Dicen que los gráficos no son lo más importante de un juego –y es verdad–, pero no cabe duda de que son muy, muy importante, y que pueden ayudar a vender un producto. Hemos decidido hacer una selección de los juegos que, creemos, exprimen gráficamente el hardware de cada consola. Vamos a hacer una serie de aclaraciones que, seguramente, la mayoría no vais a leer antes de comentar, pero los que las leáis entenderéis un poco mejor nuestro proceso de selección.
Hemos decidido centrarnos en las consolas «principales», desde los 8 bits hacia delante, y únicamente de sobremesa. Si os gusta este especial, puede que nos animemos a revisar las portátil y consolas menos conocidas. Así, vamos a centrarnos meramente en los gráficos, no en lo técnico. Por ejemplo, Dreams es uno de los juegos más increíbles técnicamente de la generación, pero no tiene los mejores gráficos de la generación. Esta lista ha generado un enorme debate interno en Vandal, y sabemos que nos hemos dejado muchos, muchos fuera, y nosotros mismos somos incapaces de ponernos de acuerdo. Pero nuestra opinión no anula la vuestra –nunca lo hace–, así que animaos a comentar vuestros favoritos en los comentarios. Dicho esto: ¡comenzamos!
Generación de 8 bits – NES, Master System
NES
Batman: Return of the Joker: Esta aventura hacía un uso inteligentísimo del color, así como de un impresionante parallax scrolling que le daba una profundidad fantástica para la época.
Ninja Gaiden III: The Ancient Ship of Doom: Otro juego que demuestra un gran uso del parallax scrolling que conseguía ofrecer esa sensación de tener multitud de elementos en primer y en segundo plano mucho menos común en esta generación.
Kirby's Adventure: Elegimos la aventura de la bola rosa de Nintendo no sólo por la calidad de sus animaciones y su colorido, sino también por ser capaz de usar efectos tan resultones como el que veis bajo estas líneas.
Master System
Asterix and the Great Rescue: Un juego que sorprende hoy en día, con unas animaciones fantásticas, desplazamiento de pantalla horizontal y vertical y parallax scrolling, además de una gran cantidad de colores en pantalla.
Dynamite Headdy: La adaptación del juego de Mega Drive no puede compararse con el original, pero nos parece muy sorprendente la cantidad de colores, las animaciones y el tamaño de algunos sprites.
Aladdin: Un nombre que vamos a ver más veces en esta lista. Un magnífico ejemplo de la importancia del color y las animaciones, que además recurría a la técnica del desplazamiento en paralelo que hemos mencionado en repetidas ocasiones.
Generación de 16/24 bits – SNES, Mega Drive, Neo Geo
SNES
Starwing/Star Fox: Sí, sabemos que llevaba hardware adicional en el cartucho, pero esto no quita que el resultado fuese impresionante. No muy fluido, pero impresionante para una máquina de 16 bits.
Yoshi's Island: Otro juego con «truco», pero que era una auténtica pasada en lo visual. Más allá de su diseño artístico, el tamaño (y la cantidad) de los sprites o incluso cómo los escalaba, el uso de efectos de distorsión... todo ello unido a su colorido y sus fantásticas animaciones, nos dejaba uno de los títulos más redondos del sistema.
Donkey Kong Country 3: Dixie Kong's Double Trouble!: Es difícil quedarse con uno de los tres, pero quizás esta última entrega fue capaz de llevar todavía más allá la tecnología y ofrecernos lo que, en su momento, era lo más parecido a una película de animación 3D en nuestra consola.
Mega Drive
Comix Zone: Este es uno de esos títulos que, si los jugamos hoy en día, pensaríamos que podría ser un título indie actual. Además de ser un juegazo, nos ofrecía una de las experiencias audiovisuales más únicas de Mega Drive.
Aladdin: Ya decíamos que el juego de Disney volvería a aparecer. Simplemente el trabajo de animación realizado, las dimensiones de los sprites y algunas impresionantes batallas lo cuelan en nuestro top.
Virtua Racing: Sí, también recurría a chips adicionales, pero cualquiera que lo pusiese en su Mega Drive cuando se lanzó se quedaría boquiabierto con lo que veía gracias al uso de tres dimensiones reales.
