Análisis de AiRace Speed eShop (Nintendo 3DS)
Cuando AiRace Tunnel se lanzó en Nintendo DS nos ofreció una interesante apuesta por la velocidad en formato descargable mediante DSiWare que logró bordear muchas de las limitaciones técnicas de la portátiles para construir una experiencia interesante, aunque limitada. Ahora AiRace Speed llega a Nintendo 3DS con la clara intención de superar las limitaciones de su predecesor y dar un salto en calidad.
En todo caso, los consumidores tendrán que tener en cuenta que después de ese AiRace Tunnel la desarrolladora, QubicGames, lanzó
Este AiRace Speed parece estar más próximo al primer título de Nintendo DS en la medida en que se percibe como un juego algo limitado en su alcance, si bien es cierto que resulta divertido y atractivo en su visión futurista de las carreras. En esencia tenemos que superar pistas con diversos obstáculos con naves que están a medio camino entre los aviones acrobáticos clásicos y las naves de diseño futurista de sagas como F-Zero o WipEout.
El conjunto general resulta mucho más redondo que cualquiera de sus predecesores, en cualquier caso. En buena medida esto es posible gracias a la superioridad técnica de esta portátil, ya que el potencial gráfico puesto al servicio de la velocidad suele dar buenos resultados y está claro que si a eso le añadimos unos diseños pensados para la espectacularidad pura todo el paquete de contenidos mejora sustancialmente.
La ambientación se sitúa en la estética de un futuro industrializado al máximo donde corremos por circuitos más bien cerrados, en la línea de los túneles del primer juego de la serie, pero que sabe buscar mejores horizontes para abrir su diseño. La sensación de velocidad y la claridad de la imagen son sus principales ventajas a la hora de ofrecer un efecto visual 3D contundente. Lo cierto es que jugar el título con la imagen 3D activada es hacerle un favor, tal y como sucedía en Mario Kart 7, por ejemplo. Esto nos hace plantearnos cómo es posible que no haya más juegos de velocidad en la portátil y, sobre todo, cómo es posible que Nintendo siga negando a los aficionados un nuevo F-Zero.
Todo el efecto 3D se desvanecería si la tasa de imágenes por segundo no fuera suficiente o inestable, y hay que decir que aquí el juego cumple bien con lo que se espera, garantizando una buena sensación de velocidad y suavidad, rasgos fundamentales a la hora de construir una buena experiencia de velocidad. Esto se complementa con un buen control, preciso y agradable, si usamos el pad circular de la consola, ya que la respuesta que se obtiene es fiable. En cambio, si jugamos con la cruceta digital el resultado no es tan positivo.
En cuanto a sus contenidos, este es un título mucho más completo gracias a los 18 circuitos que incluye (AiRace Tunnel tenía únicamente seis, como referencia) y nos encontramos con diferentes opciones de trazado en los circuitos. Por supuesto, esquivar obstáculos y no estrellarnos con las paredes que limitan los circuitos es esencial, pues hacerlo nos penalizará severamente.
Los circuitos no están disponibles desde el principio y hay que ir desbloqueándolos poco a poco, en grupos de tres, consiguiendo la suficiente puntuación en cada lote. Lo que hay que tener en consideración que cada grupo de circuitos tiene su propia nave asociada. Por desgracia, todas se controlan igual y no hay apenas diferencias -más allá de las estéticas-, lo que hace que este sea un punto donde el título flojea. No hay razones reales para bloquear la elección de naves, ya que sus diferencias son visuales y no aportan nada concreto ni específico a los trazados en los que podemos usarlos.
Conclusiones
AiRace Speed es una buena propuesta como juego descargable de velocidad con inspiración futurista y su jugabilidad resulta agradable, aunque tiene determinadas carencias. La más difícil de justificar es que no podamos correr con la nave que queramos, sin limitaciones y que estas, además, no tengan apenas diferencias en su respuesta ni manejo entre sí. Tampoco tiene multijugador, aunque al menos hay tablas de puntuaciones en línea para potenciar su espíritu arcade, aunque un juego de velocidad se podría haber beneficiado muchísimo de poder ser disfrutado junto a más participantes. La batalla contra el reloj y las tablas de puntuaciones en línea potencian la rejugabilidad, claro, y sus 18 circuitos en realidad son suficientes, pero le falta ese punto de diversidad para dar el salto de calidad definitivo.