Análisis de Mario & Sonic en los Juegos Olímpicos London 2012 (Nintendo 3DS)
Ningún juego ejemplifica mejor la "nueva vida" de Sega como compañía de videojuegos para todos los formatos que la saga Mario y Sonic en los Juegos Olímpicos. Con el beneplácito de su antigua rival, Sega lleva unos años haciendo una versión de las Olimpiadas, ya sean de verano o invierno, protagonizadas por sus mascotas más conocidas y las de Nintendo, para las consolas de esta última. Tras debutar en Wii a finales del pasado año, Mario y Sonic en los Juegos Olímpicos Londres 2012 llega ahora a Nintendo 3DS unos meses después, pero todavía a tiempo, muchas semanas antes de la cita londinense de este verano.
No se trata de una adaptación del título de Wii visto hace unos meses, sino un juego completamente nuevo que continúa la tradición de Mario y Sonic en portátil. Como en los títulos de Nintendo DS, esta versión para 3DS tiene una ingente cantidad de minijuegos que aprovechan al máximo las diferentes posibilidades de control que permite la consola.
Además de usar la pantalla táctil, los controles de toda la vida y el micrófono, esta nueva versión aprovecha las novedades de 3DS: la detección de movimiento, además de, por supuesto, la pantalla 3D sin gafas.
Tras una breve introducción en la que nos enseñan tres de las disciplinas deportivas (100 metros lisos, 50 metros estilos y judo), el juego nos lleva a un menú principal donde podremos optar por competir en los minijuegos que queramos o bien seguir el modo historia, una novedad bastante sorprendente. Sonic, Mario y sus amigos viven todo tipo de aventuras misteriosas en Londres, que tendrán que resolver superando diferentes retos en varios deportes, narrándose los diferentes episodios con secuencias cinemáticas. Es un modo sorprendente, y tiene bastante mérito el haber logrado hilar una historia con los diferentes eventos olímpicos que tendremos que superar, con apariciones de todo el plantel de personajes del juego. Sin embargo, los verdaderos protagonistas de este título no son Mario, Tails o Bowser, sino el más de medio centenar de minijuegos que simulan los diferentes deportes de las Olimpiadas.
Sega se ha sacado de la chistera tal cantidad de pruebas que la diversión dará para muchas horas. Aparte, se han esforzado en que cada prueba se juegue diferente, lo que resulta muy divertido, ya que poco tendrán que ver a la hora de jugarse disciplinas relativamente parecidas como los 100 metros o los 110 metros vallas, los 3.000 metros y los 1.500, o los diferentes estilos de natación. Todas las pruebas son diferentes, Sega se las ha arreglado para que se jueguen de una manera especial, cada una de ellas, a veces sorprendiéndonos con su interpretación de cada disciplina. Los resultados son desiguales, en el sentido de que, como es de esperar, unos minijuegos son más divertidos que otros y están mejor logrados. Sin embargo, la variedad está fuera de toda duda.
Por poner unos ejemplos, los 100 metros lisos se juegan de forma parecida al título olímpico anterior, teniendo que salir bien, con un buen impulso, y luego sabiendo cuándo es el momento de esprintar para aprovechar el máximo la velocidad; todo ello pulsando un único botón. Los 110 metros vallas, en cambio, se juegan memorizando una combinación de botones que tendremos que pulsar para superar las vallas, asignándose cada valla a un botón. Los 1.500 metros optan por algo más original: hay que darle a un botón para correr y a otros para movernos y lograr pasar por las "zonas de turbo", pero la peculiaridad es que cada poco cambian los controles. El maratón, en vez de ser una carrera larguísima donde medir nuestras fuerzas, es un juego de coordinación: hay que coger botellas de agua de diferentes puntuaciones, sincronizando nuestra pulsación con la carrera, y controlando cuáles cogen los rivales que van por delante de nosotros.
Pero estos minijuegos "tan solo" usan los botones. Otros combinan la pantalla táctil y el micrófono o, en el caso del baloncesto, usan la detección de movimiento de la consola para simular un lanzamiento. La capacidad del juego de sorprendernos con sus particulares implementaciones (e interpretaciones) de cada disciplina es bastante increíble, y aunque obviamente no todos los minijuegos tienen la misma calidad ni son igual de divertidos, la variedad y la cantidad se imponen a los defectos que puedan tener algunos. Están pensados para ser jugados muy rápido (solo tenemos un intento, de hecho, en pruebas como salto de longitud, o incluso de pértiga, donde tenemos que "apostar" pensando en qué listón intentarán superar los niveles), pero precisamente eso hace del juego una gran experiencia, muy llevadera y variada, rápida y muy adictiva gracias a incluir un sistema de bonificaciones (nos dan "monedas" para una máquina de premios) y una serie de récords olímpicos y mundiales que superar. Cuando seamos muy buenos en un minijuego podremos superar esas puntuaciones máximas y la sensación de satisfacción es tan alta como en las entregas anteriores.
