Análisis de Sayonara UmiharaKawase eShop (Nintendo 3DS)
Que la distribución digital se ha convertido en la puerta de entrada para propuestas que de otro modo nunca nos llegarían es un hecho, y como prueba reciente tenemos el estreno en Occidente de Sayonara UmiharaKawase, la última entrega hasta la fecha de una veterana saga que comenzó su andadura en Super Nintendo y que hasta ahora se había mantenido como una gran desconocida fuera de las fronteras japonesas.
La caña de pescar, esa gran aliada
Para quienes nunca hayan oído hablar de este juego, decir que nos encontramos ante una aventura de plataformas en 2D cuya mecánica principal gira alrededor del uso de una caña de pescar.
Gracias a ella nos podremos enganchar a paredes, muros, objetos, enemigos, etcétera., lo que nos permitirá sortear todos los obstáculos que vayan saliendo a nuestro paso.
Si buscáis algún tipo de argumento en esta aventura, lo mejor será que busquéis por otro lado, ya que aquí eso no existe. Por no haber no hay ni una introducción. Directamente escogeremos la pantalla que queremos jugar en el mapa principal y nos pondremos al lío. Si hay algún rastro de historia, sería el hecho de encontrarnos en un extraño mundo con peces gigantes del que tenemos que escapar completando niveles.
Los niveles suelen ser muy cortos, aunque bastante difíciles y desafiantes, por lo que nos llevarán más de un intento superarlos, ya que el más mínimo roce con un enemigo o una caída nos devolverá directamente al principio. Lo bueno es que las físicas están muy bien diseñadas y sus controles son prácticamente perfectos, por lo que las mecánicas que hacen uso de la caña de pescar resultan de lo más interesantes, ya que dominarlas nos llevará mucho tiempo y bastante práctica. Por ejemplo, podemos engancharnos a una pared, recoger el hilo para pegarnos a ella y luego ir bajando poco a poco hasta el suelo, aunque un jugador experto será capaz de engancharse, saltar para impulsarse con el hilo sin recoger y aprovecharse del impulso como si de una liana se tratara para llegar a una plataforma más lejana y así ahorrar tiempo.
¿Competir contra el crono o explorar con tranquilidad?
Es precisamente aquí donde se encuentra una de las mayores virtudes del juego. Los niveles están diseñados para ser completados tanto a contrarreloj como con calma, por lo que si sois unos amantes de los speedruns le sacaréis bastante partido al juego buscando las mejores formas de recortar décimas (para el resto, la aventura puede que se os quede algo corta). Además, para incentivar la competitividad, el título también cuenta con marcadores para que podamos compararnos con el resto del mundo.
En cambio, si sois de los que preferís explorar cada rincón, aquí encontraréis algunos coleccionables ocultos en cada nivel, muchos de los cuales os requerirán un gran nivel de habilidad para conseguirlos, e incluso que le deis varias vueltas a la cabeza para averiguar qué tenéis que hacer para llegar a ellos. Por otra parte, hay que mencionar que algunas pantallas cuentan con varias salidas distintas, lo que nos llevará por diversos recorridos, cada uno con sus propios niveles y finales. En total, tenemos 50 fases para superar entre todos los caminos posibles.
Otra mecánica importante la encontramos en la posibilidad de parar el tiempo, lo que nos permitirá calcular con mayor precisión todos nuestros saltos y maniobras, especialmente si jugamos con Noko, el único personaje capaz de moverse con el tiempo ralentizado. Y sí, existen varios personajes jugables, cada uno con sus propias características especiales, incluyendo un par capaces de aprovecharse de los puntos de control para reaparecer en ellos cuando mueren.
Un detalle que nos ha resultado muy interesante es que el título nos permite guardar las repeticiones de los niveles que completemos, de forma que así podamos revisar cómo lo hemos hecho para buscar formas de mejorar nuestros tiempos, lo que resultará muy útil a todo aquel que busque vapulear sus propias marcas.
Un aspecto algo negativo lo encontramos en lo repetitivo que llega a hacerse toda la aventura, ya que los niveles no aportan demasiadas novedades ni mecánicas nuevas que consigan mantener nuestro interés demasiado vivo. Además, las pantallas, aunque están bien planteadas y funcionan realmente bien, tampoco cuentan con un diseño especialmente rompedor y que consiga deslumbrar.
Gráficamente el juego no es ninguna maravilla, con unos diseños de personajes muy simplones y unos escenarios con una variedad prácticamente inexistente. Los enemigos también se repiten bastante y no esperéis ver tampoco ningún efecto gráfico que os vaya a deslumbrar. Destacar también el pobre uso del efecto 3D, el cual apenas se nota, por lo que os recomendamos jugar con él desactivado. El sonido sigue una tónica similar, con una banda sonora no demasiado inspirada y que llega a repetirse bastante.
Conclusiones
Sayonara UmiharaKawase es un título muy de la vieja escuela que está dirigido a un público muy concreto. Su alta dificultad, lo repetitivo que puede llegar a resultar, su peculiar propuesta e incluso su apartado visual echarán para atrás a más de uno, aunque si os gustan los juegos de plataformas 2D en los que tengáis que calcular al milímetro vuestros movimientos y sois aficionados a completar pantallas a contrarreloj, en este título encontraréis buenas dosis de diversión.