Análisis de The Walking Dead: No Man's Land (Android, iPhone)
The Walking Dead es algo más que un cómic, un show de éxito en televisión o una imparable fuente de ingresos en diversos medios audiovisuales. Es una parte firme de la cultura pop, una referencia para los aficionados al género zombi. Si bien es cierto que el producto para la pequeña pantalla -etiqueta que cada vez tiene menos sentido, pero no por ello sigue siendo menos útil- ha tenido momentos bajos e incluso nefastos -su segunda temporada es a día de hoy, uno de los hitos negativos más remarcables de la serie incluso para la propia AMC-, a día de hoy, The Walking Dead, es una enorme máquina bien engrasada, con más de catorce millones de espectadores de media detrás de cada capítulo.
Cuando se tiene una poderosa licencia -y una poderosa base literaria sobre la que levantarse, y que se lo pregunta a HBO y su ‘Juego de tronos’- es bastante común que se quiera expandir el radio de acción a otros tipos de productos en los que contar historias, agrandar beneficios y de paso, atraer a nuevas audiencias. Los videojuegos acatan este rol a la perfección, ofreciendo un marco y un medio incomparable. The Walking Dead ha tenido adaptaciones de todo tipo, tanto en clave de cómic como de serie, e incluso productos híbridos muy bien recibidos, como los videojuegos de Telltale Games, que siguen siendo la referencia de la franquicia y una de las aventuras gráficas recientes más notables de los últimos años.
Pero es en las plataformas móviles en las que The Walking Dead se siente más cómoda, con versiones y adaptaciones bajo el paraguas de todo tipo de géneros: acción, estrategia… Y en este último y reseñable caso de The Walking Dead: No Man's Land, una sana mezcla entre táctica, gestión y rol.
Siguiendo los pasos de la serie de AMC
The Walking Dead: No Man's Land sigue las pautas de la serie de televisión de AMC, usando incluso su cabecera -adaptada de forma decente para la aplicación-, y la imagen de uno de los protagonistas más queridos por los televidentes: Daryl Dixon -interpretado por Norman Reedus-. Dejando a un lado a Rick Grimes -Andrew Lincoln-, Daryl -invención de los guionistas para el show-, se ha convertido por méritos propios en un elemento indivisible de la adaptación.
Sus frases, tics y acciones, son siempre el eje que pueden salvar un capítulo de la ruina o el olvido, y cuando hablamos de convertir a Daryl en el foco de la acción, de llevar el producto de ser una simple serie de género a una auténtica muestra de arte y ensayo televisivo -si tenéis curiosidad, echadle un vistazo a los episodios centrados en su figura durante la cuarta temporada-.
Dejando a un lado el magnetismo del señor de la ballesta, The Walking Dead: No Man’s Land nos cuenta una historia que los aficionados a la serie quizás conozcan: la caída de Terminus. El videojuego no se centra en el grupo de Rick y los suyos, y aunque Daryl nos acompañará como protector y tutor durante nuestra odisea, esta aventura ofrece al jugador la posibilidad de dirigir a su propio equipo de supervivientes, que tendrán que cooperar para salir sanos y salvos de ese retorcido y peligroso lugar.
Para no chafar la historia a nadie, ni a los recientes lectores del cómic ni a los que todavía no llevan la serie al día, diremos que los eventos de The Walking Dead: No Man’s Land se enmarcan entre el final de la cuarta temporada y los comienzos de la quinta, con todo lo que ello implica. El juego obviamente no pretende contarnos una pieza imperecedera canónica, ni mucho menos, pero sí se molesta en reunir algunos ingredientes básicos del producto de AMC y condensarlos bajo su propuesta jugable. ¿Son suficientes para mantener el interés? Para el más fanático, quizás. Para el jugador ocasional, creemos que no demasiado.
Supervivencia racional
The Walking Dead: No Man’s Land nos invita a dirigir un grupo de supervivientes, darles refugio, comedia y trabajo, y acompañarlos durante un viaje de vuelta al terrorífico lugar y sus alrededores, en pos de buscar más personas y suministros. El primer contacto con el sistema de juego puede augurar lo peor, ya que seamos honestos, esta historia ya la hemos visto antes: un título de rol y táctica, con ingredientes de gestión y una presentación de primer nivel que acaba dándonos la puñalada trapera en un abrir y cerrar de ojos en clave de micropagos. The Walking Dead: No Man’s Land parece seguir la senda, pero nada más lejos de la realidad. Es más, puede que hablemos de uno de los títulos de estrategia y rol más interesantes y equilibrados de la App Store, y de largo, uno de los mejor presentados y diseñados de cuantos hemos probado en los últimos meses. Tiene fallos, indudablemente, y elementos que no cuajan en su planteamiento, pero vayamos por partes.