Neo Geo
Nota del redactor: Neo Geo se publicitó como una consola de 24 bits. En realidad cuenta con una CPU de 16/32 bits con un con procesador de 8/16 bits, y una GPU de 24 bits. Originalmente lanzada como una recreativa, luego se lanzó como una consola de alquiler en Japón por su alto precio y, finalmente, como consola de lujo por la misma razón. Aun así, por su enfoque 2D, hemos decidido incluirla en esta generación.
Saga Metal Slug: No sabríamos quedarnos con uno, así que le ponemos la medallita a una de las sagas más impresionantes a nivel gráfico de las dos dimensiones. Poco podemos decir que no se sepa.
Garou: Mark of the Wolves: Elegir un juego de lucha 2D por sus gráficos es complicado, pero nos quedamos con este por los sprites gigantescos, las animaciones tan fluidas, los elaborados fondos y los espectaculares movimientos especiales.
Pulstar: Los shoot ‘em up pueden ser increíbles, y Pulstar es prueba de ello. Además del tamaño de los sprites y la cantidad de efectos en pantalla, era capaz de ofrecer secuencias tan «cinematográficas» como la siguiente.
Generación de 32/64 bits – Nintendo 64, Sega Saturn, PlayStation
Nintendo 64
Perfect Dark: Rare demostró de lo que era capaz Nintendo 64 con un juego al que poco más se le podía pedir. Texturas detalladas, escenarios complejos y animaciones a un nivel altísimo que evolucionaban lo visto en GoldenEye 007.
Donkey Kong 64: Conocido por venderse con el Expansion Pak, el salto a las 3D de Donkey Kong nos dejó uno de los títulos más impresionantes en lo visual del sistema, con texturas de notable resolución y una sorprendente distancia de dibujado.
Conker's Bad Fur Day: Sí, quizás los juegos de estética cartoon pueden jugar con lo artístico para disimular las carencias del sistema, pero Rare se marca un triplete en esta consola con otro juego que volvía a sobresalir en detalle, animaciones y puesta en escena.
PlayStation
Ridge Racer Type 4: Desde el video introductorio hasta que desbloqueabas el último coche secreto, el arcade de Namco te dejaba boquiabierto con sus gráficos, gracias, en gran parte, al uso de una técnica de sombreado adelantada a su tiempo.
Quake II: Adaptar un juego de PC a PlayStation era una tarea que muchas veces rozaba lo imposible, y hacerlo con esta soltura es digno de mención, con gráficos de «alta» resolución, a 30 imágenes por segundo y modo a pantalla partida para cuatro jugadores.
Vagrant Story: Los juegos de rol solían recurrir a fondos prerrenderizados (o incluso directamente a las 2D) en la época de PlayStation, pero Squaresoft se vino arriba y no sólo apostó por unos gráficos totalmente en 3D, sino que además lo hizo con una puesta en escena impresionante para la época.
Saturn
Burning Rangers: Quizás Sonic no brilló en Saturn, pero el Sonic Team nos dejó títulos como este que, al menos desde el punto de vista gráfico, demostraban lo que la consola de Sega podía hacer en tres dimensiones.
Virtual Fighter 2: El salto visual de la primera entrega en recreativas contó con un salto visual comparable en Saturn, gracias al uso de texturas para los personajes –en lugar de polígonos coloreados– y el siempre fantástico trabajo de animación de la saga.
Panzer Dragoon Saga: Y hablando de juegos de rol que iban más allá, Sega tampoco se quedó corta con este título, que destacaba, sobre todo, por sus secuencias de vídeo de corte cinematográfico realizadas con el motor del juego.
Generación de 128 bits – Dreamcast, PlayStation 2, GameCube, Xbox, Wii
Dreamcast
Test Drive: Le Mans: Mientras que hoy, en perspectiva, puede parecer bastante pocho a causa del fotorrealismo que han alcanzado los juegos de conducción, la obra de Infogrames fue una enorme sorpresa en su momento gracias al detalle de los vehículos y escenario y a lo bien que se movía en la consola de Sega.
SoulCalibur: Hace más de dos décadas, pocos juegos llegaban a consola para superar la versión original de recreativas, algo que Namco consiguió hacer con este título. El añadido de mejoras gráficas, como los fondos 3D, lo hicieron aun más impresionante.
