Análisis de FIRE (PC, Wii U, Switch)

Los alemanes Daedalic Entertainment ya son toda una eminencia dentro del género de las aventuras gráficas, al haberle insuflado mucha vida durante los últimos años. Si bien la fama y el reconocimiento se lo está llevando Telltale Games con sus aventuras cinematográficas, que cada vez se parecen menos a lo que todos entendíamos por una aventura gráfica, Daedalic sí ha seguido haciendo aventuras de corte clásico, como aquellas que disfrutamos en la época dorada de finales de los 80 y primera mitad de los 90, puro point and click.

Juegos tan buenos como The Whispered World, A New Beginning, la trilogía Deponia, The Dark Eye: Chains of Satinav y Memoria. Y por si no fuera poco con su apoyo al género como desarrolladora, además en los últimos tiempos también está apadrinando otras tantas aventuras como distribuidora, con juegos como los españoles Randal's Monday y Dead Synchronicity: Tomorrow comes Today. Ahora nuevamente como desarrolladora nos llega su últimos trabajo, Fire, un juego que se aleja de sus habituales aventuras gráficas, y se centra exclusivamente en la resolución de puzles, sin diálogos y sin apenas narrativa.
El juego nos pone en la piel de un simpático troglodita, quien es expulsado de su hogar tras fallar en la tarea nocturna de vigilar que no se apague la hoguera de la aldea. Para poder regresar a casa tendrá que explorar la peligrosa a la par que divertida Edad de Piedra en busca de fuego, en una aventura con un tono humorístico para todos los públicos, que se las apaña para sacarnos constantes sonrisas. Humor físico, también conocido como slapstick, ya que el juego no cuenta con diálogos y ni siquiera con subtítulos, y todo se nos narra a través de divertidas imágenes. Algo así como los juegos de Amanita Design, con sus geniales Machinarium y Botanicula, también centrados al 100% en la resolución de puzles.

La aventura está dividida en diez fases, cada una de ellas con tres o cuatro escenarios diferentes, y ni siquiera controlamos directamente a nuestro protagonista como en una aventura clásica, ya que a la hora de desplazarnos solo podemos elegir que cambie de escenario, de izquierda a derecha.
Con el puntero del ratón sí interactuamos con el entorno, cogiendo objetos, activando mecanismos y todo tipo de acciones que siempre se resuelven con un sencillo clic del ratón. Todas las acciones disponibles en cada escenario tienen un sentido, no hay cosas accesorias, y cada fase se trata de un puzle que tenemos que averiguar cómo resolver.

Que cada nivel esté dividido en unos tres escenarios, y que en cada uno de estos haya cuatro o cinco elementos con los que interactuar, facilita bastante las cosas, y a poco que estés familiarizado con los juegos de puzles o las aventuras gráficas, no tendrás grandes problemas para dar con la solución en apenas unos segundos. No quiere decir que el juego sea un paseo, es fácil que alguna que otra situación se te atragante y te tires unos minutos hasta dar con la solución, pero todo es tan lógico, sin querer engañar o hacer trampas al jugador, que siempre acabas dando con la solución de los puzles de una manera natural y bastante rápida.
Unos rompecabezas que son siempre variados, distintos entre sí, y que hacen que el juego sea tremendamente entretenido de principio a fin. Con situaciones tan alocadas como tener que meternos dentro del cuerpo de un dinosaurio, rescatar a una damisela en apuros, satisfacer las necesidades musicales de una tribu, e incluso viajar al espacio, y en el tiempo, en una de las fases más ingeniosas, en la que tenemos que alternar entre tres espacios temporales en un mismo escenario.

Hay hasta momentos de "acción", por decirlo de alguna manera, en los que tenemos que esquivar alguna trampa de manera sincronizada, o mover el puntero del ratón por un laberinto intentando no tocar las paredes. Por su diseño, por la simpleza de la interfaz y de los controles, nos parece un juego ideal para un dispositivo táctil como un tablet, aunque curiosamente de momento solo se lanza en PC, una plataforma de juego que dada la sencillez de su planteamiento quizá le queda un poco grande.
A su entretenida jugabilidad le acompañan unos gráficos simpáticos y vistosos, y una banda sonora igual de alegre y entretenida, un apartado audiovisual que encaja como anillo al dedo con su sencilla y desenfadada propuesta jugable, uno de esos juegos que se juega con agrado y una sonrisa en la boca. Nunca es frustrante y es un producto ideal para todo tipo de público, incluso muy recomendable para introducir a un novato en el género de las aventuras gráficas o los juegos de puzles.

Todo lo que hemos dicho hasta el momento suena muy bien, ¿cuál es el problema? Pues sin duda su duración, nos lo hemos terminado en dos horas, y aunque su precio no es excesivo, 9,99 euros, entendemos que es para pensárselo, es una experiencia grata, aunque excesivamente breve. Para alargar la vida del producto, en cada escenario hay tres monedas escondidas, que en algunos casos son bastante difíciles de encontrar, ya que a veces exigen acciones muy concretas, y con estas desbloqueamos ilustraciones en una galería. Como imaginareis no hay ningún tipo de rejugabilidad, ya que una vez sabes cómo solucionar los puzles, no hay motivos para volver a jugar las fases.
Un buen juego, aunque demasiado efímero

Nos ha gustado casi todo de Fire, su tono humorístico para todos los públicos, sus puzles ingeniosos y a la vez intuitivos, el alegre apartado audiovisual, y en definitiva si te gustan los juegos de puzles, lo vas a disfrutar seguro. El problema es que a un jugador experto en el género le va a durar un suspiro, y quizá tenga más sentido para iniciar a un novato en el género. Como juego para un dispositivo móvil y con un precio ajustado, lo recomendaríamos sin reservas, para PC y por 10 euros, tenéis que saber que es tan corto como fácil, y que hay propuestas mucho más desafiantes, elaboradas y generosas en cuanto a contenido.

Últimos análisis de PC, Wii U y Switch