The Walking Dead: No Man’s Land ofrece dos vertientes de juego. Por una parte, tenemos un sistema de combate táctico, en el que el título nos ofrece luchar contra zombis -o siguiendo la jerga, errantes o caminantes- de forma ordenada, siguiendo una consecuente mecánica de turnos y puntos de acción a gastar según movimientos o ataques concretos. The Walking Dead: No Man’s Land permite que el jugador pueda formar grupos de hasta tres supervivientes, eligiendo armas, habilidades o equipos para cada uno de ellos.
Es decir, tendremos expertos en cuerpo a cuerpo -que podrán usar bates de béisbol o cuchillos, por poner un ejemplo- y otros especializados en el ataque a distancia -con ballestas o pistolas y fusiles-, con lo que la combinación entre ambos tipos es esencial. La potencia de ambos tipos de ataques es desigual, claro está, siendo más efectivos los disparos -en un solo turno podemos derribar desde la distancia a los no muertos- y siendo aquellos que necesitan de cortas distancias, más lentos en derribar zombis.
La disposición de estos niveles estratégicos es muy variada. Debemos movernos por escenarios más o menos reducidos, llenos de criaturas ávidas de carne humana, y plagados de obstáculos y elementos que nos obligarán a movernos con inteligencia. No es X-COM, pero casi, al menos hablando de un sistema básico de movimiento, turno y acción. Además, The Walking Dead: No Man’s Land premia a los jugadores que decidan explorar y descubrir cajas con víveres y otros elementos -como walkie talkies, con los que llamar a nuevos supervivientes-, ya que de forma íntima, van ligados a la gestión principal del campamento.
Si tenemos un sistema de lucha y táctica, además de progresión -nuestros héroes van subiendo de nivel-, también tenemos una mecánica de gestión o campamento, en el que plantearemos nuestras incursiones en un mundo en ruinas. El campamento en The Walking Dead: No Man’s Land es vital -o al menos, digamos, intenta serlo- con una serie de construcciones en forma de campos de entrenamiento, huerto y similares, en los que gestionaremos los recursos obtenidos en las incursiones. Para desplazarnos tendremos un vehículo, que consumirá gasolina -energía que nos limitará su uso y el número de misiones a las que podemos acceder-, así que no hay que olvidar que estamos ante un free-to-play.
El sistema free-to-play de The Walking Dead: No Man’s Land es bastante transparente: al final de cada misión tendremos cajas cerradas que descubrir, que nos darán elementos como los citados -comida, energía o monedas del juego-. Si alguna vez estamos faltos, podemos comprarlos con monedas, esperar varias partidas sin salir intentando obtenerlas en el campamento o viendo vídeos y tráilers de publicidad cada cierto tiempo.
El juego no penaliza en exceso, y las muertes raras veces significan que nos quedemos atascados, pero nunca está de más recordar que es mejor tomarse las cosas con pausa y tiento. Desgraciadamente, la gestión del campamento, aunque importante, parece automatizarse en exceso una vez conseguimos cierto nivel o estatus, quitándole gran parte de la gracia a esa parte del juego. Podemos ir sobrados de materiales o elementos si jugamos de forma muy esporádica, con lo que la sensación de estrategia, se diluye en el tiempo. Es más un trámite que una necesidad, y eso perjudica a la app.
The Walking Dead: No Man’s Land es un título claro, con una interfaz muy cómoda -nada abotargada de elementos absurdos y menús indescifrables- que además, está traducido al castellano. Gráficamente retiene algo del espíritu de la serie, con niveles recreados en 3D muy parecidos a los homólogos reales del show de AMC, y con unos personajes, que aunque más allá de Daryl no son muy originales, detallados y distintos unos de otros.
Los zombis son algo más repetitivos, pero es un verdadero placer verlos caer de varias formas diferentes entre estallidos de sangre, quejidos y gritos. El audio retiene parte de la atmósfera sonora de la serie, con temas originales y alguna que otra pieza extraída directamente del producto televisivo -como la cabecera-. Esos sí, el juego requiere de un iPhone 5 o superior para ser jugado con comodidad, algo a lo que, como recomendación, añadimos el hacerlo en una pantalla grande y amplia -iPhone 6 o superior, iPad mini o superior o iPad Air o superior-.
Conclusiones finales
The Walking Dead: No Man's Land es una más que agradable aproximación a la serie de televisión en forma de juego de táctica y gestión. No es X-COM, de acuerdo, pero sí es un videojuego que se toma en serio la licencia y ofrece una mecánica estratégica sólida, aun cuando su sistema de gestión de recursos y campamentos no termina de ser realmente útil.
El videojuego, que goza de una presentación notable y de unos gráficos dignos de reseñar, consigue que nos entusiasmemos planteando combates contra interminables hordas de zombis, pertrechando a nuestros héroes y arriesgándonos, nivel tras nivel, por botines más suculentos y mejores supervivientes con los que compartir nuestro día a día postapocalíptico. The Walking Dead: No Man's Land es un divertido título, que recoge lo mejor de la adaptación de AMC y lo enfunda en una aplicación notable que ningún fanático del universo puede dejar pasar.
Para analizar este juego lo hemos descargado de la App Store de manera gratuita.