Análisis de Hector: Badge of Carnage Episode 1: We negotiate with terrorists (PC)
Telltale Games se ha labrado todo un nombre en el campo de las aventuras gráficas gracias a sus entregas episódicas. Aunque en un primer momento llegó al gran público mediante la recuperación de los clásicos Sam & Max, pero también ha conseguido ofrecer sus propias creaciones, juegos basados en importantes marcas como Regreso al Futuro, y ahora asume la labor editora con Hector: Badge of Carnage, otra entrega por episodios que nació en iPhone de mano de Straandlooper y que ahora se adapta a ordenadores, tanto Windows como Mac. Además, abre la colaboración entre las dos empresas: habrá dos capítulos más, ya a medias entre ambas.
Este primer episodio, titulado We negotiate with terrorists, está, por tanto, también disponible a través de la App Store para el teléfono de Apple. Esta versión para ordenador, además de llevarlo a la mayor pantalla de nuestros ordenadores, podría haber aprovechado para traducir el juego a más idiomas, pero lamentablemente sigue la trayectoria de Telltale Games en este campo: solo inglés.
Y es una pena, porque sus diálogos humorísticos esconden algunos de sus momentos más destacados, así que perdérselos es una pena.
El juego se abre con un secuestro. Pero no temas: el título no es ni serio, sino que está siempre de broma, con mucho sarcasmo y sketches de manera que aunque la compañía Telltale es solo la editora se sitúa claramente en su línea habitual de combinar humor con el desarrollo jugable. Por ejemplo, el retrato de los policías pasa por los donuts, la incompetencia… Hector, el protagonista, despierta en una celda, y a partir de ahí se desarrolla toda la historia. ¿En una celda? Pues sí, es policía pero como descubriremos no es un tipo al uso.
Toda la trama de este primer episodio se centra en la negociación con los terroristas y en satisfacer sus -a veces- extrañas demandas. Todo se desarrolla de forma muy tradicional dentro del campo de las aventuras gráficas mediante el clásico sistema de señalar y pinchar (el point & click de toda la vida), y su estilo de humor apuesta tanto por los diálogos ingeniosos y el humor burdo, con mucho doble sentido y chistes sexuales, lo que hace que el juego no sea apto para los más pequeños de la casa, aunque en ningún momento llega a ser explícito, ni mucho menos. Es más bien que -en caso de que sepan inglés- no van a entender los chistes. Un ejemplo obvio empieza ya con el nombre del propio pueblo en el que se ambienta, Clapper Wreake.
En su planteamiento, tradicionalista, debemos utilizar objetos, en ocasiones combinarlos entre sí, hablar con los personajes, e ir consiguiendo objetivos que nos llevan a otro. Muchos son directos, y otros son enrevesados, pero al menos se incluye un sistema de pistas que sirve para que no se nos haga demasiado cuesta arriba. El sistema de pistas, por supuesto, facilita las cosas, pero es nuestra elección utilizarlo o no, y sirve para evitar frustraciones.
Los jugadores experimentados seguramente no tengan que recurrir a este sistema de pistas, pues en líneas generales la curva de dificultad no alcanza un alto nivel en ningún momento, aunque consideramos que su inclusión es acertada para hacer que sea un producto accesible para todo el público sin tener que rebajar la dificultad más allá de lo necesario. No se trata tampoco de que no haya momentos de pararse a pensar, pero desde luego está lejos de los rompecabezas que te dejaban días sin avanzar en las aventuras gráficas de hace unas décadas.
Este primer episodio no resulta demasiado extenso, pero puede ser consecuencia de que su origen está en una entrega para iPhone, por lo que esperamos que los siguientes capítulos sean más extensos. En el campo visual, el juego apuesta por gráficos de corte bidimensional, con estilo de dibujo a mano cercano al cómic, con buenas animaciones y entornos algo estáticos pero hechos con gusto en los que los personajes se integran acertadamente.
La calidad visual general, y de las animaciones en particular, viene respaldada por el propio estudio que es, de hecho, una empresa especializada en dibujos animados. La música es también buena, pero las voces no tanto en todos los casos, aunque la mayoría de los personajes cumplen bien, y algunos concreto destacan sobremanera por la calidad de la interpretación, como el propio protagonista.
Su desarrollo se basa en volver a hablar con muchos de los personajes y revisitar los mismos escenarios en múltiples ocasiones, de manera que aunque no hay mucho contenido en ese frente la historia se alarga un poco más de lo que se podría esperar. Sin embargo, insistimos en que es algo más corto que otros episodios similares editados por Telltale Games.
Conclusiones
Con un fuerte sentido del humor que no teme buscar el gag simple, ni el doble sentido lleno de ironía, su estilo desenfadado con algo de humor sexual, ayuda a conformar una atmósfera poco habitual en los videojuegos que solo unos pocos títulos han perseguido, y normalmente con menos éxito. Su jugabilidad es clásica y se combina con dosis continuadas humor, por lo que se sitúa muy en la línea de algunos de los clásicos del género firmados por LucasArts, aunque le falta ese toque -al menos en este primer episodio- que lo sitúa en el olimpo de las aventuras gráficas. Esperamos que los próximos episodios lleguen pronto, y que mejoren un producto ya de por sí muy interesante.