Análisis de Football Manager 2013 (PC)
No nos andemos con rodeos. Nos encanta el fútbol. Nos desvivimos por los resultados de nuestro equipo. Disfrutamos con cada una de sus jugadas, con sus reacciones, con sus goles. Nos emocionamos con cada fichaje, con cada rumor, con cada movimiento de algunos de nuestros ídolos, con cada noticia. Y entre medio del vendaval mediático que se genera detrás de cada partido y de cada club -en unos más que otros, lógicamente-, y como no podía ser de otra, se encuentra la figura del entrenador o manager de club. Es el máximo responsable de todos y cada uno de los jugadores, del plano deportivo de los mismos y de sus resultados dentro del campo.
Es la cabeza visible de un proyecto de deportivo. El líder reconocido -y reconocible- de los éxitos y fracasos del equipo. Encarnarlo semana tras semana, día tras día o partido tras partido, no es un trabajo fácil. Nadie dijo que lo fuera. Pero a su vez, año tras año, SEGA y Sports Interactive nos vuelven a recordar, que si ellos se encargan de simularlo todo para nuestro goce y recreo, sí que puede ser divertido.
Football Manager 2013, prosigue esa fina línea de cal y césped marcada por sus predecesores, mejorando y añadiendo detalles en esta reputada saga de simulación deportiva, y marcando la diferencia con sus competidores -cada vez más cercanos-. Comienza una nueva temporada.
De vuelta al banquillo: un juego apto para todos
Football Manager 2013, a grandes rasgos, mantiene toda la esencia de sus anteriores entregas y encarnaciones, pero las depura, jerarquiza y distribuye de una forma más lógica, inteligente y sencilla. Que no salten las alarmas: el simulador de Sports Interactive sigue siendo igual de complejo y grande que siempre. Pero, conocedores de que año tras año se suman una gran cantidad de jugadores y aficionados neófitos a esto de los títulos de gestión deportiva, y de que hay una gran cantidad de personas que no disponen de todo el tiempo del mundo para simular una temporada completa, han decidido separar experiencias a fin de evitar y eludir la sensación abrumadora que se abre ante ti un juego de semejantes características y opciones.
Así, Football Manager 2013 decide presentarnos un nuevo modo de juego, llamado Modo Clásico, que aglutina toda la esencia habitual de la saga, pero obvia muchas de las opciones y las simplifica o gestiona de forma automática, evitándonos el hecho de estar pendiente de parámetros y tareas secundarias que a muchos no interesan. Es un modo interesante, rápido, fluido, con ciertas reminiscencias a las versiones más antiguas del simulador, y pese a que trae consigo una interfaz remodelada y notablemente simplificada en cuanto a diseño -aunque visualmente más atractiva que nunca-, atesora los mismos añadidos en el motor de simulación que la versión completa. Esto es, que pese a que todo es más directo y simple, el juego sigue siendo igual de completo y complejo en sus simulaciones y partidos, pese a que tiene ciertas limitaciones -como el número de ligas que podemos jugar a la vez, la eliminación de las ruedas de prensa o las competiciones que podemos llevar al mismo tiempo-.
Este nuevo Modo Clásico -menuda paradoja- es un buen añadido por parte de Sports Interactive, ya que consigue, por primera vez en mucho tiempo, pensar en los jugadores que menos experiencia -o menos tiempo disponen- tienen en esto de sentarse en un banquillo virtual para dirigir a la gloria a su equipo preferido, facilitándoles -y mucho- la primera toma de contacto con un juego de estas características. Si nunca has jugado a Football Manager, y crees que lo mejor sería vivir antes una experiencia introductoria o de tutorial para asimilar las mecánicas más básicas y esenciales, el modo Clásico es la mejor opción.
