La NASA ha lanzado un llamamiento internacional poco habitual: busca la colaboración de ciudadanos de todo el mundo para registrar y documentar un fenómeno atmosférico tan raro como hipnótico, las nubes noctilucentes. Se trata de espectaculares formaciones de color azul plateado que aparecen ocasionalmente tras la puesta de sol o antes del amanecer, y cuya frecuencia parece estar en aumento fuera de las regiones polares.
Una nubes muy raras de observar
Estas nubes se forman en la mesósfera, a unos 80 kilómetros sobre la superficie terrestre, mucho más altas que las nubes comunes. Su aparición requiere condiciones extremas: temperaturas inferiores a –120 ºC y la presencia de diminutas partículas de polvo en suspensión, sobre las que se congela el vapor de agua. El resultado son filamentos brillantes que parecen flotar en la penumbra, generando un espectáculo luminoso que deja atónitos a quienes logran observarlo.
Lo intrigante para la comunidad científica es que, aunque históricamente se limitaban a zonas cercanas a los polos, cada vez son más los avistamientos en latitudes medias, incluso en países europeos o de Norteamérica donde hasta hace poco eran inexistentes. Entre las hipótesis, los investigadores apuntan al cambio climático, que estaría alterando la circulación atmosférica y enfriando las capas superiores, y al aumento de lanzamientos espaciales, que liberan vapor de agua y residuos en la estratósfera y la mesósfera, modificando sus condiciones químicas.
Con el proyecto Space Cloud Watch, la NASA quiere recopilar imágenes de aficionados y profesionales para trazar un mapa global de este fenómeno. “Cada fotografía nos acerca a entender por qué estas nubes se están desplazando hacia latitudes más bajas y qué implicaciones tiene para la evolución de la atmósfera terrestre”, explica la agencia en su comunicado. El reto es ambicioso: transformar una experiencia estética en un valioso recurso científico.
Dónde y cuándo buscarlas
Los expertos aconsejan buscar estas nubes unos 40 minutos después del ocaso, mirando hacia el oeste, o poco antes del amanecer en dirección este. Se necesita un cielo despejado y un horizonte amplio, pero no hace falta equipo especializado: cualquier cámara digital o incluso un móvil puede captar las nubes si se ajusta la exposición. Los Royal Museums Greenwich subrayan que la clave está en la paciencia y la constancia, ya que no siempre aparecen en el mismo lugar ni con la misma intensidad.
