Análisis de Total War: Warhammer II (PC)

En mayo del 2016 llegó a nuestros ordenadores uno de los juegos más esperados por los fans de la estrategia, Total War: Warhammer, un título que, por fin, hacía justicia al juego de "tablero" de Games Workshop ambientado en un universo fantástico, después de varios intentos fallidos en los videojuegos que no habían conseguido alcanzar el éxito que sí hicieron los títulos inspirados en Warhammer 40.000.

Casi un año y medio después se lanza Total War: Warhammer II, la segunda entrega de lo que desde un principio se ha anunciado como una trilogía, que añade un nuevo territorio y más razas al gran cóctel que The Creative Assembly logró fabricar con su primera entrega.

Un nuevo territorio por explorar y cuatro nuevas razas

Total War: Warhammer II nos presenta una nueva campaña que girará en torno a un poderoso vórtice arcano, que el cónclave de magos de los Altos Elfos forjó para extraer los Vientos de la Magia e intentar absorber a las hordas del Caos, para devolverlas a su demacrado y putrefacto reino.

La acción se desarrolla en el Nuevo Mundo y más concretamente en los territorios de Lustria, Ulthuan, Naggaroth y las Tierras del Sur, donde podremos encontrar diferentes razas y clanes que, como suele ser habitual en el universo Warhammer, siempre tienen una excusa u otra para combatir, más aún cuando todas ellas quieren sacar algún tipo de provecho a ese poderoso vórtice élfico.

Por lo tanto, antes de comenzar la campaña deberemos de escoger entre alguna de las cuatro nuevas razas que están disponibles y que, en esta ocasión, se tratarán de los Altos Elfos, Elfos Oscuros, Hombres Lagarto y los silenciosos Skavens, una de las más divertidas de jugar y con más peculiaridades para su control durante el desarrollo de la aventura.

Cada una de ellas contará con dos poderosos señores legendarios, cada uno con sus peculiaridades que irán desde distintas unidades iniciales extra a diferentes efectos de facción o señor, así como su propia localización inicial en el mapa.

Entre estos señores hay personajes tan importantes y conocidos en el universo Warhammer Fantasy como Malekith, Tyrion, Kroq-Gar o el Señor Skroll.

Una campaña rejugable, frenética y con decenas de horas de duración

El principal atractivo de este Total War: Warhammer II es su campaña que va a proporcionarnos decenas de horas de juego con cada señor o raza, absorbiéndonos con cada partida y siendo ese clásico "roba vidas" con el que puedes empezar a jugar a primera hora de la tarde y, al mirar de nuevo el reloj, descubrir que ya ha pasado la hora de la cena.

Todo gira alrededor de ese vórtice afincado en Ulthuan que deberemos de controlar para que sirva a nuestros propósitos y llevarnos a la victoria. Para ello deberemos de recolectar ciertos objetos como pergaminos que nos permitirán avanzar en el conocimiento para realizar unos rituales que nos permitirán ganar enteros para controlar el vórtice.

El objetivo principal de la campaña es completar, antes que las facciones enemigas, los cinco rituales necesarios para controlar el vórtice, un objetivo que no será fácil ya que, además de las facciones enemigas, cada vez que realicemos un ritual la capital de nuestro reino y otras dos ciudades se verán asediadas por las hordas del Caos que tratarán de impedir, por todos los medios, que llevemos el hechizo a cabo.

Cada facción, como os decimos, tiene sus propios propósitos para el vórtice, sus propias unidades y características que las diferencian a nivel jugable las unas de las otras lo suficiente como para que el título de The Creative Assembly sea altamente rejugable sobre todo si pasamos de una de las dos facciones elfas a los Hombres Lagarto o los Skavens, una de las razas más atractivas jugablemente por todo lo que os contamos en estas impresiones.

Hay que destacar el ritmo que va cogiendo la campaña tras cada turno y ritual, desencadenando la acción en un final único y frenético cuando estamos cerca de lograr nuestro rito final para alzarnos con la ansiada victoria.

