Análisis de Shogun 2: Total War (PC)

Clasificar rotundamente un juego de estrategia, es muy difícil. Sobre todo, cuando se tiene entre manos lo que podría ser un nuevo punto y aparte en el género por parte de Creative Assembly. Los creadores de la saga Total War, han tenido varias veces en sus manos conceptos realmente arrebatadores para los aficionados y los seguidores de los juegos de estrategia, pero no han terminado de explotar las cualidades como muchos esperaban. Todos conocemos lo que supuso Medieval, y su notoria y casi excelente segunda parte: un auténtico paradigma en el que cientos de juegos desde entonces han intentado fijarse y amoldarse. Muchos han seguido la senda, incluso dentro de la misma saga y franquicia Total War. Shogun, la primera parte de la línea de títulos basados en el japón feudal de Creative Assembly, consiguió que muchos usuarios se interesasen aún más por las bondades del sistema de juego y el estudio desarrollador. Su esquema jugable, sus conceptos y sus características, lo hacían único dentro de una corriente y un género, que cada vez más se acercaba a los tiempos modernos y futuristas (con decenas de proyectiles y armas imposibles) y que se alejaba inexorablemente de determinadas épocas y recreaciones históricas.

Ahora, mucho tiempo después, llega a nosotros la segunda entrega de Shogun. Shogun 2: Total War es un nuevo capítulo, remodelado, perfeccionado y preparado para convertirse en uno de los mejores juegos de estrategia de la historia. Así, sin más.

Shogun 2 es toda una declaración de intenciones por parte de Creative Assembly, que ha sabido encajar las críticas por sus mediocres e irregulares últimos juegos, que pese a todo pronóstico, no han resultado ser como se esperaban. Shogun 2: Total War es la venida del mesías del género que muchos deseaban.

Bienvenidos al Japón del Siglo XVI

Shogun 2: Total War, se emplaza en el convulso mundo del Japón del siglo XVI. En aquella época, los clanes shogun luchaban por el control de los territorios nipones en encarnizadas luchas tribales, dejando al país hundido en una continua miseria, y destrozando territorios por doquier. Tras la guerra de Onin, donde el país del sol naciente quedó arrasado casi por completo, los clanes shogun más importantes y predominantes en la cultura política y militar del Japón, decidieron movilizar sus fuerzas para asestar un golpe definitivo a tamaño y débil enemigo, con el objetivo de controlar el futuro de la nación y el de millones de nipones. Clanes como los Date, Hojo, Takeda, Tokugawa, Uesugi, Shimazu, Mori, los Oda o Chosokabe, serán los que el jugador podrá elegir al comienzo de su partida, y que en función de ello, tendrán sus propias alianzas, territorios y particularidades o características.

Obviamente, ninguno de los señores de la guerra quería ceder en sus aspiraciones políticas o militares, y para ello, lucharon encarnizadamente hasta el agotamiento. Pactos, estrategias suicidas, guerras y actos de la más cruel venganza...Se avecinaban malos tiempos. Y justo ahí es donde entramos en acción. Shogun 2, al igual que su hermano, y en líneas generales, toda la saga Total War, concede plena libertad al jugador a la hora de afrontar su partida. Nos encontraremos ayuda y consejos, claro está, pero no estaremos condicionados por ellos. El usuario decide como plantear su juego, elaborando sus propias estrategias e historias. Y es que en función de nuestra decisión de escoger una familia u otra, podemos tener una experiencia completamente diferente.

Cada clan es diferente de otro. Según haya sido nuestra elección, nos encontraremos en diferentes partes del Japón (la situación geográfica de cada clan puede llegar incluso a marcar la dificultad del juego, y así se nos avisa antes de decantarnos por una dinastía en concreto), con recursos y misiones muy concretas y diversas. El esquema jugable principal, el núcleo de la experiencia de nuestra partida en el modo principal (Shogun 2: Total War tiene varios modos de juego de los que hablaremos más adelante), no difiere mucho de lo visto en anteriores Total War de la franquicia. Es decir, tendremos las dos clásicas vistas: estrategia por turnos en tiempo real, y la visión global de los territorios y mapas del Japón. Ambas tendrán su vital importancia en el desarrollo de nuestro juego, pero sí lo queremos o lo vemos adecuado, podemos prescindir de cualquiera de ellas. Ambas vistan guardan sus propias características y estilo de juego, los que las hace diferentes, pero a la vez, complementarias (sobre todo si disfrutamos con los preparativos de los combates). En la visión del mapa de la campaña principal, tendremos muchos parámetros sobre los que estar pendientes.

