Análisis de Capcom Fighting Jam (PS2, Xbox)
Si hubiese que elegir a un juego por el que Capcom tendrá siempre un lugar en la historia del videojuego ese sería sin duda Street Fighter 2. Aunque ya había habido intentos anteriores, esta recreativa de Capcom fue la que realmente inició como género en sí la lucha uno contra uno. Capcom sería imitada más tarde por otras compañías, especialmente SNK, y continuaría exprimiendo el filón Street Fighter 2 con sucesivas secuelas, algunas de las cuales poco añadían al juego original, como puede comprobarse en la recopilación Hyper Street Fighter 2.
La compañía rival de Capcom acabaría solapándola como reina de la lucha 2D con su saga King of Fighters, una especie de compendio que incluía luchadores de todas sus otras sagas, especialmente Fatal Fury, y de otras que no habían tenido un éxito comparable como era el caso del espectacular Art of Fighting. Con ediciones anuales, SNK acabó ganándose el corazón de aquellos aficionados a la lucha que se resistían a pasarse a las más avanzadas 3D y a seguir aferrándose a los juegos 2D clásicos, que además conservaban las magias.
Finalmente Capcom, tras juegos "crossover" como Marvel vs Capcom o Capcom vs SNK, se ha decidido a crear su propio todos contra todos interno. Surge aquí un problema notable y ajeno a la ejecución final del juego: Lo limitado del universo de juegos de lucha 2D de Capcom, que se reduce prácticamente a la saga Street Fighter, su derivado Alpha y Darkstalkers. Ésos han sido precisamente los "universos" incluidos, junto con el del desconocido Red Earth o Warzard, lo que hace más variado el juego pero dirá muy poco al público general. Aparte de esto, Capcom Fighting Jam tiene un precedente llamado Capcom Fighting All Stars, que iba a proyectar precisamente esta idea pero en tres dimensiones, pero que finalmente fue cancelado. Parece como si Capcom Fighting Jam fuese el derivado fácil y menos ambicioso de este proyecto inicial, y de hecho por ciertos detalles parece hecho totalmente a las prisas.
Dicen que la intención es lo que cuenta y en este sentido Capcom ha hecho lo que ha podido. El juego contiene una selección de personajes bastante corta, quizás debida a la necesidad de equilibrarlos a todos para que ninguno dé una ventaja excesiva. De Street Fighter 2 proceden Ryu, Guile, Zangief y Mr. Bison. De Darkstalkers están Demitri, Felicia, Anakaris y Jedah. De Street Fighter Alpha, Sakura, Rose, Guy y Karin. De Street Fighter 3, Alex, Chunli, Yun y Urien. Del como decíamos prácticamente desconocido Warzard se encuentran Leo, Kenji, Hydron y Hauzer. Y finalmente, como personaje propio y exclusivo del juego está Ingrid, rescatada del difunto "Fighting All Stars".
Son 21 personajes, aparte de los dos jefes finales, y la selección se queda en un término medio pero seguramente no satisfará a los más aficionados a los juegos de Capcom por una sencilla razón: Muchos de ellos preferirán que se hubiesen incluido a otros personajes de Street Fighter (Ken, Dalshim, Blanka...) o de DarkStalkers (Morrigan...) antes que luchadores del desconocido Warzard..
El sistema de adaptación de los cinco "gremios" es muy curioso y digno de mencionar. No se han cogido los luchadores y se han "redefinido", sino que se han integrado prácticamente como en sus juegos de lucha originales, manteniendo además las características de estos. De este modo los personajes de Street Fighter 2 no tendrán avances como poder bloquear en el aire, hacer el movimiento de esquivar del SF3 o enlazar una gran cantidad de combos, pero como contrapartida sus ataques serán más fuertes y no podrán ser bloqueados en el aire. De igual modo, los de Darkstalkers tendrán "Chain Combos" y "Pursuit Attacks", los de SF Alpha sus largos combos, los de SF3 su salto alto y sus movimientos de esquivar y bloquear, y finalmente los de Warzard contarán con su gran defensa y sus posibilidades de subir de nivel.
