El Sol, fuente de vida y energía, también es un astro imprevisible y capaz de desatar caos tecnológico en cuestión de minutos. Una tormenta solar intensa podría dejarnos prácticamente sin electrónica, regresando a la humanidad a la Edad de Piedra digital. Consciente de este riesgo, la NASA ha unido fuerzas con IBM para crear un modelo capaz de simular el comportamiento del Sol… y lo han hecho con la ayuda de la inteligencia artificial.
La Tierra bajo el fuego solar: la NASA trabaja en un gemelo digital del Sol para anticiparse a los fenómenos
El resultado de esta colaboración es Surya, una IA concebida como un gemelo digital del Sol. Su misión es anticipar los arrebatos solares con una precisión inédita, muy superior a los modelos tradicionales. No se trata solo de estudiar el Sol, sino de comprenderlo a fondo para proteger la vida tecnológica en la Tierra.
Predecir el clima espacial no es tarea sencilla. Para entrenar a Surya, los ingenieros recurrieron a una fuente única: el Observatorio de Dinámica Solar (SDO) de la NASA. Durante casi una década, esta sonda ha capturado imágenes de altísima resolución cada 12 segundos, explorando diferentes longitudes de onda y midiendo el complejo campo magnético del Sol.
Toda esta información, inabarcable para un humano, es donde la IA entra en acción. Surya primero estandariza los datos para poder procesarlos de manera conjunta y uniforme, creando la base para su análisis avanzado.
Una vez organizados los datos, Surya emplea un transformador de visión a largo alcance, una arquitectura capaz de estudiar imágenes enormes y detectar patrones de actividad solar, incluso entre puntos alejados. Además, gracias a un mecanismo llamado ‘puerta espectral’, la IA filtra el ruido, optimiza la memoria y mejora la calidad de la información. Esto reduce enormemente la necesidad de intervención humana, acelerando el aprendizaje del sistema.
Los resultados iniciales han sorprendido al equipo científico. Mientras los modelos tradicionales apenas ofrecían una hora de antelación ante erupciones solares, Surya ha demostrado ser capaz de emitir alertas con hasta dos horas de margen. Además, su precisión ha aumentado un 16% respecto a los métodos actuales, gracias a la integración de datos de otras misiones, como la sonda Parker Solar o el observatorio SOHO.
Lejos de guardarlo bajo llave, IBM y la NASA han decidido poner Surya a disposición de la ciencia. La IA ya se puede usar desde plataformas como Hugging Face, GitHub o la biblioteca TerraTorch, fomentando la colaboración y el avance del conocimiento sobre nuestra estrella. Kevin Murphy, director de datos científicos de la NASA, lo resume así: "Ahora podemos analizar la complejidad del Sol con velocidad y precisión sin precedentes, lo que nos permite entender mejor cómo su actividad afecta los sistemas de los que depende nuestra vida cotidiana".
Aunque veamos al Sol como inofensivo, su carácter imprevisible obliga a la anticipación. Surya representa la esperanza de que, gracias a la inteligencia artificial, podamos aprender de los procesos que rigen la estrella y ganar tiempo para protegernos de sus violentas explosiones.