Entre los minijuegos que usan la pantalla táctil están los que nos piden que apoyemos la consola para tocarla con los dedos con comodidad, o bien los que usan el stylus para plantearnos dibujar figuras o formas en la pantalla. Por ejemplo, la prueba de natación estilo espalda nos requiere que hagamos círculos rítmicamente, logrando que nuestra nadadora alcance gran velocidad cuanto más perfecto sea el círculo. Otras pruebas, como la esgrima o el tiro en el pentatlón, nos piden que dibujemos formas a toda velocidad en la pantalla, o que pinchemos con el stylus con ella para disparar a las dianas.
La selección de personajes ha cambiado ligeramente en esta edición. Ahora ya no tenemos libertad para elegir entre todo el plantel de personajes para cada prueba, sino que hay cinco categorías de pruebas y en cada categoría disponemos de cuatro mascotas diferentes para elegir. Los "héroes" son Sonic, Mario, Tails y Luigi y participarán en pruebas como 100 metros lisos o maratón, entre otras. Las chicas lo harán en pruebas de corte femenino, como la natación o la barra de equilibrios, y son Peach, Daisy, Amy y Blaze. Los "truhanes" son Metal Sonic, Dr. Eggman, Wario y Waluigi, y participan en pruebas poco convencionales como el hockey. Los "contendientes" son Yoshi, Silver, Shadow y Baby Bowser y, finalmente, los "salvajes" harán las pruebas más físicas, como el lanzamiento de martillo o la lucha libre, y son Donkey Kong, Bowser, Knuckles y Vector.
Aparte de poder jugar individualmente a todos los eventos, algunos de los cuales requieren varios jugadores, el título nos ofrece competiciones combinadas. Éstas agrupan las disciplinas en campeonatos donde iremos consiguiendo puntos tras cada prueba, viendo cómo vamos evolucionando en la clasificación. Inicialmente no todos están bloqueados, sino que iremos obteniendo acceso a más eventos a medida que vayamos ganando las diferentes competiciones y progresando a lo largo del juego. Los modos multijugador se limitan a red local, ya sea con otros jugadores que tengan el juego o mediante el modo descarga. No hay un modo online, y habría estado muy bien, pero sí unas clasificaciones online. También hay funciones de compartir contenido, como la posibilidad de crear nuestra propia combinación de pruebas y pasarlas a nuestros amigos.
A nivel gráfico Mario y Sonic en los JJ.OO. de Londres no es el título más espectacular de la consola, pero luce a un buen nivel, con una gran variedad de movimientos y animaciones para los diferentes personajes, y recuerda en muchas ocasiones a la versión de Wii del juego. El efecto 3D es vistoso en muchas ocasiones, y la forma de narrar la historia bastante divertida y llevadera. A nivel sonoro, cuenta con una gran variedad de efectos de sonido, pero no cuenta con voces y la banda sonora, aunque divertida, no resulta demasiado variada.
Muy variado y divertido
Mario y Sonic en los Juegos Olímpicos de Londres es una divertida compilación de minijuegos deportivos protagonizados por algunas de las mascotas más conocidas del mundo del videojuego. El uso que hace de las diferentes posibilidades de control de la consola es muy interesante y exhaustivo y, como os contábamos, las interpretaciones que ha hecho Sega de cada disciplina olímpica pueden sorprender. Es cierto que no todos los minijuegos son igual de buenos, y que tras un primer vistazo a los más de cincuenta minijuegos encontraremos fácilmente diez que no nos gustan o nos resultan tediosos. Lo bueno es que tanto en el modo historia como en el modo libre no hay ninguna obligación de jugar a un minijuego que no nos guste más de lo estrictamente necesario, y así podemos dedicar todo nuestro tiempo a mejorar y competir en nuestras pruebas preferidas. Le falta, eso sí, ese "algo más", un modo de juego que aglutinase mejor todas las pruebas y nos ofreciese retos diferentes cada vez. Aun así, la espectacular cantidad de minijuegos lo compensa.