La gestión de nuestras fuerzas en cada turno, una parte crucial en la campaña

Como viene siendo habitual en la saga Total War, Warhammer II contará con dos tipos de estrategia bien diferenciados que muchos conoceréis: la parte táctica por turnos en la que deberemos de investigar nuevas tecnologías, desplazar nuestros ejércitos, gestionar unidades u otras pesquisas y la parte del combate en tiempo real en la que deberemos de tomar el control de nuestras unidades en la batalla.

En el primer apartado nos encontraremos con un entorno familiar que conocemos de sobra con la primera entrega de la trilogía, teniendo que reclutar tropas, llamar a nuevos señores para dirigir nuestros ejércitos, observar con perspectiva todo el mapa para controlar nuestros terrenos y los movimientos del enemigo o gestionar nuestros asentamientos.

Esta gestión será la parte más crucial de la partida si queremos alzarnos con la victoria debiendo de distribuir nuestros ejércitos con inteligencia a lo largo y ancho del mapa e incrementando su dificultad y la duración de cada turno a medida que avanza la partida convirtiéndose en todo un desafío cuando nos encontramos en los turnos finales.

Además, a diferencia de la primera entrega, en Total War Warhammer II podremos asaltar y controlar cualquier ciudad o asentamiento que queramos en el mapa, no teniendo límite alguno a la hora de expandir nuestros territorios en el Nuevo Mundo pudiendo someter todas y cada una de las regiones a nuestra voluntad.

Sin embargo, cada raza tendrá un clima adecuado para su supervivencia y si, por ejemplo, como Hombres Lagarto estamos preparados para sobrevivir mejor en tierras cálidas y húmedas nuestras unidades lo pasarán mal cuando conquistemos los helados territorios del norte de Naggaroth, haciendo que la supervivencia de nuestras tropas fuera de los asentamientos se haga muy cuesta arriba, mermando la fuerza de nuestro ejército.

Además de esta nueva característica, The Creative Assembly también ha añadido ciertas mejoras a nivel jugable, y nuevas alternativas durante la campaña como la dificultad que se encontrarán los Elfos Oscuros y los Skaven a la hora de controlar a sus señores, pudiendo encontrarse con que estos pueden traicionarles en cualquier momento volviendo en nuestra contra, en ocasiones, poderosos ejércitos.

El estudio británico también ha añadido algunas mejoras en la interfaz del juego para hacerla más accesible y cómoda, perdiendo menos tiempo en la gestión de cada turno agilizando así el ritmo de las partidas que podía resultar algo tedioso en algunos momentos de la anterior entrega.

Puro Warhammer Fantasy en la batalla

Ya en la batalla el título sigue siendo puro Warhammer Fantasy, dándonos el control de algunas de las unidades más emblemáticas que los aficionados al juego de estrategia de mesa montamos, pintamos y controlamos durante nuestras tardes de ocio.

En este sentido, poco ha cambiado el juego con respecto a la primera entrega más allá de ciertas mejoras en la configuración de los diferentes campos de batalla para darnos más alternativas en la estrategia que vayamos a tomar durante las mismas.

Como siempre será crucial el intentar controlar las posiciones elevadas y ocultar nuestras tropas para realizar emboscadas durante las batallas, así como estar atentos para evitar flanqueos o ataques por la retaguardia que puedan diezmar nuestras fuerzas con una rapidez inesperada.

Algo que ya ocurría en el primer Total War: Warhammer y que se repite en esta segunda entrega es que tendremos que tener especial cuidado con los señores o héroes al mando de nuestras tropas, ya que su impacto en los combates será crucial y decantará en muchas ocasiones la balanza a nuestro favor o en nuestra contra.

Otra característica que tampoco cambia es la de poder auto resolver las batallas desde la parte de gestión de nuestras unidades, algo que nos ahorrará algunos minutos de juego y que agilizará la campaña.

Sin embargo, hay batallas cruciales que no podremos auto resolver y que deberemos de disputar, si o sí, desde el terreno de juego, por lo que no es demasiado recomendable abusar de la resolución automática para poder estar familiarizados con nuestras unidades y no sufrir en demasía en el campo de batalla.

