Análisis de Corpse of Discovery (PC)
En los últimos años hemos visto cómo han prodigado los "simuladores de paseo", un género que bautizaron así sus detractores, pero que al final ha cuajado, e incluso títulos como el que nos ocupan no dudan en definirse como tales. En estos juegos no suele haber ningún tipo de mecánica de acción, más allá de ir del punto A al punto B mientras vamos descubriendo una historia. Hay juegos que introducen más posibilidades y otros que introducen menos, pero todos comparten un pilar común: la historia es lo más importante.
En títulos así, cuando la historia falla, prácticamente toda tu propuesta se viene abajo, y esto es lo que le pasa a Corpse of Discovery, el juego que nos ocupa. Y es que la aventura como tal es interesante, pero al final su principal pilar se desmorona dejando la experiencia bastante desaprovechada. Os contamos por qué.
Una extraña aventura espacial
Corpse of Discovery es un juego de exploración en el que recorreremos, como astronauta enviado a su última misión, una serie de planetas misteriosos. Claro que la aventura va más allá, ya que nuestro protagonista se ve envuelto en una especie de Groundhog Day –El día de la marmota, Atrapado en el tiempo o Hechizo en el tiempo, depende de dónde viváis–, en el que parece revivir el mismo día una y otra vez, aunque éste cada vez es diferente.
Cada día visitaremos un nuevo planeta, recibiremos nuevos mensajes de nuestra familia y, obviamente, recordaremos lo que había acontecido el día anterior. Nuestra angustia pasa por no saber qué está pasando, si hay escapatoria y si algún día podremos volver junto a nuestros seres queridos. Cabe destacar que no sabemos hasta qué punto se toma el juego en serio, sobre todo a partir de la mitad del desarrollo hacia delante. Ya desde el principio nos encontramos con algunos vídeos un tanto fuera de lugar, y cada vez son más los detalles que vamos viendo que rompen el ambiente que, en un principio, pensábamos que quería crear.
La historia se narra a través de dos fuentes de información principales. La primera es la que encontramos en la base, donde recibimos mensajes de nuestra familia y detalles sobre esta misión siempre cambiante. La segunda es A.V.A., una esfera robótica de ojos –luces– azules que nos acompaña y nos va informando sobre nuestras misiones y los peligros del planeta. Si bien luego se vuelve algo más moderada, A.V.A. puede ser una auténtica pesadilla, narrando cosas con un monótono tono (imitando la voz de un robot) que incluso nos ha llegado a molestar.
En cualquier caso, como decíamos, lo interesante de la historia se viene abajo en la segunda mitad del juego, y nos ha dejado con la sensación de que los desarrolladores no sabían muy bien hacia dónde querían tirar con el argumento, o siquiera cómo cerrarlo. Si os gustan los temas de ciencia ficción y lo filosófico, quizás disfrutéis teorizando tras su final, pero si queréis una historia que de verdad os dé la sensación de un cierre, no creemos que la encontréis aquí.
La batalla técnica
A diferencia de otros juegos de este estilo, Corpse of Discovery consigue ofrecernos una aventura "jugable", ya que introduce la posibilidad de utilizar el jetpack del protagonista para movernos por el escenario, y desafíos propios de cada planeta, como la necesidad de ocultarnos en la sombra para evitar que la radiación nos mate. Así, se hace más o menos dinámico, y evita el paseo constante.
Esto, acompañado a una dirección artística muy interesante, nos va animando siempre a ver cuál es el siguiente planeta, ya que todos son muy diferentes entre sí, y algunos diseños están realmente inspirados. En cada planeta se intenta introducir un pequeño cambio en la mecánica de exploración, aunque al final los escenarios, que son bastante grandes, se nos antojan desaprovechados porque no se recompensa mucho la aventura, y apenas hay alicientes para salirnos del camino marcado.
El problema llega principalmente del apartado técnico. La optimización de juego es nula, y no es un juego que tenga un apartado gráfico lo suficientemente desbordante como para justificar los bajones en la tasa de imágenes por segundo que sufrimos, o el equipo que requiere para mover unos gráficos que, diseño aparte, es poco más que correcto. Lo bonito que es el apartado artístico queda empañado por el técnico, aunque creemos conveniente decir que el equipo ya ha afirmado que está al tanto del problema y trabajando en solucionarlo.
Un juego con demasiados altibajos, recomendado para un público muy concreto
Corpse of Discovery es un juego que venía con buenas ideas, introduciendo mecánicas razonablemente jugables para uno de los llamados "simuladores de paseo", pero que no consigue plasmar sus intenciones con éxito. La historia comienza bien, visualmente tiene buenos momentos y es bastante dinámico, pero la segunda mitad del juego es un tanto confusa, necesita mucho trabajo de optimización y los 14,99 euros que cuesta se nos antojan un tanto elevados para las dos horas y media –tres horas sumo– que dura.
Aun así, creemos que hay un determinado público que puede disfrutar con la aventura: aquel que disfrute con la ciencia ficción, lo filosófico y, obviamente, los juegos donde lo principal sea explorar en busca de una historia y sin nada de acción. Y si encajáis en este perfil, os diríamos que, si podéis pillarlo de oferta, mejor que mejor.