Análisis de Theatrhythm Final Fantasy (Nintendo 3DS)

Si hay algo que no ofrece mucha discusión en la conocida saga de juegos de rol de Square Enix es la calidad de su música. Hay entregas míticas que han dejado una huella imborrable en la mente de millones de jugadores, cada uno tiene su favorita, otras que no han podido ser disfrutadas por los jugadores europeos, al menos en su momento, y algunos Final Fantasy que no ponen de acuerdo a nadie, amados y odiados a partes iguales, pero la música siempre ha sido excepcional y una de las señas de identidad de la serie. Este año la saga cumple su 25 aniversario y de momento Square lo ha celebrado con el lanzamiento el pasado mes de febrero de Final Fantasy XIII-2, la continuación de la discutida decimotercera entrega, y ahora este peculiar Theatrhythm Final Fantasy para Nintendo 3DS.

Gracias al maestro Nobuo Uematsu desde la primera entrega en 1987 hasta la decimocuarta lanzada en 2010 hemos podido disfrutar de unos preciosos temas musicales, inolvidables en algunos casos, que han quedado para el recuerdo en el mundo de los videojuegos y más concretamente en el de los RPG. Del primero al noveno se encargó al completo de la composición de todos los temas, tarea que ya compartió con otros dos compositores en Final Fantasy X y XI, en Final Fantasy XII solo realizó una melodía, y en la decimotercera cita faltó, volviendo a la saga en la hasta el momento fallida decimocuarta entrega online, que eso sí cuenta con una música genial. Por tanto ha participado en todos las entregas de la serie menos en el discutido Final Fantasy XIII, y a pesar de esto es un título que cuenta con una gran banda sonora.

Alguien tuvo la ocurrencia dentro de Square Enix de aprovechar tantas melodías excepcionales y hacer un juego musical con todas ellas, que repasará la historia musical de la saga. Una idea un poco arriesgada y que en un principio a muchos fans de la serie les sonó a otro producto para seguir aprovechándose del nombre Final Fantasy, pero que finalmente, para sorpresa de todos, ha terminado siendo un gran juego. Y no solo eso, aunque pueda parecer una afirmación muy arriesgada, es uno de los mejores Final Fantasy de los últimos años, un producto bien hecho, respetuoso con la saga y lleno de contenidos y diversión.

Nostalgia y muchas horas de juego por delante

Aunque no haremos otra cosa que pulsar la pantalla táctil en tres tipos de prueba musicales, Square Enix le ha intentado dado dar una pequeña y anecdótica premisa argumental. "Caos y Cosmos, estos son los dioses que gobiernan toda la Creación. El espacio que hay entre ellos de se denomina el Ritmo, y es justamente allí donde nació el Cristal Melódico, cuya presencia colma el mundo de armonía. Sin embargo, las fuerzas caóticas del universo se han vuelto más poderosas, rompen el equilibrio y debilitan cada vez más la luz del Cristal. Solo una sola cosa podría restaurar ahora el resplandor del Cristal: la Rhythmia, ondas musicales que lo llenan todo. El viaje musical de nuestros héroes acaba de empezar…".

Al comenzar a jugar solo tendremos un modo disponible, Series, pero pronto desbloquearemos más modos y posibilidades. Primero tendremos que crear un grupo de cuatro héroes, teniendo disponibles para elegir un personaje por entrega de la saga: Guerrero de la Luz, Firion, Caballero Cebolla, Cecil Harvey, Bartz Klauser, Terra Branford, Cloud Strife, Squall Leonhart, Yitán Tribal, Tidus, Shantotto, Vann y Lightning –podremos desbloquear nuevos personajes echándole unas cuantas horas-. Por tanto tenemos personajes y temas musicales del primer Final Fantasy al trece, y no se encuentran spin-off como Final Fantasy Tactics o secuelas como Final Fantasy X-2. Una vez tenemos nuestro grupo creado ya estaremos listos para jugar, y solo tendremos que elegir una de las trece entregas.

La jugabilidad es muy sencilla e intuitiva, y no necesitaremos ni una explicación para empezar a jugar y hacerlo bien. En pantalla superior, la 3D, van apareciendo notas al ritmo de la canción y tienes que tocarlas en el momento justo en la pantalla táctil, cuando pasan por encima del objetivo, una esfera vacía. Dependiendo de la precisión con el que las toquemos, nos valorarán con "good", "great" o "critical!", que es lo mejor posible, y si fallamos nos la puedan dar como "bad" o si ni siquiera llegamos a pulsar y la perdemos como "miss". Dependiendo de los aciertos y errores recibiremos más o menos puntos, y una valoración al final de la canción como C, B, A o la mejor, S.