Shenmue II: No podemos decir nada que no esté dicho ya. La secuela de una aventura rompedora en todos los sentidos, redefinía los límites técnicos de Dreamcast.
PlayStation 2
Final Fantasy XII: Square Enix cerró la generación para la saga con un título absolutamente increíble en lo audiovisual que pulía hasta límites insospechados lo que ya consiguió hacer la décima entrega principal.
God of War 2: Sony Santa Monica ya sorprendió con la primera entrega, pero su secuela llevaba todo más allá, con batallas imposibles, criaturas gigantescas y momentos con una escala brutal para el sistema.
Silent Hill 3: Aunque por su naturaleza cerrada y angosta tiene cierta ventaja en este frente, la iluminación, el detalle de las texturas o las expresiones faciales están a un nivel que muy pocos juegos pudieron alcanzar en esta generación. De hecho, pensamos que Silent Hill 4: The Room lo supera en algunas cosas pero, en general, la tercera entrega es más redonda en lo técnico.
GameCube
Star Wars: Rogue Squadron III - Rebel Strike: Aun siendo un tanto irregular, este título ambientando en el universo de La guerra de las galaxias nos dejaba algunos momentos increíbles que, por momentos, eran lo más parecido a las películas que podíamos jugar.
Starfox Adventures: No podíamos cerrar sin un título de Rare, que volvieron a hacer magia para ofrecernos algunos de los personajes mejor diseñados y animados de la consola, además de una ambientación genial.
Resident Evil 4: Además de redefinir los juegos de disparos en tercera persona, el juego de Capcom puso un listón tremendamente alto en lo gráfico, con escenarios de gran tamaño, texturas detalladas y criaturas gigantescas tanto o más memorables que las líneas de diálogo en español.
Xbox
The Chronicles of Riddick: Escape from Butcher Bay: Vin Diesel pegó fuerte también en lo gráfico con este juego de acción, una pasada en lo visual, que fue uno de los primeros en usar técnicas que hoy son habituales, como la resolución dinámica.
Ninja Gaiden: El Team Ninja nos dejó boquiabiertos con este fantástico juego de acción que no sólo se veía increíblemente bien, sino que se movía todavía mejor, con unas animaciones espectaculares y momentos increíbles.
Splinter Cell: Chaos Theory: Microsoft demostró que los 128 bits era una mera cifra para encuadrar una serie de consolas. Desde su primera entrega, la saga de sigilo de Ubisoft era tremendamente superior en Xbox, con increíbles efectos de iluminación que, muchas veces, parecían estar una generación por delante de la competencia.
Wii
Nota del redactor: Nintendo dejó de ceñirse a las generaciones de la competencia con Wii y, por potencial, creemos que encaja mejor en esta sección.
Metroid Prime 3: Corruption: Retro Studios hizo que llevemos esperando casi 15 años esa ansiada cuarta entrega con un título que era prácticamente redondo en todo, incluyendo su sensacional apartado técnico.
The Legend of Zelda: Skyward Sword: Además de bonito, Skyward Sword era un juego que sabía aprovechar el hardware de Wii para ofrecernos personajes muy detallados y con las animaciones propias de la saga, además de escenarios amplios y complejos.
Call of Duty: Modern Warfare 3: Si bien, obviamente, no se podía comparar con las versiones de la siguiente generación, el esfuerzo de Activision por llevar el espectacular shooter a la consola de Nintendo nos dejó uno de los títulos más vistosas de la plataforma.
La generación sin bits – Xbox 360, PlayStation 3, Wii U
Xbox 360
Gears of War: Judgment: La saga que nos enseñó lo que eran los gráficos de nueva generación se despidió de Xbox 360 con un título que poco tenía que envidiar a los primeros lanzamientos de Xbox One.
Grand Theft Auto V: Lo de Rockstar, como suele ser habitual, es prácticamente magia. Cuando parecía que las consolas no podían dar más de sí, la todavía última entrega de una de las mayores sagas de la industria nos demostró que todavía se podía exprimir más el hardware de la época.
