Análisis de Etrian Odyssey V: Beyond the Myth (Nintendo 3DS)
Si tuviésemos que recomendar una saga de juegos de rol de corte clásico con exploración de mazmorras en primera persona probablemente diríamos Etrian Odyssey sin pararnos ni un solo segundo a pensarlo. Aunque no goce de un éxito ni remotamente parecido al de otras series de Atlus, gracias a su enorme calidad ha acabado por convertirse en una de las más importantes de la compañía japonesa.
Tanto es así que ya vamos por la quinta entrega numerada, por no contar diversos spin-off con otras licencias tan relevantes como Persona, remakes de los primeros juegos o experimentos tan interesantes como Etrian Mystery Dungeon.
Sus bases siempre han sido muy claras: muchas opciones de personalización para crear nuestro grupo ideal, desafiantes combates por turnos y mazmorras con un diseño de niveles complejísimo que nos invitaba a dibujarnos nuestro propio mapa para orientarnos y no perdernos por sus laberínticos pasillos.
Todo esto es algo que se ha mantenido intacto a lo largo de los últimos diez años y que Etrian Odyssey V: Beyond the Myth no pretende cambiar, más bien al contrario, ofreciéndonos una aventura muy continuista, pero con todo el buen hacer y la calidad de siempre.
Más allá del mito
Como suele ser habitual, la historia de esta entrega vuelve a ser lo de menos y no va mucho más allá de darnos la excusa para sumergirnos en una gigantesca mazmorra con el objetivo de llegar hasta el final de la misma para descubrir la verdad que allí se esconde. A pesar de ello, el guion consigue captar nuestro interés al ser capaz de plantear una serie de misterios que nos animarán a continuar para desentrañarlos, incluyendo por el camino alguna que otra sorpresa de lo más inesperada, con una recta final especialmente conseguida.
Pero tal y como decimos, la auténtica salsa del juego la tenemos en su jugabilidad. Como ya hemos comentado, estamos ante un JRPG de corte clásico centrado en exclusiva en la exploración de una gran mazmorra con multitud de pisos para recorrer. Tanto los momentos en los que exploramos como en los que combatimos (por turnos) la cámara siempre se mantiene en primera persona y el movimiento por las mazmorras no es del todo libre, ya que únicamente nos podremos mover en cuatro direcciones, como si fuese un tablero dividido en casillas.
Cada paso que demos, contará como un turno, por lo que haremos que pase el tiempo y se muevan los jefes y F.O.E.s que hayan por el mapa, obligándonos a medir con sumo cuidado nuestros pasos. A excepción de los dos últimos casos mencionados, los combates son aleatorios, aunque gracias a un medidor que se encuentra en la esquina inferior derecha sabremos cuándo estamos a punto de ser atacados por los monstruos de la zona.
Hablando de combates, estos vuelven a ser tan estratégicos, tácticos y duros como siempre, por lo que tener un grupo bien equilibrado y con una buena formación es un requisito imprescindible para avanzar. Esto también significa que aquí tendremos que estar haciendo uso constantemente de nuestras habilidades, por lo que si jugáis a lo loco y dándole simplemente al comando de atacar para ahorrar TP, probablemente no consigáis pasar ni del primer piso, ya que el título no se anda con rodeos y los primeros enemigos que nos encontraremos ya serán capaces de hacernos ver la pantalla de Game Over en cuestión de segundos si no tenemos cuidado y jugamos con cabeza.
Gracias a esto, se han conseguido crear unas batallas tan intensas como satisfactorias que ofrecen su mejor cara cuando nos toca hacer frente a los jefes finales, quienes nos ofrecen unos combates larguísimos, complejos, estimulantes y en los que el mínimo error se paga muy duramente.
Esta dificultad es algo que también está muy presente durante la exploración del mapeado, ya que no pararemos de encontrarnos con todo tipo de trampas y obstáculos que tendremos que aprender a sortear, así como una gran selección de pequeños eventos en los que nos tocará decidir cómo actuar entre varias opciones posibles. Mucho ojo con esto último, ya que, por norma general, suelen entorpecernos y no siempre hay una gran recompensa por completarlos.
Y todo ello por no hablar del retorcido y genial diseño que tienen los mapeados de cada uno de los pisos que recorreremos, repletos de atajos, caminos alternativos y puntos de interés que tendremos que examinar y apuntar en el mapa de la pantalla táctil para orientarnos y no perdernos.
Como veis, todo lo que hemos descrito hasta aquí es algo que se podría aplicar a prácticamente cualquier entrega de la saga, lo que no significa que no haya pequeñas e interesantes novedades con las que la serie ha dado otro pasito hacia delante.
