Análisis de Project X Zone (Nintendo 3DS)
Cuando el año pasado Capcom, Namco Bandai y Sega anunciaron que estaban trabajando juntos en un misterioso proyecto para Nintendo 3DS, no fuimos pocos los que sentimos bastante curiosidad por saber qué era lo que se traían entre manos. No pasó demasiado tiempo antes de que se anunciara de forma oficial Project X Zone, un prometedor juego de rol y estrategia por turnos protagonizado por las grandes estrellas de cada compañía. Además, el hecho de que estuviera desarrollado por Monolith Soft, creadores de títulos como Xenoblade Chronicles, Baten Kaitos o Super Robot Taisen OG Saga: Endless Frontier, en colaboración con Banpresto, era una garantía de calidad que no hacía más que aumentar nuestras ganas de ponerle las manos encima.
Sin embargo, las expectativas de que llegáramos a ver en Europa una versión localizada, aunque fuera al inglés, resultaban, cuanto menos, desesperanzadoras. No en vano, se trata de la secuela de Namco X Capcom (también obra de Monolith Soft), un título para PlayStation 2 lanzado en el 2005 que por desgracia nunca llegó a ver la luz en Occidente. Por ello, cuando el pasado mes de enero Namco Bandai anunció que el juego no se quedaría en las tierras del Sol Naciente, estamos seguros de que no fuimos los únicos que celebramos la agradable y sorprendente noticia.
Finalmente la espera ha acabado y tras haber podido disfrutar a fondo de su versión final, podemos aseguraros que la espera ha merecido la pena. Un producto destinado a un público muy concreto y que quizás no todo el mundo sepa apreciar, pero que ofrece mucha diversión, una gran cantidad de horas de juego, y sobre todo, fanservice a raudales, lo que hará las delicias de cualquier aficionado a las sagas de estas míticas compañías japonesas.
Héroes y villanos
Como ya hemos mencionado unas líneas más arriba, la historia de Project X Zone nos sitúa un tiempo después de los sucesos de Namco X Capcom, por lo que muchos de los personajes con los que nos encontraremos ya se conocen entre sí tras haber combatido juntos en aquella aventura, a pesar de pertenecer a diferentes mundos, universos y edades temporales. El argumento comienza con el robo de un valioso y mágico artefacto, tras el cual comienzan a sucederse toda clase de extraños sucesos al mismo tiempo que muchos mundos se ven asediados por todo tipo de monstruos.
Esto hará que Mii Koryuji, una estudiante y animadora de instituto entrenada en artes marciales y heredera de un veterano linaje de monjes que lleva luchando contras las fuerzas del mal desde hace generaciones, decida salir a buscar el artefacto robado, el cual resulta que es propiedad de su familia. Para ello contará con la ayuda de su mentor y guardaespaldas personal, Kogoro Tenzai, un detective privado experto en ninjutsu y con el ego algo subido.
Como podéis ver por las descripciones de sus dos protagonistas, no estamos ante un juego con una trama precisamente seria. El guion no resulta nada del otro mundo y se convierte en una mera excusa para llevarnos de un mundo a otro, conociendo y reclutando a muchos de nuestros personajes favoritos de videojuegos. A pesar de ello, merece la pena destacar que se hace lo suficientemente entretenido y ligero como para mantener nuestro interés durante toda la aventura, aunque sinceramente, no será lo que más os importe.
Aquí lo que realmente nos animará a seguir son las ganas de descubrir cuál es el siguiente universo que nos tocará visitar y con qué personajes nos toparemos, para así poder ver cómo nuestros héroes se relacionan entre ellos, lo que nos deparará situaciones muy cómicas y entrañables, con diálogos realmente divertidos que conseguirán sacarnos más de una sonrisa a poco que sepamos quién es quién, ya que sus personalidades han sido genialmente retratadas.
Ver cosas como las reacciones de todo el mundo al descubrir que Heihachi ha rejuvenecido (impagables las de Chris Redfield y Jill Valentine), a Frank West sacando fotos de todas las chicas del juego para su "reportaje" y pidiéndole un Mega Buster a Tron, a Dante interesado en Sir Arthur, quien está considerado el primer cazador de demonios, o a Xiaomu totalmente enganchada a The World (el MMORPG ficticio en el que se ambienta la saga .hack), apelan descaradamente al fan que todos llevamos dentro sin ningún tipo de tapujos, lo que acaba provocando que la historia pase a un segundo plano y no le demos mucha importancia a si es buena o mala.
Evidentemente, la única pega que le podemos encontrar a esto es que no conozcáis a la mayoría de sus personajes, ya que muchos de ellos pertenecen a juegos muy poco populares y minoritarios en Europa o que directamente no han llegado a salir de Japón (Sega, ¿para cuándo Valkyria Chronicles 3?). Este problema se intenta subsanar con una enciclopedia que podremos consultar en cualquier momento y en la que podremos leer una pequeña biografía de cada uno de ellos, aunque no evitará que os perdáis de tanto en tanto cuando los héroes y villanos que desconozcáis salten a escena.
