder o quedarse donde está. Esto responde a que hay varias distancias de atauqe, en concreto cuatro: Larga, Media, Corta y Cuerpo a Cuerpo. En el combate cuerpo a cuerpo los ataques no serán con proyectiles, sino generalmente "a tortazos" entre los dos robots. Segundo, del arma principal de nuestro AFW, que tardará en cargarse un tiempo y que luego dispararemos (con un disparo normal o con un arma especial), haciendo blanco antes. El sistema de apuntar es bastante interesante, y se basa en un porcentaje que suele indicar lo que varía la mira. La mira se estará moviendo constantemente, y cuanto más tiempo estemos apuntando, menos se moverá, y mayor será nuestro porcentaje de acierto. Por supuesto, se puede fallar teniendo un alto porcentaje y se puede acertar teniendo uno bajo. Todo dependerá de nuestra habilidad para pulsar el botón cuando apuntemos al objetivo.
En tercer lugar, de nuestras unidades de infantería, que son ciertamente imprescindibles para la batalla. Nuestra infantería atacará a nuestro enemigo -tanto a su AFW como a sus soldados- y podrá hacer acciones especiales como reparar nuestro AFW, lanzar granadas, disparar misiles guiados, etcétera. Y cuerto y último, el tiempo de operación. Tendremos un tiempo límite para las batallas, que simula el sobrecalentamiento de los AFW. Una vez se haya agotado el tiempo, tendremos que dejar de combatir. Esto hace que en la primera batalla ninguno de los dos adversarios sea destruido (a no ser que haya mucha diferencia de potencial/habilidad entre ellos), y que haya que apañarselas para recuperarse para el siguiente combate. No hará falta decir que la batalla se pierde si el AFW se rompe del todo.
El sistema de juego de Ring of Red es francamente bueno, y aunque en ocasiones puede hacerse tedioso por el ritmo lento que tiene, innova bastante en el género de los juegos de estrategia al combinar estrategia de tablero y estrategia en tiempo real.
Gráficamente, decente
Los gráficos de Ring of Red no destacan por su complejidad, especialmente en el "tablero de movimiento". Los gráficos en el tablero son bastante sosos, aunque cumplen perfectamente con su cometido. Donde se exhibe la calidad gráfica del juego es en las escenas de combate, que poseen unos escenarios bastante bien realizados, una animación buena y unos efectos ciertamente logrados, especialmente el de la deformación por calor.
Sonido
El sonido de Ring of Red está a un buen nivel, aunque el juego carece de voces, y solo cuenta con diálogos escritos -y en inglés, francés y alemán, pero no en la lengua de Cervantes, Garcilaso, Quevedo, Lope de Vega y Tamara-. Los efectos de sonido son buenos y convincentes, y la música posee bastante riqueza, y un tono que encaja muy bien con la historia del juego (país en guerra, dolor, sufrimiento...).
Veredicto
Como ya dije antes, Ring of Red es un juego para unos pocos. A la gran mayoría de jugones seguro que les parece aburrido, pero a los que sepan apreciarlo y profundizar en el excelente sistema de juego que posee este desarrollo de KCE Studios, seguro que les encanta. Ring of Red posee un apartado técnico notable, una duración larga y si te cala hondo te resultará completamente adictivo.