Análisis de Ace Attorney: Phoenix Wright Trilogy (Nintendo 3DS)

Si juntamos las palabras "videojuego" y "abogados" en una misma frase, lo más probable será que estemos hablando de la saga Ace Attorney. La apasionante serie de duelos legales creada por Shu Takumi puede que no haya gozado de un gran éxito de ventas en Occidente, pero su original planteamiento, sus carismáticos personajes y su interesantísima historia ha conseguido que se haya ganado un hueco y una posición de honor en las estanterías de todos los que decidimos darle una oportunidad.
La principal culpable de todo esto la encontramos precisamente en la que fue su trilogía original, la protagonizada en exclusiva por Phoenix Wright, el abogado de traje azul más famoso del mundo. Tres juegos de gran calidad, donde el humor, la intriga, el drama y el suspense se daban la mano para impedirnos que soltáramos la consola hasta resolver el caso con el que estuviéramos.
Si bien su lanzamiento original tuvo lugar en Game Boy Advance, la saga no llegó a Europa hasta que se relanzó en Nintendo DS. Por desgracia, con el paso del tiempo, el interés por ella fuera de Japón disminuyó, las ventas bajaron y Capcom acabó decidiendo invertir cada vez menos en sus adaptaciones occidentales, provocando que juegos como Ace Attorney Investigations: Miles Edgeworth 2 nunca nos llegaran o que el estupendo Phoenix Wright: Ace Attorney - Dual Destinies solo se estrenara en formato digital y en inglés.

Ahora, con Ace Attorney: Phoenix Wright Trilogy ha ocurrido algo similar, ya que no tendremos la opción de comprarlo en formato físico y, por desgracia, tampoco cuenta con textos en español, cuando en Nintendo DS sí que estaban traducidos y doblados. La traducción original pertenece a Nintendo y desconocemos si Capcom ha intentado llegar a un acuerdo con ellos para implementar de nuevo nuestro idioma o directamente ni se ha molestado, pero el hecho final es que si queremos jugar esta remasterización, tendremos que hacerlo en la lengua de Shakespeare, algo que supondrá una barrera altísima para cualquiera que no domine el idioma, ya que entender todo lo que nos dicen resulta vital para su disfrute.
Pero vamos a centrarnos en lo que es el juego en sí y no en las condiciones en las cuales nos ha llegado. Tal y como su propio nombre indica, estamos ante una remasterización de la trilogía original de la saga, es decir: Phoenix Wright: Ace Attorney, Phoenix Wright: Ace Attorney Justice For All y Phoenix Wright: Ace Attorney Trials and Tribulations. Por si hay alguna duda, ya os adelantamos que son tres auténticos juegazos (aunque Justice For All bajó un poco el listón) que si no habéis tenido el placer de disfrutar todavía, no deberíais perderos, siempre y cuando no os importe leer ingentes cantidades de texto.
La jugabilidad de los tres títulos es exactamente la misma, por lo que su desarrollo se divide en dos partes bien diferenciadas. Por un lado tenemos las fases de investigación, en las cuales nos tocará ir de un lado para otro reuniendo pistas, interrogando testigos y examinando las escenas en la que se cometen los crímenes. Estos momentos no se completarán hasta que reunamos todas las pistas, por lo que no existe la posibilidad de saltarnos ninguna de ellas.

Una vez completado esto es cuando por fin entraremos en la auténtica salsa del juego: los juicios. Si por algo se ha hecho famosa la saga, es precisamente por estas fases, en las cuales tendremos que luchar para conseguir que nuestro cliente sea declarado inocente. Para ello, nos tocará responder a las preguntas del juez correctamente, interrogar testigos, presionarlos y encontrar las contradicciones de sus testimonios (aunque ojo con fallar demasiado o perderéis vuestra credibilidad y, por consecuencia, el juicio). Y claro, todo esto mientras el fiscal de turno no hace más que ponernos pegas, desmontar nuestros argumentos, tirarnos tazas de café a la cabeza, fustigarnos con un látigo, etcétera.

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