Combatiendo en equipo
Por mucho que nos guste ver un crossover de esta magnitud, si la jugabilidad no acompañase, todo el fanservice que ofrece quedaría en saco roto, algo que por fortuna no ha resultado ser así. Project X Zone es un juego de rol y estrategia por turnos muy centrado en los combates y la acción, los cuales tienen más peso incluso que el realizar cuidadosos movimientos estratégicos.
Cuando le toque el turno a alguno de nuestros héroes (cada unidad está formada como mínimo por una pareja de personajes predefinida y que no se puede alterar), podremos moverlo por el mapa según su radio de movimiento (varia de uno a otro), al igual que en muchos otros juegos del género, aunque a diferencia de la mayoría, aquí la única acción que gasta turno es la de atacar. Gracias a esto podremos hacer cosas como movernos hacia un cofre para hacernos con sus contenidos, usar todas las habilidades y objetos que queramos, destruir elementos del escenario y finalmente atacar a uno de nuestros rivales. Y todo ello dentro del mismo turno de acción de un solo personaje, lo que nos permitirá arreglar errores con relativa facilidad al no tener que valorar cuidadosamente qué acción debe hacer cada personaje.
Como excepción a esta regla tenemos la acción de Rescate, gracias a la cual podremos "resucitar" a una unidad que haya caído en combate, acercándonos a ella siempre y cuando tengamos un 100% de XP (algo que explicaremos más adelante), lo que también consumirá nuestro turno. Por lo tanto, tampoco tendréis que preocuparos demasiado si dejan K.O. a una de vuestras unidades, ya que podréis volverla a levantar sin miedo a perderla.
Pero lo realmente interesante llega a la hora de atacar. Aquí no dependeremos de complejas estadísticas y porcentajes que resuelvan de forma automática el encuentro, con el consecuente factor "suerte" que tan frustrante puede llegar a hacer este género en ocasiones. Cuando vayamos a ejecutar nuestra ofensiva, la vista isométrica del mapa general cambiará a una lateral donde podremos introducir diferentes comandos para realizar combos que minen la vida del enemigo y suban nuestra barra de XP, la cual es compartida por todos los personajes y necesitaremos tener bien llena para un buen número de acciones.
Estos se realizan con sencillos comandos basados en pulsar el botón A junto a una dirección o a secas. Aquí será muy importante medir bien el timing de cada uno de nuestros movimientos, ya que cada técnica tendrá sus propios efectos sobre el enemigo, permitiéndonos alzarlo, hacerlo rebotar contra el límite del escenario, provocarle estados alterados, etcétera, por lo que si pulsamos botones a lo loco probablemente fallemos más de la mitad de los golpes.
Otra de las claves de los combates radica en conseguir que el enemigo no toque el suelo, de forma que le impidamos activar una barrera protectora que bloquee nuestros golpes hasta que se la rompamos. Esto resulta más fácil de decir que de hacer, ya que cada tipo de rival tiene un peso distinto, lo que varía la forma en la que reaccionan a los ataques y nos obliga a aprendernos bien qué movimientos ejecutar en cada momento, según nuestra pareja de héroes y el peso del enemigo.
Para darle algo más de complejidad y profundidad a las batallas, también podremos invocar a un personaje de apoyo que hayamos asignado a dicha unidad y a una pareja que se encuentre en una casilla contigua a la nuestra. Los primeros atacarán y nos permitirán mantener suspendidos e inmóviles a nuestros enemigos para poderles golpear a placer, mientras que los segundos simplemente se dedicarán a realizar una combinación de golpes.
Todo esto acaba derivando en un sistema de combate aparentemente simple, pero que nos invita constantemente a encontrar los combos perfectos y más efectivos con cada uno de los personajes, lo que consigue convertir las batallas en todo un vicio en busca de mejorar y optimizar nuestras ofensivas.
Hasta ahora hemos mencionado varias veces la barra de XP, la cual podremos rellenar recibiendo daño, con ataques normales, golpes críticos (se realizan golpeando al enemigo justo en el momento antes de que vaya a tocar el suelo) y Cross Hits, los cuales se producen cuando impactamos sobre un rival a la vez que una unidad de apoyo y nos permiten sobrepasar el límite de 100% de energía a 150%. Como dijimos antes, se trata de un medidor compartido entre todos los personajes que nos permitirá activar habilidades (las cuales cambiarán según el personaje de apoyo asignado a cada unidad), realizar el ataque definitivo de cada pareja, rescatar a una unidad caída, desatar un ataque en área, defendernos y contraatacar.
