Análisis Fireside, un entrañable cozy game estilo Animal Crossing que hará las delicias de los aficionados (PC, Switch)
Una fuerte tormenta provoca el naufragio de nuestro buque, al que vemos despedazarse ante nuestros ojos sin poder hacer nada para evitarlo. Entre el oleaje, el impacto de los truenos y los cegadores relámpagos; la única opción para salir de esta con vida parece ser cerrar los ojos y dejarnos llevar por la corriente. Al despertar, comprobamos con alivio que se ha obrado el milagro: hemos sobrevivido, pero toda la mercancía que transportábamos en el barco se ha hundido con él, por lo que toca empezar de cero en un ambiente desconocido y repleto de… ¿amigos? Sí, tanto la isla en la que hemos aterrizado como sus habitantes necesitan la ayuda de un especialista en el siempre excelso mundo del intercambio de objetos. Y nadie mejor que nuestro héroe, un afable mercader, para ponerse manos a la obra.
Esta es la premisa con la que Fireside nos da la bienvenida. La sencilla propuesta del estudio alemán Emergo Entertainment, a quienes algunos conocerán por el entretenido Everdream Valley, llama primero la atención por su colorido aspecto gráfico en 2D para luego atraparnos gracias a un elaborado estilo narrativo, una suerte de mezcolanza entre los juegos de mesa, los puzles, los rogueliteque tan de moda están hoy en día y los denominados cozy games, títulos pensados para disfrutar de un rato tranquilo, relajado e ideal para desconectar de los problemas del día a día.
La unión hace la fuerza
Despertamos en un pantano al calor de una hoguera. Lo hacemos al lado del primer personaje al que conocemos, un amante de la comida que nos introduce en los primeros y más importantes aspectos de la mecánica de juego. Sí, somos mercaderes que hemos perdido toda nuestra mercancía, pero la isla en la que nos encontramos cuenta con un sinfín de recursos, casi tantos como habitantes y problemas. Ya desde la primera pantalla de juego descubrimos la esencia del intercambio de objetos: casi todos los habitantes con los que nos topamos necesitan algo o están dispuestos a realizar un trueque para conseguirlo, ya sea una manta, comida u objetos más importantes para el día a día.
Como en todo trueque que se precie, no basta con ofrecer cualquier objeto sin más a cambio de aquel que necesitamos. Cada personaje tiene una serie de requerimientos y, por lo general, también suelen contar en su haber con algún utensilio que puede hacernos falta para seguir avanzando por el mapeado. Nuestra primera y más importante misión consiste, por lo tanto, en tratar de obtener el objeto que se requiere para cerrar con éxito el trueque. Hay que tener en cuenta que no todos los personajes necesitan algo en especial ni todos son justos a la hora de cerrar los intercambios, por lo que es necesario hacer un pequeño esfuerzo conversando con ellos para entender cuales son exactamente las necesidades de cada uno.
Moviéndonos por la isla
Los trueques se realizan siempre en determinados puntos del mapa marcados por hogueras. Cada hoguera representa a su vez un día de nuestro calendario, por lo que es importante pensar bien a qué zona del mapa queremos dirigirnos antes de tomar una decisión. El agradable aspecto visual del mapeado, bidimensional, colorido y repleto de curiosos detalles, hace que los lentos desplazamientos del héroe sean un poco menos tediosos (existe una forma de saltarlos, pero no se indica claramente desde el juego), algo muy a tener en cuenta cuando ya hemos acumulado una buena cantidad de horas de juego.
Dentro de cada hoguera encontramos a un puñado de personajes. Existen de varios tipos: los principales, que son los que hacen avanzar a la historia y con los que mantenemos las conversaciones más interesantes, y los secundarios, que ofrecen trueques menores, algunas pistas sobre cómo solucionar este o aquel problema y material adicional para cumplimentar las misiones secundarias que se abren a poco de comenzar a jugar. Dentro de cada hoguera contamos con un número limitado de acciones indicado por unos troncos situados en la parte superior de la pantalla. Cada acción consume un tronco. Al agotarse, nuestro personaje se va a dormir sin más preámbulos. Podemos aumentar el número de acciones a realizar echando (literalmente) algo de madera a la hoguera, pero por lo general bastan cuatro o cinco movimientos para obtener lo que buscamos y seguir avanzando sin mayores problemas.
El nexo espiritual
Como cabía esperar, la isla en la que transcurre la aventura no es una isla como otra cualquiera, sino que reside en ella una energía especial, un hilo conector que une a todos los habitantes de esta. El flujo de dicha energía se rompió durante la fuerte tormenta que nos trajo hasta aquí, y no son pocos los habitantes que están pagando sus consecuencias. Por lo tanto, transcurridas las primeras horas de juego descubrimos que existe un lugar llamado nexo espiritual, donde conocemos a Knack, un personaje en el sentido más amplio de la palabra que nos invita, por así decirlo, a recuperar el flujo de la energía que alimenta la isla. Además de tener que aguantar su característico mal humor, Knack hace las veces de guía espiritual para indicar grosso modo qué tenemos que hacer y hacia dónde dirigirnos.
El plano del nexo espiritual es nuestra base de operaciones, el único mapa por el que tenemos libertad total de movimiento. Desde él accedemos no solo a los santuarios que nos transportan a los distintos mapas de la isla, sino también a las edificaciones que podemos construir y mejorar para obtener algunas ventajas mientras la exploramos. Es aquí donde entra en escena la esencia roguelite que mencionábamos al comienzo de este análisis: por la inestabilidad del flujo de energía, al principio solo podemos explorar la isla durante cuatro días.
