Análisis de Indiana Jones y la Tumba del Emperador (PS2, PC)
Indiana Jones, tal vez junto a Han Solo el personaje más carismático que ha interpretado Harrison Ford en toda su carrera vuelve después de varios años de reposo para encontrar una reliquia del primer emperador chino.
En este juego encontraremos todos los ingredientes que le hicieron triunfar a este personaje en la pantalla grande, grandes dosis de acción, ambientes exóticos, bellas mujeres, humor, malos malísimos y una banda sonora de lujo compuesta por el maestro y mano derecha de Lucas y Spielberg, John Williams.
La primera fase de este juego nos situa en una jungla perdida de Ceilán, que como pasa en las películas, nada tiene que ver con el argumento principal, sino que sirve de calentamiento y de paso se nos enseña a manejar las principales habilidades de Indy.
Tal vez el aspecto que más guste de este juego es la perfecta recreación de las peleas. Éstas son de un manejo sencillo, lleno de combos, golpes sucios, uso de todo tipo de armas, desde el látigo (mi arma favorita) a una escopeta o una metralleta, pasando por poder interactuar con objetos del escenario, como la pata de una mesa, una silla o una botella. La inteligencia artificial desgraciadamente no es demasiado alta, y la mayoría de los enemigos se limitarán a mantenerte a raya mientras que otro te atacará siendo facil derribarle de un par de combos bien encajados.
Aunque este juego sea un clon descarado de Tomb Raider, la variedad de situaciones es bastante generosa, poniéndonos a las manos de una ametralladora gigante, una persecución en side-car, plataformeo y partes de sigilo.
Por otro lado también es de agradecer que E.A. Haya doblado el juego más que correctamente y podamos escuchar en el idioma de Cervantes frases con cierto tufillo a humor americano de Indy, el característico y tal vez un poco exagerado acento alemán de algunos malos (los de la primera fase son de risa).
Centrándonos en el aspecto gráfico, desgraciadamente esta muy por debajo de lo esperado. El framerate es inestable como pocos juegos que haya jugado. La primera sensación que te da es de estar jugando a una versión en tercera persona del Turok Evolution de PS2. La animación de Indy es correcta, llegando a su punto álgido en las peleas, en las que el prota se desenvuelve con gran fluidez y no se notan recortes de animaciones a la hora de encadenar golpes. El framerate SUELE estar fijado en 30, pero a veces sin ninguna razón aparente se ralentiza bestialmente y otras veces se acelera subiendo el framerate a 60 y dando la sensación de estar jugando a una de aquellas conversiones de PSX a Dreamcast (caso del Legacy of Kain por ejemplo). Además, aunque un servidor juega con un cable RGB de los buenos, he notado una distorsión bastante extraña, en la que los contornos del escenario y personajes a veces pierden la nitidez, un efecto parecido al superponer un frame de animación sobre el siguiente, pero bloqueándose, llegando a veces a frotarte los ojos creyendo que tu vista está cansada, pero no es así, es el juego.
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