Análisis Weird West, una aventura repleta de posibilidades en una retorcida versión del Salvaje Oeste (PC, PS5, Xbox Series X/S, Switch, PS4, Xbox One)
Weird West es un indie que siempre hemos tenido en nuestro punto de mira desde que se anunció en 2019. A fin de cuentas, estamos hablando del primer proyecto de Raphael Colantonio, el creador de Dishonored, desde que abandonara Arkane Studios para fundar su propio estudio, WolfEye Studios, por lo que resulta imposible no sentir mucha curiosidad por él, especialmente si tenemos en cuenta su promesa de llevarnos a una retorcida y sobrenatural versión del Salvaje Oeste en la que podremos decidir nuestro propio destino a través de nuestras acciones. Tras un desarrollo bastante largo, hoy por fin se pone a la venta, ¿el resultado? Una obra muy especial y con personalidad que atrapa con suma facilidad.
Cinco historias, un destino
Así pues, nos adentraremos en una atípica aventura de rol y acción en la que deberemos encarnar a cinco personajes distintos para seguir sus historias individuales.
El orden en el que tienen lugar estos relatos está preestablecido por el guion principal y una vez tomamos el control de uno de los héroes jugaremos su trama del tirón, por lo que no daremos saltos entre ellos que nos puedan dejar con la miel en los labios en el mejor momento.
Como podréis suponer, hay un intrigante hilo conductor que se encarga de conectar estas historias para mantener vivo nuestro interés, planteándonos una serie de misterios que se irán resolviendo con cuentagotas a través de un extraño grupo de personajes con los que nos iremos encontrando cada cierto tiempo.
Los relatos de cada protagonista son entretenidos y en la mayoría de casos saben ofrecer un buen número de dilemas que nos han parecido muy interesantes, sobre todo por la forma en la que se nos presentan, dejando que el jugador decida según su propia brújula moral sin juzgarlo por ello. Con esto no estamos diciendo que las tramas como tal sean una maravilla, ya que suelen ser bastante simples y dar vueltas de más para llegar a ciertos puntos, pero sí que el modo en el que se desarrollan es muy ameno y absorbente.
Otro de sus puntos fuertes lo tenemos en su ambientación, una oscura interpretación del Salvaje Oeste en la que hay cabida para todo tipo de horrores sobrenaturales y leyendas, algo que le da un toque refrescante, único y especial que ha permitido que el estudio se desmelene creando una gran variedad de situaciones distintas mientras intentamos entender las reglas por las que se rige su mundo y descubrir los secretos que esconde.
Acción y consecuencia
Pero si hay algo que define realmente a Weird West es su obsesión por hacer que cualquier acto tenga su consecuencia, tanto en lo jugable como en lo narrativo, lo que sumado a la gran libertad que se nos da en todo momento acaba por traducirse en una obra en la que difícilmente habrá dos partidas iguales. Cuando decimos que el juego nos da mucha libertad nos referimos a que es un título que permite incluso matar a aquellos personajes que nos dan misiones o que son parte fundamental de la trama sin que ello impida nuestro progreso. Simplemente tendremos que buscarnos otra manera de llegar hasta sus recompensas o de alcanzar el próximo objetivo de la trama.
Evidentemente, este tipo de acciones repercutirán de forma negativa en nuestra reputación si alguien nos ve cometiendo fechorías, lo que podría acabar por convertirnos en el blanco de los cazarrecompensas o peor todavía, de la venganza de un ser querido de la víctima al que dejamos escapar.
Se trata de un juego en el que hay montones de formas de resolver una misma situación y que nos permite ser muy creativos a la hora de plantear nuestras estrategias. Podemos apostar por un enfoque sigiloso y discreto o entrar por la puerta principal arrasando con todo, pero en ambos casos podremos convertir al escenario y a los objetos que nos rodean en nuestro mayor aliado. ¿No llegamos a un sitio? Busca algo que puedas agarrar y mover para usarlo como plataforma. ¿Hay un molesto grupo de enemigos que bloquea tu camino junto a una caja de balas? Lánzales un cóctel molotov para que ardan y que la cajetilla se caliente lo suficiente como para que sus proyectiles salgan disparados en todas direcciones (aunque cuidado con la vegetación y los barriles de aceite si no queréis provocar un descontrolado incendio a gran pantalla). ¿Hay una puerta cerrada con llave pero no está blindada para ser irrompible? Nada que un buen cartucho de dinamita no pueda solucionar. ¿Llueve y vuestros enemigos están mojados? Buscad una manera de electrificarlos y disfrutad del espectáculo.
Casi cualquier acción lógica que se os pueda ocurrir para salir al paso, lo más probable es que la podáis hacer y tenga su correspondiente reacción. Esto también propicia que sea un juego muy "sistémico" en el que las cosas se puedan descontrolar de muchas maneras distintas, propiciando situaciones tan inesperadas como sorprendentes que tienen lugar de manera orgánica y natural.