Recordamos que cada hoguera representa un día, por lo que tenemos la posibilidad de solucionar los problemas de los personajes secundarios dentro de esta línea temporal. Una vez superada, volvemos al nexo espiritual. Y aunque durante la exploración obtenemos un buen número de utensilios y de materias primas, al principio solo podremos llevarnos con nosotros uno de ellos. Todos los demás se pierden.
La energía del alma
Precisamente es este el motivo por el cual es tan importante elaborar una buena estrategia a la hora de decidir a qué hoguera queremos desplazarnos. Los primeros compases de la partida limitan bastante nuestras acciones, pero a la larga y una vez logramos mejorar los edificios del nexo espiritual, conseguiremos también desbloquear más días y obtener más espacio para ir guardando objetos que podrían sernos de utilidad en el futuro. Existen asimismo santuarios que podemos activar empleando la denominada energía del alma, y que sirven a la vez para enviar objetos al nexo espiritual y para marcar nuevos puntos de referencia por el mapeado.
Básicamente, cuanto más diligentes seamos a la hora de conseguir los objetos que nos piden los habitantes de la isla, más energía del alma obtendremos. Y a mayor cantidad de esta energía, más posibilidades de mejorar estructuras que a posteriori facilitan también las opciones de las que podemos hacer uso durante la partida. Dentro de este aspecto es interesante destacar la importancia de la cocina: existen más de sesenta recetas que iremos desbloqueando al hablar con personajes secundarios. Su elaboración, muy simple al principio, se complica considerablemente a medida que avanzamos.
Mejor en pequeñas píldoras
La mecánica, algo desconectarte al principio, se complica dentro de sus propios términos, aunque no nos castiga al cometer errores. Es en este sentido donde se aprecia claramente su estilo de juego relajado. Da igual que salgamos del nexo sin los objetos que necesitamos para elaborar esa receta que nos pide aquel personaje, porque podemos agotar los días (o simplemente regresar a él cuando nos apetezca) sin ningún tipo de repercusión negativa. Aquí no prima nuestra habilidad, sino más bien nuestra paciencia y las ganas de descubrir qué ofrece la trama. Es cierto que estamos ante un título eminentemente narrativo, pero los diálogos son bastante simples y entretenidos. La traducción que se ha realizado al español es magnífica, utiliza el lenguaje no binario y adapta a las mil maravillas el peculiar sentido del humor del que hace gala de cuando en cuando Fireside.
Sin embargo, y en parte por el modelo que sigue la mecánica, las partidas muy largas pecan de ser repetitivas. Podemos avanzar empleando nuestra intuición o simplemente a todo trapo, repitiendo una y otra vez los mismos campamentos hasta que encontremos un personaje secundario que porte el objeto en cuestión que estamos buscando, etcétera. El juego se disfruta más en partidas cortas, jugando durante un par de horitas al día. Como además es necesario recolectar determinados objetos para mejorar nuestro campamento, no tardaremos en descubrir qué método es el más eficiente para mejorar nuestras opciones lo más rápido que sea posible o, dicho en otras palabras: en trampear la mecánica.
Magnífico trabajo técnico
Antes de terminar, es importante subrayar el impresionante trabajo que Emergo ha realizado con el aspecto estético, que sin duda es el elemento más llamativo y sobresaliente del este Fireside. Más allá de los mapas, lo más destacable es sin duda el diseño de los personajes a los que ayudamos. La atmósfera que se respira en toda la aventura es de paz y tranquilidad, algo a lo que colabora que la mecánica no sea para nada exigente. El único pero que se le puede achacar al aspecto técnico es la repetición de las melodías que suenan mientras exploramos. Sí, es cierto que las que podemos escuchar son dulces y relajantes, pero cuando escuchamos la misma canción de fondo durante un par de horas, acabamos o bien bajando o volumen o simplemente ignorándolo por completo.
Es algo a tener en cuenta en una aventura cuya duración oscila entre las quince y veinte horas (si queremos obtener todos los logros). Al margen de esto, también es interesante apreciar que el juego se encuentra actualmente a la venta solo en Steam a un precio que ronda los quince euros. Los usuarios que dispongan de una Steam Deck encontrarán en Fireside uno de esos títulos idóneos para disfrutar en los ratos muertos. Su estética y mecánica encajan como anillo al dedo con la premisa de una consola portátil. Aunque se prevé que el juego vea la luz también en Switch, por el momento no se ha anunciado una fecha de lanzamiento.
Conclusiones
Fireside es una aventura notable. Su aspecto visual nos cautiva, su sentido del humor nos empuja a seguir jugando y su mecánica, no exenta de algún que otro problemilla, es perfecta para disfrutar de partidas cortas en los ratos libres. Su objetivo: desconectar del mundo mientras disfrutamos de los carismáticos personajes secundarios a los que tenemos que ayudar y de su imaginario. Objetivo que cumple con creces con una traducción sublime al español y que además se pone a la venta a un precio irrisorio. Esta mezcla entre simples puzles, narrativa y estética de cuento nos ha encantado (y enganchado). Si os gusta o que ofrece, dadle una oportunidad: no os vais a arrepentir.