No es ningún secreto que España mantiene una larga y sólida tradición cervecera. De hecho, el país se situó como el sexto mayor consumidor de cerveza del mundo en 2024, con más de 95 litros por persona, según datos de Kirin Holdings. Sin embargo, lo que para un español puede parecer de lo más cotidiano —como pedir una caña en un establecimiento de comida rápida—, para muchos extranjeros continúa siendo motivo de asombro.
No es para menos si tenemos en cuenta que cadenas como Burger King no suelen servir alcohol en países como Reino Unido, Estados Unidos o Canadá. Así lo descubrió Harry, un turista británico que, durante unas vacaciones en Benidorm, compartió en su cuenta de TikTok (@harrytokky) su perplejidad al ver que podía acompañar su hamburguesa con una cerveza fría en Burger King. “Es cierto, puedes conseguir una cerveza en Burger King”, dice, mientras muestra su vaso de cartón lleno con una pinta dorada.
Lo que más atónico le dejó es el precio
Su asombro no solo venía del hecho de poder pedirla, sino también del precio: apenas 3 euros por una medida generosa. “¿Pagaría 3,06 €? No lo sé. ¿Pagarías 3 € por una cerveza en Burger King?”, ironizaba en su vídeo viral. En España, esta práctica es perfectamente legal y, en muchos casos, parte del atractivo turístico: ofrecer una experiencia adaptada a los hábitos del país anfitrión.
En otros países las sirven sin alcohol
De hecho, muchas franquicias internacionales adaptan sus productos a los gustos y costumbres locales, y la inclusión de cerveza en el menú de Burger King en territorio español es solo una muestra más. En países del norte de Europa como Dinamarca o Suecia también han incorporado cervezas artesanales sin alcohol como parte de sus innovaciones gourmet.
Una de estas propuestas especiales es la colaboración entre Burger King y la cervecera danesa Mikkeller, que en 2020 lanzaron una línea exclusiva de cerveza sin alcohol para maridar con hamburguesas premium. Si bien esta cerveza aún no ha llegado a los menús españoles, su éxito en Escandinavia deja claro que hay un interés creciente por integrar la cultura cervecera dentro de la experiencia del fast food, pero con matices propios de cada región.