Cambios tácticos y técnicos profundos y visuales
Football Manager 2013, para tranquilidad de todos, sigue teniendo y ofreciendo su modo tradicional y normal, Modo Carrera, a gusto de aquellos jugadores que quieren controlar todos y cada uno de los aspectos de su club, y que prefieren, como mandan los cánones, cargar tantas ligas y bases de datos como puedan gestionar. SEGA y Sports Interactive, han remodelado ciertos aspectos y han cambiado otros en esta nueva versión 2013, a fin de realizar un simulador más completo, dinámica y realista. El primer cambio, y del que muchos notarán y se percatarán nada más arrancar, radica en la interfaz. En los últimos años, Football Manager ha ido emprendiendo un cambio paulatino a nivel visual de su franquicia, intentando encontrar una identidad estética propia, y a la vez, eliminar todos esos menús contextuales herederos de una época pasada.
Si en la pasada edición veíamos como el texto se reducía considerablemente en pantalla, en esta versión 2013, pese a que siguen presentes las explicaciones y los menús ciertamente recargados, se ha apostado firmemente por un aspecto más visual e intuitivo. Ahora el jugador no tiene que preocuparse por encontrar la opción concreta en un menú desplegable oculto, o se acabó eso de dar interminables vueltas por las pantallas para buscar esa táctica específica que se nos pasó. Volvemos a repetir que no se trata de una casualización. Descontando el agradable estilo visual que ahora destila el juego, recalcamos que es una decisión lógica que favorece el ritmo y la fluidez del juego, algo que muchos echábamos en falta en un título donde las partidas del modo normal pueden llegar a las treinta o cuarenta horas -quizás incluso más- y donde pasamos tanto tiempo delante de la pantalla.
Sports Interactive, también ha dejado su impronta en cuanto a evolución específica de la saga en varios aspectos generales, todos comunes a todos los modos de juego, desde Clásico al modo Carrera, pasando por el Modo Desafío -del que hablaremos más adelante-. El punto negro que siempre ha ido atemorizando -y centrando las críticas de la prensa especializada y los usuarios más fanático-, es el aspecto en tres dimensiones. Dicho modo de visualización llegó como un simple extra hace un par de ediciones, y aunque su aspecto por aquel entonces ya era justo, se recibió de buena gana.
Ahora -por fin- los partidos se visualizan de una manera más realista e impactante, con animaciones más creíbles y ambientaciones más que correctas. Todo goza de una mayor consistencia gráfica, y las retransmisiones, parecen menos automáticas, con una mejor elección de los ángulos para seguir el partido. Ahora las cámaras "siguen" las jugadas y al balón, permitiéndonos un recorrido dinámico y televisivo por el encuentro. Sí, no esperéis grandes derroches en los modelados, estadios y texturas -un Football Manager con el aspecto o el lustre de un Pro Evolution Soccer o un FIFA sigue siendo un sueño húmedo inalcanzable- pero teniendo en cuenta el paupérrimo aspecto que lucía antes Football Manager, el cambio ha sido para mejor.
Football Manager 2013 incluye un modo de juego -heredero de la versión iOS- llamado Modo Desafío. En el, encontraremos la posibilidad de jugar una partida concreta, con una serie de variables y circunstancias condicionantes durante periodos de tiempo cortos. Así, deberemos levantar un equipo presa de las lesiones, ayudar a recuperar el puesto que le pertenece por naturaleza a otro que esté a punto de descender...
No entraremos a gestionar en demasía ni durante dilatados periodos de tiempo el equipo o el club -de hecho, la interfaz y las posibilidades están más cerca del Modo Clásico que del típico modo normal o Carrera-, si no que nos centraremos en superar los retos impuestos, consiguiendo los objetivos y condiciones definidos al comienzo del desafío. No es un modo de juego especialmente original, pero aporta cierto punto de frescura, y bien que nos puede servir de entrenamiento si nos presenta una situación similar en nuestra andadura como entrenador en cualquier de los otros modos de juego que atesora Football Manager 2013. Otra de las novedades, ya más centrada en la simulación propiamente dicha, es la cada vez más creciente labor y presencia del cuerpo técnico y la relación de nuestra figura -como manager y entrenador- con nuestros jugadores. Ambos aspectos se incluyeron y renovaron en la pasada entrega, pero para la edición de este año han recibido su buena capa de lustre. Así, en Football Manager 2013 irrumpe con fuerza la figura y la labor del Director de fútbol. El director de fútbol será la figura en la que deleguemos aquellas tareas que menos nos gusten -o las que nos parezcan más aburridas-, ayudándonos a quitarnos peso de encima en nuestra rutina diaria.