Como podéis intuir, la mayor parte de las decisiones estratégicas que tomemos estarán relacionadas con cómo administramos el medidor de XP, lo que multiplica la importancia de realizar buenos combos para maximizar los puntos obtenidos. ¿Ahorrar energía para poder defendernos o usarla para desatar nuestro ataque más devastador? ¿Curar a nuestros aliados heridos con una habilidad o aprovechar que tenemos a varios enemigos a tiro para realizar un ataque de área? No son elecciones demasiado complicadas, pero aportan un punto de estrategia muy bien recibido y que ayudan a animar las partidas.
En cuanto al desarrollo de la aventura decir que es totalmente lineal. Avanzaremos nivel tras nivel siguiendo la historia y entre ellos solo podremos guardar partida, consultar la base de datos, asignar unidades de apoyo, equipar objetos a nuestras parejas (solo pueden llevar dos) y practicar combos, por lo que no esperéis encontrar un mapa general ni nada similar.
En lo que respecta a las misiones en sí mismas, estas cuentan con una nula variedad de objetivos y se limitan a pedirnos que acabemos con todos los enemigos o con un jefe en concreto para superarla (con alguna que otra pequeña excepción). A medida que damos buena cuenta de los rivales y pasan los turnos, se suele producir algún que otro evento que por norma general cambia las condiciones de victoria y derrota, además de traer consigo una nueva oleada de criaturas a batir.
Los mapas tienen un buen tamaño, aunque nos hubiese gustado que cada uno de ellos tuviera elementos únicos y especiales que nos obligaran a plantear nuestras estrategias de forma diferente, ya que en cada nivel tendremos que enfrentarnos a muchísimos enemigos y esto le ayudaría a ganar algo de variedad. Decir que a pesar del enorme número de rivales que tenemos que abatir en cada misión, el juego no es especialmente difícil, lo que lo hace muy recomendable para iniciarse en el género, aunque los más veteranos echaréis en falta un desafío mayor.
De lo que sí que no nos podemos quejar es de su duración. Con más de 40 capítulos por delante y teniendo en cuenta que la mayoría de ellos nos llevará una media de entre 30 minutos y una hora para completarlos (los hay que duran hasta dos horas), os podéis hacer perfectamente a la idea de que no se trata de un juego precisamente corto.
El arte de los sprites
Gráficamente Project X Zone es uno de esos juegos que entra por los ojos casi sin proponérselo, gracias a unos cuidados escenarios poligonales, unas ilustraciones para los personajes de altísima calidad y, especialmente, gracias a los geniales sprites de los que hace gala para representar tanto a los héroes como a los enemigos en los combates. Todos ellos están perfectamente recreados, son totalmente reconocibles y cuentan con unas animaciones pasmosamente suaves y bien ejecutadas.
Además, los efectos gráficos están muy conseguidos, llegando a sus máximas cotas de espectacularidad cuando realizamos los ataques definitivos de cada pareja o cuando invocamos a la vez tanto a nuestro personaje de apoyo como a una pareja aliada, lo que pone en pantalla a cinco personajes repartiendo leña en un festival de luces y efectos sin que el juego se resienta lo más mínimo. Os aseguramos que el juego gana enteros en directo, por lo que no os fieis demasiado de los vídeos ni de las imágenes. En la parte negativa mencionar que el uso del efecto 3D es bastante anecdótico y apenas aporta nada.
Finalmente, en lo que respecta al sonido, Project X Zone cuenta con una gran banda sonora que remezcla una buena lista de temas clásicos de los juegos y sagas de los personajes con los que podremos jugar, los cuales escucharemos en los turnos de cada uno de ellos, lo que nos parece todo un detallazo que nos ha encantado y que nos ha ayudado a meternos mucho más en el papel. Por pedir nos hubiera gustado que los temas originales que eran vocales se hubieran mantenido con voces (resulta especialmente sangrante lo que se ha hecho con la canción del vídeo de introducción en la versión occidental), como Over the Clouds de God Eater o Stairs of Time de .hack//Link.
El doblaje se encuentra únicamente en japonés, lo cual nos parece una buena noticia, ya que el trabajo realizado por los actores originales es sencillamente genial. El problema es que tal y como era de esperar, nos ha llegado solo con textos en inglés. El nivel usado es muy básico y no os hará falta ser unos virtuosos de la lengua de Shakespeare para enteraros de lo que está pasando, aunque sí que puede resultar un escollo para más de uno y más de dos.
Conclusiones
Más allá de la sorpresa y alegría que nos supone ver un producto como este en Europa, Project X Zone es un juego que nos ha hecho disfrutar enormemente viviendo nuevas aventuras con muchos de los personajes con los que hemos crecido como jugadores, y no precisamente por su historia, sino por el carisma que desprenden todos ellos y por su adictivo sistema de combate. Es cierto que se echa de menos un mayor componente táctico y un nivel de desafío algo más elevado, pero si el inglés no te supone un problema demasiado grave, te gustan los juegos de rol y estrategia que se salgan de la tónica habitual y conoces a la mayoría de sus estrellas como si fueran ya parte de tu familia, difícilmente te equivocarás con el crossover soñado de Capcom, Namco Bandai y Sega.