Además, cuando los números son muy parejos y las posibilidades de victoria sólo rozan el 50% es mejor que optemos por tomar el control de nuestras fuerzas y resolver la batalla con nuestras propias manos ya que, en muchas ocasiones, si actuamos con inteligencia y conocemos bien nuestro ejército, el resultado será mucho mejor que optar por la vía rápida.

La fusión y la vida más allá de la campaña

Uno de los principales atractivos que nos ofrecerá The Creative Assembly a los pocos días del lanzamiento del Total War: Warhammer II es el de fusionar su campaña con la de la primera entrega, uniendo en el terreno de juego el Nuevo Mundo con el Viejo Mundo y ampliando todas las posibilidades del mapa a gran escala.

Además de este detalle que aún no hemos podido probar, Total War: Warhammer II también nos ofrece vida más allá de la campaña para un solo jugador como la campaña multijugador o diferentes tipos de batallas tanto para disfrutar en solitario como para competir con algún contrincante vía online.

Algo que preocupa a los seguidores de la saga es la política de DLC que va a seguir The Creative Assembly con esta entrega del juego después de toda la polémica que se generó con la primera.

Desde el estudio aseguran que han aprendido de los fallos del primer título y comentan que para Total War Warhammer II han preparado una propuesta de contenido gratuito descargable y de pago mucho más equilibrada que en la anterior entrega.

Sin sorpresas en el apartado gráfico

Total War Warhammer II, como ya hemos comentado, llega casi año y medio después que su primera entrega, pero eso no significa que a nivel gráfico se haya dado un salto de gigante ya que, a grandes rasgos, el aspecto será similar al del juego que nos llego en mayo del 2016.

No nos encontramos con un título que nos sorprenda más allá de la incorporación de nuevos escenarios o unos efectos de iluminación un tanto mejorados, aunque, una vez más, cada unidad, héroe o elemento fantástico está llevado al juego con un mimo sorprendente en cada detalle que no defraudará a los aficionados a Warhammer Fantasy.

En el apartado negativo nos encontramos con unos tiempos de carga un tanto elevados para un juego de este tipo, sobre todo en ordenadores menos potentes, y algunas caídas de frames sin motivo aparente en el mapa de batalla táctico, la parte del juego en la que nuestro PC sufrirá en mayor medida.

En cuanto al sonido, volvemos a encontrarnos con una banda sonora de corte épico con piezas muy agradables que nos acompañan muy bien durante toda la campaña. El doblaje al inglés también es particularmente acertado con voces muy logradas y, por supuesto, con sus correspondientes subtítulos en castellano.

Conclusiones

Total War: Warhammer II es una gran segunda parte de la trilogía de juegos basados en Warhammer Fantasy que está desarrollando The Creative Assembly, y que repite todos los aciertos de la primera parte de la misma.

Nos encontramos con cuatro nuevos ejércitos y ocho nuevos grandes señores, cada uno con sus peculiaridades, sus mecánicas y diferentes posibilidades que hacen que la campaña principal del juego sea altamente rejugable y pueda llegar a proporcionarnos decenas de horas de diversión con cada uno de estos ejércitos.

En esta segunda parte se incluyen novedades que nos dan más posibilidades tanto a nivel de gestión como durante las batallas y se introducen nuevos elementos que enriquecen la experiencia de juego. También hemos visto mejoras en la interfaz que nos hacen la vida más fácil y que contribuyen a aumentar el rendimiento de la partida.

Sin embargo, todos estos cambios se queden quizás un poco cortos para poner un dos en el título del juego, y falta por ver si tal y como aseguran, The Creative Assembly ha aprendido de los errores cometidos con los lanzamientos de los DLC y, en esta ocasión, el contenido descargable de pago es mucho más atractivo que en anteriores ocasiones.

Aún así, esta segunda entrega de Total War: Warhammer tiene elementos de sobra como para ser muy recomendable para todos los que disfrutaron con la primera parte de esta trilogía, así como para los aficionados a la estrategia que busquen un título que pueda proporcionarles muchas horas de diversión.

Hemos realizado este análisis con un código de descarga que nos ha proporcionado Koch Media.