Como dijimos antes, nuestras acciones también tienen un gran impacto en la narrativa y el mundo siempre reacciona a ellas, por lo que las numerosas decisiones que tomemos y la manera en la que resolvamos muchas misiones (o pasemos de ellas) irán dando forma a nuestra partida, transmitiéndonos la sensación de estar en un mundo vivo y en constante evolución. Los personajes que mueran lo harán para siempre (o bueno, quizás regresen como zombis para devorarte...), los pueblos abandonados o arrasados se pueden recuperar con el tiempo, no ayudar a alguien puede tener consecuencias fatales por muy opcional que pueda parecer dicha misión, el ciclo de día y noche es importantísimo y todo lo que hagamos durante la historia de uno de los héroes tendrá su impacto en las aventuras de los siguientes a los que nos toque controlar. Gracias a todo esto, el título resulta en una experiencia muy divertida y absorbente en la que cualquier paso en falso puede conllevar una imprevisible reacción en cadena, invitándonos a guardar constantemente para no arrepentirnos luego.
En lo puramente mecánico, comentar que estamos ante un juego de acción en el que todo se desarrolla en tiempo real y con unos controles similares a los que podríamos esperar de un twin stick shooter, cámara aérea incluida. Eso sí, los combates tienen un ritmo mucho más pausado y las coberturas son muy importante para no acabar agujereados a las primeras de cambio. Además de pegar tiros, rodar y agacharnos, también contaremos con una serie de habilidades que consumen parte de una barra de energía, la cual también puede invertirse en saltar hacia un lado para disparar con el tiempo ralentizado al más puro estilo Max Payne.
Siendo sinceros, los enfrentamientos son, por lo general, un tanto simples y no demasiado profundos, por lo que la mejor táctica suele ser fijarse bien en el escenario antes de atacar para así tender una buena emboscada y liquidar a varios rivales de golpe antes de que tengan siquiera tiempo de reaccionar. Eso o dedicarnos a hacer tareas secundarias y a explorar para hacernos más fuertes consiguiendo mejor equipamiento, un buen suministro de ítems consumibles, las reliquias con las que desbloquear las técnicas de cada protagonista y las cartas doradas con las que acceder a las mejoras pasivas que comparten todos los personajes.
Quizá una de las cosas que menos nos han gustado del juego sea su IA, muy torpe y errática. Al menos hace por intentar cubrirse y esquivar, pero a veces tiende a comportarse como pollos sin cabeza y no han sido pocas las veces en las que hemos visto cómo nuestros enemigos y aliados se han quedado atascados en varios sitios sin hacer nada. Por supuesto, esto también afecta al sigilo, haciendo que estas secciones no sean todo lo satisfactorias que deberían, así como a la propia inmersión en la aventura, rompiendo ese buen trabajo que sí hacen el resto de elementos del juego para sumergirnos en su mundo.
En lo negativo también destacaríamos el diseño de algunas "mazmorras" que visitaremos, pues tienden a repetir ciertos patrones en sus estructuras y las posibilidades que nos ofrecen sus escenarios acaban por resultar demasiado similares. No es que sea muy grave y, de hecho, hay algunas muy buenas e interesantes, pero creemos que podrían haber dado más de sí.
Una buena dirección de arte y un inquietante apartado sonoro
En lo que respecta a sus gráficos, se trata de una aventura muy discreta en lo técnico que no os sorprenderá ni con sus modelados, animaciones, escenarios ni efectos, pero que sabe compensarlo con una dirección de arte muy buena que mezcla numerosos elementos conocidos (western y terror sobrenatural) para crear algo único. Además, el diseño de criaturas es bastante bueno y las ilustraciones de las que hacen gala los retratos de los personajes nos han gustado mucho. Al final, lo importante es que consigue crear una buena ambientación, algo que se ve reforzado por un potente apartado sonoro con composiciones muy inquietantes, perturbadores efectos de mucha calidad y un narrador (en inglés) que, a pesar de no estar muy presente, sabe darle el tono perfecto a sus líneas. Por supuesto, los textos están traducidos al español.
Conclusiones
Weird West es una aventura con la que nos lo hemos pasado realmente bien y que tiene un altísimo componente rejugable que seguramente os animará a jugar alguna partida adicional más allá de las cerca de 20 horas que os durará la primera vez. Un título que nos lleva a un mundo extraño, interesante y que transmite la sensación de estar vivo y en constante evolución, reaccionando a todas nuestras acciones y decisiones para permitirnos así escribir nuestra propia historia y forjar nuestro camino sin tener que restringir por ello nuestra libertad. Hay pequeños detalles que creemos que se podrían haber cuidado más, como la IA enemiga y aliada, o el diseño de algunas "mazmorras", pero, en general, es una obra en la que lo bueno prevalece sobre lo que no brilla tanto. Si os apetece algo distinto y os atrae su ambientación, no dudéis en darle una oportunidad.
Hemos realizado este análisis gracias a un código de descarga para PC que nos ha facilitado Cosmocover.