Análisis de Okamiden (NDS)
Hay algunos juegos que cuando salen, marcan un antes y un después. Quizás no sean grandes superventas e incluso es posible que no gusten a un público demasiado amplio, sino que sus jugadores pertenezcan a un colectivo relativamente pequeño, pero tienen algo que los hace ser recordados una y otra vez y encumbrados respecto a otros títulos de su época. Esto es algo que ocurrió sin duda cuando salió Okami en PlayStation 2, convirtiéndose en un título del que se habló muchísimo. Gran culpa de ello lo tuvo su estupenda estética visual, imitando el dibujo japonés y su historia, que se metía en la mitología nipona, además de la base de su jugabilidad: el pincel celestial que nos permitía usar distintas habilidades. Tras una conversión a Wii, nos llega ahora la continuación de aquel título tan mágico que llega en esta ocasión en Nintendo DS.
El argumento de este Okamiden se sitúa nueve meses después de la historia del primer juego. En aquel, se nos contaba como la diosa Amaterasu, en forma de lobo blanco, con ayuda del héroe Susano, conseguía derrotar al demonio Orochi, aunque debiendo regresar a los cielos para recuperarse del terrible combate. Tras estos meses de calma, un nuevo peligro asola Nipon, por lo que de los cielos regresa Amaterasu, esta vez en la forma de un adorable cachorro de lobo blanco quien, ayudado por nuevos compañeros, tratará de hacer que regrese la paz a su tierra.
Además de visitar lugares que ya vimos en el primer juego, nos encontraremos con personajes conocidos, por lo que será un título ideal para los que disfrutaron de la primera parte, aunque los que no hayan tenido la oportunidad de disfrutar de aquel juego podrán comprender toda la historia sin ningún problema, ya que no se da por entendido nada.
Dibuja con tu pincel celestial y abre caminos
De nuevo controlaremos a un lobo blanco, aunque en esta ocasión será un cachorro encantador con algo menos poder que el protagonista de la primera parte. Aún así, seguirá contando con su pincel mágico, que según vayamos consiguiendo pergaminos, nos permitirá adquirir nuevos poderes para avanzar por el juego y atacar a los enemigos. Así, estos poderes, muchos de los cuales ya se han visto de la primera parte como la posibilidad de hacer que brille el sol, hacer florecer los árboles o hacer un corte horizontal (que usaremos para romper piedras en el escenario y atacar a los enemigos. Al principio el uso de estas habilidades es muy evidente, pero conforme vaya aumentando el número de pergaminos que tenemos y, por tanto tengamos más posibilidades, la cosa se irá complicando (aunque siempre será bastante intuitivo).
Para usar nuestro pincel deberemos pulsar L o R haciendo que la pantalla de arriba (en la que nos movemos) pase a la de abajo en tonos sepias. En ese momento tenemos cierto tiempo para dibujar (además de tener que controlar la tinta que nos queda), ejecutándose lo que hayamos dibujando al volver a pulsar uno de los dos botones que activan el modo pincel. En cuanto a la interpretación de lo que pintamos, al principio funciona muy bien, pero según avanzamos y tenemos más cosas por hacer, la cosa empieza a funcionar peor. En este sentido tenemos que mencionar las habilidades que nos exigen trazar una línea desde un objeto o personaje a otro sitio, ya que a menudo no pilla bien el primer elemento sobre el que hemos pulsado (eso se ve porque no cambia la línea al color que debería). Lo peor de eso es que si nos equivocamos no basta con trazar otra línea, sino que deberemos salir y volver a entrar del modo pincel, con el consiguiente retraso. Es una lástima que no hayan pulido este aspecto un poco más, pues aunque no hace que el juego sea injugable, si resulta bastante molesto.
Afortunadamente no estaremos solos en nuestra aventura, sino que en prácticamente todo momento tendremos a un compañero montado en nuestro lomo. El primero de ellos será el joven Kuni, hijo adoptivo de Susano, aunque pasadas unas horas de juego descubriremos a nuevos amigos, cada uno de los cuales tendrán sus propias habilidades que deberemos usar para avanzar por las mazmorras y acabar con los jefes finales. Además de estar en nuestro lomo, en ciertos momentos nuestro acompañante podrá ponerse en pie y nosotros, gracias al pincel, podremos marcarle el camino que queremos que sigan. Esto lo usaremos muy a menudo, pues habrá caminos por los que no podremos pasar nosotros y deberemos mandar a nuestro acompañante para que así active un interruptor o abra un cofre, por ejemplo.