Halo 4: El paso a manos de 343 Industries fue discutido por diferentes motivos, pero en lo meramente gráfico la saga dio un salto espectacular, con una entrega que a día de hoy sigue sorprendiendo en lo técnico.
PlayStation 3
Beyond: Dos almas: Independientemente de la opinión que os merezca como juego, la obra de Quantic Dream es de las más fotorrealistas en lo visual. Está claro que este formato, gracias a sus limitaciones jugables, puede centrarse más en lo gráfico, pero eso no quita mérito a lo conseguido por el estudio francés.
The Last of Us: Naughty Dog siempre lleva el hardware más allá, y la historia de Joel and Ellie no fue una excepción. Un juego que volvió a elevar el listón no sólo de lo que PlayStation 3 podía hacer, sino de lo que las consolas podían dar de sí.
God of War: Ascension: Sony Santa Monica no podía faltar en esta generación, con uno de los juegos más espectaculares del género, a una escala sin precedentes, que llevaba la mitología a los límites de PlayStation 3.
Wii U
Xenoblade Chronicles X: Probablemente, el juego más ambicioso a nivel de escala del sistema. Monolith Soft hizo un grandísimo trabajo a la hora de llevar este espectacular mundo al hardware de Nintendo.
The Legend of Zelda: Breath of the Wild: El mayor mérito de Breath of the Wild no pasa por sus gráficos pero, incluso así, Nintendo ha conseguido encajar un juego increíblemente extenso en Wii U, cuyo estilizado apartado artístico no debería distraernos de lo que hace en lo técnico.
Need for Speed: Most Wanted: Cuando una consola no vende bien, es fácil sacar una versión cutre de un juego sólo para salir de paso. Criterion (al menos, la antigua Criterion) siempre exprimía cada plataforma al máximo, y este era también el caso, con una adaptación que superaba visiblemente a sus hermanas de PS3 y Xbox 360.
La generación de los teraflops – PlayStation 4, Xbox One, Nintendo Switch
Xbox One
Red Dead Redemption 2: El último juego de Rockstar se ve genial en todas las plataformas, pero la versión de Xbox One X se merece un hueco. El simple hecho de que ofrezca 4K nativo, entre otras mejoras, ya lo convierte en la mejor versión de esta aventura en consolas.
Gears 5: Los gráficos siempre han sido una parte muy importante de la saga, y la quinta parte no podía ser una excepción. Uno de los juegos más vistosos de la plataforma, con algunos de los escenarios más extensos y detallados de la pentalogía.
Forza Horizon 4: Los juegos de carreras han alcanzado unas cotas de realismo altísimas esta generación, pero el mundo abierto y los coches de Playground Games se han convertido en una exhibición técnica de las consolas de Microsoft.
PlayStation 4:
The Last of Us: Parte II: El retorno de Ellie puede ser el techo gráfico de la generación. Desde la iluminación al tamaño y detalle de los escenarios, pasando por las animaciones o las expresiones faciales, Naughty Dog volvía a cerrar una generación por todo lo alto.
God of War: Sony Santa Monica repite, una vez más, con su saga estrella, una aventura preciosa, espectacular y fascinante en lo técnico, que consiguió hacer que nos replanteásemos lo que podía hacer una consola de 2013.
Uncharted 4: El desenlace del ladrón: Naughty Dog no decepcionó con la despedida de Drake, ofreciéndonos un juego que, en ciertas escenas, no tenía nada que envidiarle a una secuencia prerrenderizada.
Nintendo Switch
Crysis Remastered: Nintendo Switch es una consola híbrida, pero en realidad es una portátil que se puede conectar a la tele. Ver Crysis funcionando en una portátil no deja de ser impresionante, y se merece un hueco en esta lista.
Astral Chain: Platinum Games volvió a demostrar no sólo su buen hacer con la acción, sino creando un mundo fascinante que luce genial en Switch. Quizás su estilo un tanto estilizado puede despistar pero, sin duda, es un gran ejemplo en lo técnico.
Luigi's Mansion 3: Para nosotros, este es, con diferencia, el juego con mejores gráficos en la consola de Nintendo. La última experiencia fantasmagórica de Luigi parece por momentos una película de animación, sin sacrificar en exceso su resolución o su tasa de imágenes por segundo.