Como líderes del clan o la familia guerrera, deberemos dedicar algo de tiempo a los pormenores sociales y políticos, tecnológicos, ideológicos o económicos antes de entablar batalla. La gestión de estas características podrán incluso decidir el futuro de nuestro clan, por lo que es conveniente estar pendiente de ellas, subiendo o bajando impuestos según creamos, creando nuevas rutas comerciales, mejorando las infraestructuras, tejiendo nuevas alianzas con nuestros vecinos o preparando a nuestro ejército con las mejores armaduras y materiales antes de la guerra. Además, en todas ellas (ya sean unidades, edificios o construcciones), tendremos un amplio grado de mejora. La mayoría de las características o habilidades y apartados nombrados, tendrá su propio árbol evolutivo, que nos reflejará el avance y la técnica o destreza alcanzada en cada uno. El planificar bien una batalla (teniendo en cuenta la multitud de factores ya citados), o el tejer una alianza entre clanes correcta gracias al uso de la diplomacia o al de los infiltrados (muy presentes en el juego), puede definir la victoria o la derrota mucho antes de plantarnos en la batalla.

Las batallas en tiempo real también han visto mejorado su aspecto en general. Las batallas en tiempo real siempre han sido una seña de identidad de la franquicia. La visión de batalla es la parte más espectacular técnicamente y gráficamente hablando, pues será donde veremos luchar y combatir a nuestras tropas con el máximo esplendor, con miles de unidades en pantalla. Su sistema de juego es muy sencillo (y encima ha sido remodelado para la ocasión), limitándose a dar la oportunidad al jugador de seleccionar sus tropas, adjudicarles una misión específica (atacar a una unidad en concreto del enemigo, por ejemplo) y ver como combaten en unas gloriosas 3D. Los combates en este Shogun 2: Total War son más duros y tácticos que en anteriores entregas (sobre todo en las más modernas, donde las armas de fuego estaban mucho más presentes) y la aparición de las nuevas unidades especiales, complican un poco más las cosas (lo cuál es francamente divertido).

Ahora hay que meditar mucho más las posiciones, las formas de movernos por el campo de batalla o la disposición de nuestras unidades, así como su evolución en los ya citados árboles. Una unidad poco entrenada o mejorada, puede ser una carga bastante pesada en un combate contra otra más diestra, favoreciendo a nuestro enemigo llegado el caso. Plantear bien el tipo de unidades, en función a sus equivalentes en los ejércitos contrarios es primordial, ya sea en tierra o en agua, y es que una de las novedades más destacadas de Shogun 2: Total War, es la inclusión de las batallas navales. Su control es algo simple, y se asemeja bastante a lo visto en otros títulos, pero su aparición en la campaña para un jugador dota de variedad y diversión a un juego ya de por sí completo.

Shogun 2: Total War ofrece muchas opciones de configuración y modos de juego para disfrutar al máximo, conforme queramos regular nuestra experiencia con el título. En el Modo Campaña, por ejemplo, podemos ajustar la duración de la partida, eligiendo entre corta, dominación mundial o larga, así como nivelar la dificultad a nuestro antojo.

Quizás la mayor innovación por parte de Creative Assembly en Shogun 2, sea la inclusión de toda una batería de modos multijugador muy interesantes. Por ejemplo, en uno de ellos, podemos vivir la experiencia Total War como si de un juego multijugador online se tratase, con personalización y creación de avatar o personaje incluida, donde viviremos en un mundo persistente ambientado en el convulso Japón feudal en el que se basa el título. En él, aparte de luchar en los combates típicos de la saga, podemos ir evolucionando y mejorando a nuestro personaje o general, conquistar nuevos territorios o unificar zonas en colaboración con los clanes y personajes de otros jugadores. Con cada batalla o misión realizada con éxito, podemos ganar unos valiosos puntos de experiencia, que pueden ser invertidos, por ejemplo, en mejoras para nuestras tropas o avatares.

La complejidad jugable que esconde Shogun 2: Total War, puede llegar a ser abrumadora para los menos expertos o nóveles en el sistema, pero lo cierto es que es muy gratificante. Una vez tengamos claro el leitmotiv jugable del título, sus rutinas y opciones (y es que podemos controlar, modificar y mejorar casi cualquier aspecto que se nos ocurra), nos daremos cuenta de que estamos ante uno de los nuevos referentes del género.