Un pincel muy útil
Mencionábamos antes que alguno de los poderes del pincel los podremos usar en combate. Para ello, primero deberemos tocar a uno de los enemigos que pululan en el mapa (aunque algunos encuentros serán obligatorios si queremos avanzar), pasando en ese momento a la pantalla de lucha en la que irán apareciendo los enemigos por tandas según los vayamos derrotando. Además de nuestros ataques cuerpo a cuerpo (podremos equiparnos con distintas armas) y de la ayuda automática de nuestra pareja, en cualquier momento podremos usar los ataques del pincel, como el corte o la bomba, lo que nos pondrá las cosas más fáciles. Al final de cada combate se nos dará una puntuación en función de cómo lo hayamos hecho, obsequiándonos con dinero y otros objetos.
La mecánica de juego es igual a la de la primera parte. Tenemos un mundo central, dividido en zonas, desde el que tenemos acceso a las distintas áreas del mundo, desde las que accederemos a pueblos o mazmorras. El mundo es grande y vivo, y aunque en un principio estará muy limitado, pronto se nos irá abriendo y tendremos más terreno para explorar, aunque la aventura principal será bastante lineal. A cambio nos encontraremos con una gran cantidad de secretos y misiones secundarias que harán que el juego dure muchísimo si nos disponemos a terminarlo al cien por cien. Para avanzar en el juego, deberemos superar las mazmorras, en las cuales habrá una combinación de combates y puzles (que deberemos superar con el pincel mágico), enfrentándonos finalmente a un jefe. Estos jefes cuentan con un aspecto realmente bueno, aunque lamentablemente hemos de decir que los enfrentamientos con ellos son bastante pesados, alargándose en nuestra opinión de forma innecesaria y repitiendo una y otra vez las mismas mecánicas (que en la mayoría de casos, una vez descubierta como superarlas, no suponen reto).
Gráficamente el juego es realmente bonito y cuenta con un motor gráfico bastante sólido. Nos encontramos con una recreación realmente fiel del original, pese a las evidentes limitaciones, que harán que podamos reconocer perfectamente a los viejos conocidos y los lugares que ya visitamos en nuestra primera aventura. Para conseguir esto, se han tenido que sacrificar el tamaño de los escenarios, encontrándonos con que están divididos en varias zonas entre las que hay carga (aunque es todo muy rápido). La mayor pega que tiene el apartado gráfico son las ralentizaciones, bastante habituales en el juego, especialmente cuando nos acompañan ciertos personajes (se ve que algunos tienen más carga gráfica que otros) y que llegan a ser bastante molestas, aunque no afecten a la jugabilidad en ningún momento.
En el apartado sonoro nos encontramos con muchas melodías del primer juego, lo cual es una buena noticia debido a la calidad de las composiciones. Además, nos encontramos con una gran variedad de efectos de sonido y con distintas "voces" (los personajes no tienen voces, sino que hacen ruiditos) para los habitantes de Nipon. Lo cierto es que este apartado acompaña perfectamente al estilo visual del juego y nos sirve para meternos aún más en este mágico título.
Tan mágico como el original pero con algunos peros
Okamiden es un título notable que sigue la estela del original, manteniendo su estructura y continuando la historia de aquel. A su favor tiene que mantiene la misma magia que el primero, almacenada en su precioso mundo, sus pintorescos personajes y una jugabilidad que ofrece muchas posibilidades. Lamentablemente hay ciertas cosas que afean el resultado, especialmente las ralentizaciones y el problema con el puntero, ocurriendo este último con bastante frecuencia pasadas las primeras horas de juego y resultando bastante incómodo, por no hablar del idioma en el que nos llega el juego, inglés, que hace que no todo el mundo pueda disfrutar de él aunque afortunadamente el nivel no es demasiado alto, por lo que con pocos conocimientos podremos jugar sin demasiados problemas. Aún así, estos fallos son perdonables a cambio de la experiencia que nos ofrece el juego y desde aquí os animamos a que juguéis a la nueva aventura del lobo blanco.