Esto le da al juego un toque muy original y parece como si precisamente fuese un conglomerado de juegos de lucha de Capcom, ya que cada uno mantiene sus propias características en vez de integrarse todos en un sistema común. De hecho, hasta las barras de ataque especial son diferentes, manteniéndose la forma de llenarlas en cada uno de los casos. Sin embargo, la idea del conglomerado no funciona si Capcom no hace algo para equilibrar la potencia de los diferentes personajes, y aunque ha hecho un trabajo bastante bueno, le han quedado algunos matices que pueden hacer el juego más favorable hacia unos cuantos luchadores. En concreto, Ryu puede con todos.
Aparte de lo interesante que resulta que cada personaje de cada juego mantenga las características del sistema de lucha de ese título, el sistema de combate también es diferente a lo que estamos habituados a ver. Nosotros podremos elegir no a uno, sino a dos personajes, pudiendo escoger cual de ellos lucha (si no, se hace de forma automática alternándose los asaltos). Esto hace que el juego tenga un cierto toque de estrategia, ya que podremos elegir a un personaje que dominemos muy bien pero que es particularmente débil contra los enemigos de uno de los juegos, y que el segundo de ellos solvente esta contingencia. Sin embargo, en lo que a modos de juego se refiere se encuentra muy limitado. No hay ni siquiera un Survival, siendo la única motivación para jugar una y otra vez en el modo Arcade el hecho de conseguir extras y personajes ocultos.
A nivel gráfico Capcom Fighting Jam es donde llama la atención o, mejor dicho, donde chirría. Hablábamos muy en serio cuando antes dijimos que se trataba de un conglomerado de juegos, y los gráficos de los personajes –los escenarios son nuevos- están directamente extraídos de los títulos originales. Esto da lugar a unos agravios comparativos considerables, especialmente si comparamos a los personajes de Street Fighter 2 con los de la tercera parte, aparecida cinco años después (el último en el orden cronológico de los juegos). También deja muy mala impresión en el jugador, ya que de un tiempo a esta parte hemos visto cómo la saga Guilty Gear X ponía en la pantalla unos gráficos de infarto a alta resolución, mientras que observando Capcom Fighting Jam, en el año 2004, vemos unos sprites de hace más de diez años sin un cuadro más de animación.
Resulta decepcionante comparar al Ryu del año 91 con el gigantesco dinosaurio Hauzer del 95, y a ambos con los personajes del ya mencionado juego de Sammy. Los escenarios, eso sí, son nuevos, y en ellos aparecen además guiños a los juegos, con eventuales cameos de personajes no incluidos en esta compilación, lo que no hace sino recordarnos que los echamos de menos. Como nota muy positiva de este apartado se encuentran los finales de los personajes, hechos al estilo de un tebeo y muy bonitos. Las voces, del mismo modo que buena parte de los gráficos, han sido recicladas de anteriores juegos, mientras que la banda sonora se compone de las clásicas melodías roqueras adecuadas para el género.
El error de Capcom Fighting Jam, que aún así puede resultar un juego muy divertido –y que gustará a los fans de la compañía, pese a sus carencias- es múltiple. Por un lado, temporal; esta compilación llega demasiado tarde para que resulte original y para que se puedan reciclar una vez más los sprites ya conocidos por todos sin que resulte chocante y decepcionante para el usuario que no tenga un especial interés nostálgico en volverlos a ver una vez más. Por otro, de adaptación. Que cada "muestra" de cada juego conserve algunas características del sistema de lucha es una buena idea, pero no se ha realizado un equilibrio suficiente para que algunos personajes no resulten tremendamente poderosos en comparación con otros. Y por último, no contiene modos de juego suficientes que le den al juego gran duración o variedad. Solo recomendado a los fans de Capcom y sus juegos, que solo tendrán que desembolsar 30 euros para hacerse con él, aunque los otros usuarios pueden pasar una muy buena tarde alquilándolo.