Una dulce composición visual: el estilo gráfico de Shogun 2

Aquí a pocas o ninguna duda al respecto. Si queréis saltaros el párrafo sobre su apartado técnico, podéis hacerlo al leer la siguiente frase: Shogun 2: Total War tiene un apartado y un estilo gráfico y artístico prácticamente impecable. Creative Assembly ha elaborado uno de los juegos más atractivos en el plano visual de cuanto llevamos de año. Quizás no goce de la espectacularidad de otros videojuegos más orientados a impresionar mediante trucos efectistas y rimbombantes, pero es que Shogun 2: Total War tampoco lo necesita. Es un juego de estrategia, no lo olvidéis. Pero el trabajo de los chicos de Creative Assembly es toda una oda a la cultura japonesa. Al desarrollar y planificar el juego in situ (Shogun 2 ha sido desarrollado y concebido en tierras niponas), el espíritu zen y honorable de la cultura milenaria del Japón, ha quedado impreso en el ADN artístico y gráfico del título.

Consigue transmitirnos perfectamente la cultura japonesa gracias a una cuidada y refinada interfaz, plagada de motivos asiáticos (las pantallas de carga están llenas de poemas y citas) y con una fuente de letra y color acorde a la ambientación (la transformación en tiempo real del mapa, con dibujos a tinta que paulatinamente crean contornos y formas en 3D es algo realmente digno de verse). El contraste que viviremos con respecto a nuestra condición occidental es tal, que no dudamos de que más de uno se quedará plenamente maravillado al descubrir los placeres y misterios de una forma de vivir y pensar tan distinta a la nuestra. Si se consigue eso, y en palabras de Assembly, se habrá hecho un buen trabajo.

El estilo gráfico impregna todas las facetas del juego. Si la interfaz ya es meritoria, y muestra del buen hacer, los gráficos del juego propiamente dichos, tampoco se quedan atrás. Apoyado en un motor gráfico acorde a los tiempos que corren, Shogun 2: Total War se ve maravilloso. Como ya hemos comentado, los entornos en los que se ambienta el juego son maravillosos. Veremos ante nuestros ojos como el mapa en dos dimensiones sobre papel, se convierte en terreno tangible y real conforme vamos avanzando con nuestras tropas. Encontraremos construcciones conforme a los escritos y documentos conservados de la época, así como parajes naturales propiamente nipones, con las omnipresentes montañas, bosques y ríos. Las unidades también han experimentado un maravilloso avance, con modelados y animaciones dignas de ser utilizadas como ejemplo en títulos venideros del género. Cada unidad cuenta con su propio comportamiento y aspecto, así como con una serie de animaciones especiales. Ver chocar dos ejércitos diferentes, con sus armas y armaduras propias, en uno de los fastuosos y misteriosos paisajes nipones, es uno de los espectáculos más bellos jamás vistos en un videojuego reciente.

Eso sí, procurad tener un ordenador a la altura, pues los requisitos de Shogun 2 son bastante altos, al menos si se quiere disfrutar y potenciar su tremendo apartado técnico y visual. Desgraciadamente, Shogun 2: Total War no es un juego apto para todos los PC, y es algo que nos damos cuenta desde su misma instalación (pide cerca de 30GB de espacio libre en el disco duro). Creative Assembly debería cuidar un poco más la optimización de sus juegos, ya que privan a miles de usuarios de disfrutar plenamente de un juego como este.

La banda sonora recreará todo tipo de composiciones, desde las más épicas y sonoras, a las melodías más relajantes y propias de la cultura japonesa. El juego está doblado y traducido al español, aunque las voces del juego también están disponibles en japonés. Todo un detalle que ayuda a recrear de una manera casi enfermiza, la época feudal del Japón en la que se basa el juego.

Conclusiones finales

Estamos realmente maravillados. Shogun 2: Total War es uno de los mejores juegos de estrategia que jamás hemos visto. Es una evolución lógica y muy esperada, del concepto visto en la veterana franquicia. Sus creadores han conseguido transmitirnos una sensaciones que hacía tiempo que no sentíamos. Creative Assembly ha perfeccionado su obra magna, y la ha adaptado a los nuevos tiempos. Su sistema de juego se ha visto recompensado con el paso del tiempo, llegando con cambios interesantes, como la mayor personalización y la posibilidad de un juego online más completo que nunca. Los gráficos, así como su apartado artístico, elevan la calidad visual de un título que ya de por sí era atractivo. No habrá nada igual en el género en muchísimo tiempo, de eso estamos seguros. Un juego tan completo, tan complejo y cuidado hasta tal punto, es algo muy difícil de ver y disfrutar en los tiempos que corren. Si te gusta la estrategia, quieres un juego completo y disfrutas con la recreación histórica que permiten las nuevas tecnologías, no lo dudes. Shogun 2: Total War es algo más que simple título de estrategia por encima de la media, es toda una obra maestra del género que deberá ser usada como nuevo paradigma por decenas de estudios con la ambición de ir un paso más allá en la creación de videojuegos.