En cierta manera, este nuevo cargo de "Director de fútbol", servirá de I.A avanzada y asistida, algo así como nuestro "segundo al mando" o segundo entrenador, automatizando todo lo que queramos. ¿No queremos preparar nosotros mismos los entrenamientos o las charlas con nuestros jugadores? Delegamos. ¿No nos interesan las vicisitudes económicas de la plantilla o las fichas de los jugadores? Delegamos. Podemos delimitar sus competencias y obligaciones, configurando su papel a medida, y evitando que nos quite todo el poder y peso dentro del club a la hora de tomar determinadas decisiones difíciles. Eso sí, mucho ojo con repartir de forma desequilibrada este tipo de tareas rutinarias, ya que si cargamos en exceso en responsabilidades a nuestro director de fútbol, nos encontraremos con problemas directivos y de vestuario -falta de responsabilidad en nuestras competencias, así como desconfianza por los integrantes del club- que son mejor evitarlos.
Otro aspecto a considerar, también de íntima relación con nuestro trabajo diario, es lo referente a los profesionales que nos rodearán desde asesores y preparadores físicos, ojeadores... A la temida y omnipresente Junta Directiva -que es más insistente y persuasiva que nunca-. Si en otras entregas estas figuras, cargos y departamentos pasaban desapercibidos o tenían funciones limitadas y automáticas, en Football Manager 2013 ganan en peso e importancia. Ahora deberemos tratar más a menudo con ellos, preparar reuniones de evaluación constante, escuchar sus informes y detalles. En el caso particular de los preparadores físicos y técnicos, hemos de decir, que gracias a los renovados entrenamientos, por primera vez en la saga se toman en serio sus funciones -aconsejándonos, por ejemplo, el tipo de entrenamiento que más le conviene al equipo en un momento determinado-, siendo absolutamente claves en el buen rendimiento de la plantilla. Es muy importante prestarles atención -otra cosa es hacerles caso-, ya que nunca sabes cuando pueden alertarte de una baja moral del equipo, de una más que probable estrella en ciernes, de la falta de fondo de un determinado jugador... O de que tenemos los días contados sobre el banquillo del club.
Las relaciones de nuestra figura virtual con los jugadores, el resto de técnicos y miembros del club y los medios, siguen siendo de vital importancia en Football Manager 2013, y como es lógico, han sido objeto de sendas mejoras por parte de Sports Interactive.
Los cambios introducidos por la entrega anterior -2012- fueron muy, muy profundos, y aunque los impartidos e impuestos por esta versión no son tan revolucionarios, sí perfilan ciertos aspectos, haciéndolo todo más realista. Con respecto a nuestros jugadores, seguimos teniendo en nuestras manos la posibilidad de motivarlos y activarlos con unas meras palabras, que tal y como se introdujo en la edición anterior, pueden tener un efecto significativo según el tono -apasionado, asertivo, agresivo, calmado, prudente o reacio-.
Y no solo eso, ya que, por primera vez en la saga, dichas reacciones ya pueden "verse" en tiempo real. Por ejemplo, se han introducido más animaciones y reacciones a nuestras decisiones por parte de los jugadores durante el transcurso de los partidos, demostrándonos así, si nuestros consejos y órdenes son bien o mal recibidas. Dejando a un lado su rendimiento sobre el terreno de juego, Football Manager 2013 incorpora a la palestra de las relaciones, los fichajes, las fichas y nuestro carácter. Ahora, un jugador puede no sentirse cómodo con nuestras reacciones, críticas y comentarios, y pedir más dinero o querer renegociar su contrato por culpa de nuestro carácter. Y al contrario: puede estar tan contento y cómodo con nosotros, que nos puede salir barato y extremadamente beneficioso mantenerlo en nómina del club. Criticar y aplaudir las malas y buenas acciones de nuestros jugadores, si ya era importante, ahora lo es más todavía.