Para empezar, ahora tenemos un nuevo editor de personajes con más opciones que nunca. De entrada, ahora las clases se dividen por razas, existiendo cuatro distintas entre las que escoger. De este modo, cada profesión es exclusiva de alguna de ellas, algo que también influirá en las habilidades raciales a las que podemos acceder.
Así pues, cada personaje tiene dos árboles de habilidades distintos: las de raza y las de profesión, lo que amplía todavía más el número de posibilidades que tenemos a la hora de evolucionar y desarrollar a nuestros héroes para amoldarlos a nuestras necesidades.
Además, también tenemos que señalar que se han aumentado las opciones de personalización estéticas, permitiéndonos modificar los colores de nuestros personajes, pudiendo escoger libremente su color de pelo, ojos y piel, así como la voz que tendrán. No es que sea mucho, ya que el diseño de los héroes sigue estando muy limitado a unas pocas ilustraciones predeterminadas, aunque es algo que se agradece.
En lo jugable nos encontramos con la inclusión de las nuevas Union Skills, unas poderosas habilidades que pueden utilizarse cuando conseguimos rellenar el respectivo medidor de cada personaje a base de combatir. Lo interesante es que estas técnicas requieren que colaboren varios personajes, por lo que tendremos que seleccionar quiénes queremos que participen en su ejecución, gastando de este modo sus medidores.
Cuanto más poderosa o útil sea la técnica, más personajes tendrán que invertir sus esfuerzos en ella, dándole de este modo un toque táctico muy bien estudiado a las batallas al obligarnos a encontrar el mejor momento para ejecutar cada una de las Union Skills que tenemos disponibles, las cuales acaban por convertirse en un recurso prácticamente imprescindible para sobrevivir a las luchas más duras.
Otro detalle que nos ha gustado bastante es la nueva forma en la que están implementadas muchas de las misiones secundarias del juego, ya que ahora casi cualquier tipo de evento con el que nos topemos acabará por convertirse en una pequeña misión secundaria cuya recompensa la recibiremos nada más la completemos, sin necesidad de ir a entregarla a ningún sitio. Os vamos avisando que los hay de todo tipo y a cada cual más sorprendente e inesperado, por lo que estad siempre alerta y no os confiéis.
Como todo buen Etrian Odyssey que se precie de serlo, la duración de la aventura principal es realmente extensa y raro será que os dure menos de 40 o 50 horas. Hay muchos pisos que explorar, multitud de combates por librar, puzles que resolver y personajes que equipar y entrenar para poder enfrentarnos con garantías a todos los peligros que nos esperan, por lo que vais a tener que esforzaros para progresar, aunque sea pasito a pasito.
En lo que respecta a su apartado gráfico, volvemos a tener unos escenarios tridimensionales ricos en detalle y unos enemigos bien modelados, aunque las texturas siguen dejando que desear, los efectos son extremadamente simples y la distancia de dibujado no es demasiado alta. Los entornos son muy variados (aunque algo genéricos al proponer ambientaciones mil veces vistas en otros títulos) y la dirección artística en lo que respecta a diseño de personajes y monstruos vuelve a ser sobresaliente, con unas bellas ilustraciones para los primeros que destacan por encima de todo lo demás.
Finalmente, la banda sonora vuelve a ser otro de los puntos fuertes del juego gracias al genial trabajo realizado, una vez más, por el veterano y reputado Yuzo Koshiro, quien nos ha dejado unas melodías con mucha personalidad que ambientan a la perfección tanto los momentos de exploración como las batallas. Y mucho ojo, ya que se han incluido algunas remezclas de temas clásicos de la saga que son una auténtica pasada.
Los efectos cumplen su función sin muchos alardes, y el doblaje, en inglés, mantiene muy buen nivel en todo momento. Eso sí, os avisamos que, tal y como era de esperar, el título nos llega completamente en la lengua de Shakespeare, textos incluidos.
Conclusiones
Etrian Odyssey V: Beyond the Myth es una entrega muy continuista y que no busca revolucionar la saga en ningún momento, pero que sabe ofrecer a sus fans justo lo que quieren: una gran aventura de rol en la que explorar una gran mazmorra combatiendo por turnos a todo tipo de desafiantes enemigos. Quizá hemos echado en falta alguna novedad más respecto a sus predecesores, pero lo que es indudable es que nos lo hemos pasado genial explorando los oscuros misterios de Yggdrasil. Si os gusta su propuesta entre el vendaval de grandes lanzamientos que estamos viviendo este año, aquí tenéis una apuesta muy sólida en la que invertir vuestro dinero y las horas de vuestro tiempo.
Hemos realizado este análisis gracias a un código de descarga que nos ha facilitado Koch Media.