Hay tres tipos de notas. Las de toque, que basta con tocar la pantalla táctil en el momento juego; las de deslizamiento, en las que tienes que deslizar el lápiz sobre la pantalla en la dirección que marca la flecha, y que son las más fáciles de fallar; y por último las de continuación, con las que tienes que tocar la pantalla cuando aparece la primera, mantener el lápiz apretado, y soltarlo en la última nota de la línea, aunque hay una variación en ocasiones en las que esta última nota tiene una dirección, y tienes que deslizar el lápiz en la dirección correcta antes de levantarlo de la pantalla.

Con estas nociones ya sabrás jugar, y de hecho al comienzo, en la dificultad "basic", da la sensación de ser un juego demasiado fácil, pero no hay que confiarse ya que hay dos dificultades más, mucho más desafiantes y por tanto divertidas. Así que hay que tomarse estos primeros compases para aprender las mecánicas básicas, disfrutar de la música y por qué no intentar sacarse todas las canciones en clasificación S, y si es con un "Perfect Chain" mejor que mejor –esto es no fallar ni una sola nota-.

En el modo Series tenemos que elegir uno de los trece Final Fantasy disponibles y jugar sus cinco canciones seguidas, aunque realmente sean tres donde competimos de verdad, ya que el tema inicial y el final consisten en pulsar sobre un cristal que nos da Rhythmia -los puntos del juego y con los que desbloqueamos diversas cosas- mientras aparece en un texto que nos hace un breve resumen de la historia de ese Final Fantasy. Lo importante es el BMS, tema de combate, FMS, tema del mundo, y EMS, tema de vídeo.

En los temas de combate las notas aparecen de izquierda a derecha divididas en cuatro carriles, uno para cada personaje, teniendo que activar la nota cuando pasa por el objetivo. Si lo haces bien, ese personaje atacará al enemigo como si fuera un combate hasta derrotarlo, y aparecerá uno nuevo, así hasta que se acabe el tiempo. En ocasiones aparece el "Feature Drive", unas notas especiales que si apretamos correctamente nos permiten realizar una invocación, como Ifrit o Shiva que lanzan un devastador ataque.

En los temas del mundo las notas también aparecen de izquierda a derecha pero solo vamos con un personaje y un único carril de notas. Aunque aquí lo que cambian son las notas de continuación, que dibujan unas líneas ascendentes y descendentes que tenemos que seguir. Si nos sale bien el "Feature Drive" llamaremos a un chocobo que hará que avancemos más rápido, ya que cuanto más lejos lleguemos en el escenario más posibilidades tenemos de recibir algún objeto.

Y por último en los temas de vídeo mientras se reproduce un vídeo con escenas del juego en cuestión tenemos que pulsar las notas que van apareciendo a lo largo de la línea de guía. Si realizamos bien el "Feature Drive" el nivel sigue con una versión extendida al final que nos permite hacer más puntos. Estos son los tres tipos de fase, además de los llamados temas de nivel extra, que nos podemos saltar si queremos o bien sumar Rhythmia.

Durante cualquier canción, en cualquier modo de juego, los personajes reciben puntos de experiencia, así como si lo hacemos muy bien distintos objetos y equipamiento, y aquí entra el componente rolero de Theatrhythm. Cada personaje tiene parámetros como el nivel, los puntos de vida, el daño, la magia, la agilidad, suerte o los puntos de habilidad. Por ejemplo si tenemos mucha suerte podremos conseguir más objetos y tendremos más posibilidades de esquivar daño durante las canciones, ya que siempre contamos con una barra de vida que si llega a cero se acaba la canción. Algo que en al principio, en la dificultad básica, parece imposible, pero que luego no lo es tanto en los niveles avanzados.

Las habilidades son técnicas especiales que te ayudan a terminar las canciones. Están las activas que se accionan cuando se cumplen ciertos requisitos, y luego las pasivas que siempre funcionan. Cada habilidad requiere unos puntos CP para poderse equipar, y según subamos de nivel ampliaremos nuestra capacidad de equipar habilidades. Los objetos tienen diferentes funciones, pero solo se puede equipar uno a la vez, para todo el grupo, y son de un solo uso así que desaparecen una vez utilizados. A todo esto de las habilidades y los objetos no le prestaremos demasiada importancia al principio, pero en las fases más difíciles nos ayudarán mucho.