Con respecto a las ruedas de prensa, en Football Manager 2013 se prodiga la mecánica ya vista en pasadas entregas, añadiendo en esta ocasión, sonido ambiente. No es muy allá, pero teniendo en cuenta que el sistema silencioso de etapas anteriores -con posibilidad de definir nuestro tono en las explicaciones y críticas post-partido- ya funcionaba, el sonido es un extra curioso y más que aceptable. Una vez más, recomendamos, de cara a la prensa saber dosificar la polémica en justa medida nuestras declaraciones, evitando caer en las preguntas más provocadoras de algunos periodistas y medios -que irán a buscarlas bajo cualquier circunstancia, sobre todo si son desfavorables para el club, como malos resultados reiterativos o rendimiento bajo de algún jugador en concreto-.
Los amantes de las vertientes sociales y online, tienen un motivo para estar más que contentos: Football Manager 2013 vive, más que nunca, pendiente de la conectividad. No solo hablamos de la profunda integración de redes sociales como Twitter y Facebook para comentar y compartir nuestros progresos, o de la posibilidad de subir y colgar vídeos a través de YouTube. Hablamos de una interesante relación con Steam de Valve para encontrar partidas y organizar encuentros en red con otros jugadores, con los que podemos, aparte de disputar partidos individuales, iniciar temporadas completas, etc. Las opciones son abrumadoras, teniendo la sensación de encontrarnos con un equivalente real del modo para un jugador, con la salvedad de que sabemos que no jugamos contra la máquina y sí contra una persona de carne y hueso que se desvive al ganar o perder con su equipo virtual. Y eso, es un plus.
Conclusiones finales
Football Manager 2013 ofrece todo aquello que nos mostró la edición 2012... Mejorado y expandido. Como es lógico, aparte de tener las bases de datos actualizadas -sigue teniendo la mayor plantilla de jugadores y clubs del planeta, y en concreto la base española llega hasta la 2º división B-, pule algunos defectos y errores vistos en la edición anterior y los sustituye por buenas ideas y mejoras en la mecánica. Su mayor novedad es el Modo Clásico, que simplifica algunas rutinas y acorta el tiempo de las partidas -haciéndolas más llevaderas para aquellos jugadores que no gocen demasiado tiempo- y el Modo Desafío, que nos ofrece objetivos muy, muy concretos con los que poner "límite" y metas a nuestro juego.
El modo principal sigue estando presente, más multidisciplinar que nunca -debemos prestar atención a cada empleado, técnico y asesor del club- y los jugadores, comienzan a ser algo más que meras máquinas o fichas con rostro y estadísticas. Puede que echemos en falta más pasión y ahínco en el plano técnico tridimensional -ha mejorado, pero no tanto como se debería-, con más mimo en el detalle y en los modelados, que acaban siendo pobres para los estándares actuales -por mucho que se trate de un título de gestión futbolística-. Pero, teniendo en cuenta que la entrega del año pasado fue una de las más conservadoras, y de que SEGA y Sports Interactive, por primera vez en bastante tiempo han decidido dar varios pasos adelante, creemos que se merece una mejor valoración y un mayor reconocimiento, tanto por los jugadores fieles como por todos aquellos nuevos a los que intenta llegar. Y es que Football Manager 2013 es el juego perfecto para todo aquel apasionado y aficionado al fútbol en su máxima expresión. Si la edición del año pasado ya nos parecía más que notable, la que ahora nos ocupa, nos deja la impresión de que es casi perfecta.