Una vez que en el modo Series hemos superado una entrega de Final Fantasy, desbloqueamos sus canciones para el modo Challenge, donde podemos elegir las canciones de manera individual. Aquí ya podremos elegir una dificultad más, "expert", y si superamos la canción en esta dificultad desbloquearemos una más, "ultimate", un auténtico reto. Además de Series y Challenge tenemos un modo más, Chaos Shrine. En este jugamos las llamadas Dark Notes, unas partituras que contienen un tema de combate y uno del mundo. Se generan de manera aleatoria, con combinaciones de canciones, dificultad y otros elementos infinitos. Cuando superas una Dark Note, se desbloquea otra, y podemos ver los objetos que nos quedan por desbloquear en esa partitura.

Es en este modo donde podremos descubrir y jugar nuevas canciones, que no están en Series ni en Challenge, ya que hay más tres canciones por entrega. De hecho hay 77 canciones disponibles en total, una cifra que no está nada mal. Chaos Shrine se puede jugar solo o en cooperativo entre cuatro jugadores, para lo que se necesitan cuatro 3DS con sus respectivos juegos. Todos los jugadores juegan la misma canción a la vez compartiendo una única barra de vida, y si cualquiera de ellos la pifia, fastidiará a todo el grupo. Por desgracia Theatrhythm Final Fantasy no ofrece ninguna opción online, tan solo descargar canciones pagando.

Hay personajes desbloqueables, podemos ver los vídeos en el teatro, escuchar las canciones, y conseguir cartas de personajes y enemigos de una numerosa colección de cromos. Es un juego en el que siempre estamos consiguiendo cosas, como subir de nivel a los personajes, obtener objetos, los Rhythmia que desbloquean todo tipo de extras, y hay hasta trofeos, una especie de logros, un total de 64. Es uno de esos títulos que te engancha y te invita a jugar, ya que siempre estás progresando y consiguiendo cosas.

77 canciones para todos los gustos

La selección de temas nos parece muy acertada, aunque claro con una saga tan longeva y unas bandas sonoras tan buenas se han quedado grandes temas por el camino, ya que cada uno tiene sus favoritos. No falta Celes´s Theme y Terra´s Theme de Final Fantasy VI, One-Winged Angel y Aerith´s Theme de la séptima entrega, y The Man with the Machine Gun de Final Fantasy VIII (cuánto nos alegramos cuando vimos que se habían acordado de este tema). Se encuentran temas vocales tan famosos como Suteki Da Ne de FFX (sí, en su versión japonesa), o Melodies of Life de FFIX. Claro que echamos algunos temas de menos, pese a ser 77, y basta con mirar los temas descargables de pago (1 euro) para enfadarse un poquito al ver uno que te gusta mucho dentro de esta selección, como puede ser Cosmo Canyon de FFVII.

Lo que hay que reconocer es que la música suena realmente bien, alta, nítida, sin ningún problema de compresión, y se ha hecho un gran trabajo al respecto, también a la hora de recuperar los temas más antiguos y que suenen correctamente. Los vídeos también están muy trabajados, se ven perfectamente y tienen un montaje acertado, e incluso usan el efecto 3D. Sobre esto hay que decir que se juega muy bien con él activado, viendo las notas en primer plano y el resto de elementos al fondo.

En general tiene una presentación muy cuidada, y el diseño casi super deformed o infantilizado de los protagonistas se entiende y acaba resultando agradable, ya que unifica con acierto diseños tan dispares de las diferentes entregas, lo que no impide que reconozcamos con facilidad a los personajes. Los enemigos e invocaciones de todos los FF también cuentan con un buen diseño, y gráficamente cumple de sobra y ningún elemento en pantalla nos impide seguir en todo momento las notas, que es lo que verdaderamente importa a la hora de jugar y disfrutarlo. En el aspecto negativo comentar que llega con textos en inglés, algo con lo que ahora parece que va a empezar a castigar Square Enix a los usuarios de 3DS. Nos da igual en este juego, no es el dramático caso de Kingdom Hearts 3D: Dream Drop Distance, aquí no hay mucho texto que leer, pero lo queríamos dejar claro.

Un buen homenaje a los 25 años de la saga

Como decíamos al principio del texto algo que es indiscutible en la serie Final Fantasy es su música, espectacular. Y este título nos lo recuerda, no ha habido ni una sola entrega que haya bajado el listón en este aspecto, con temas más o menos memorables, pero siempre rozando el sobresaliente. Es un placer para los oídos y un regalo para los seguidores de la serie, si te gustan los títulos musicales y Final Fantasy es casi imprescindible. 77 temas con cantidad de extras y desbloqueables que te tendrán pegado a la consola durante mucho tiempo. Al principio puede parecer demasiado fácil, pero cuando descubras su dificultad Ultimate te lo pasarás en grande. Un gran juego musical y un buen y merecido homenaje a la música de tan mítica saga, en un producto muy cuidado y completo, que hará rememorar a través de los oídos grandes e inolvidables momentos a los amantes de los RPG japoneses.