La carrera de Arnold Schwarzenegger es una de las más exitosas y prolífica del Hollywood de los años 80 y 90. Acostumbrado al éxito, e icono del cine de acción junto a Sylvester Stallone, Schwarzenegger reconoce que ha cometido algunos errores y que tiene una espina clavada en su carrera: El guerrero rojo (Red Sonja, 1985).
Schwarzenegger recuerda cuál fue el mayor error de toda su carrera y se trata de una película de fantasía que no salió bien
Schwarzenegger no está orgulloso de todos los proyectos en los que ha participado, pero hay uno que desprecia por encima del resto por múltiples razones, y siempre que tiene oportunidad, lo critica sin piedad. En declaraciones a Far Out, dejó claro que la película quedó lejos de lo que esperaba y no tiene reparos en burlarse de ella. De hecho, el actor asegura que llegó a utilizarla como un castigo para sus hijos cuando se portaban mal.
"Es la peor película que he hecho nunca", confesó. "Cuando mis hijos se pasaban de la raya, los mandaba a sus habitaciones y les obligaba a ver El guerrero rojo diez veces. Nunca tuve demasiados problemas con ellos", indicaba. Pero más allá de las bromas y del desprecio de su protagonista, lo cierto es que El guerrero rojo fue un sonoro fracaso. Con un presupuesto de 18 millones de dólares, apenas recaudó 7 millones en Estados Unidos, convirtiéndose en la primera gran mancha en la carrera de Schwarzenegger. La cinta intentó repetir la fórmula de Conan, el bárbaro (1982) y Conan, el destructor (1984), pero el resultado estuvo muy lejos del éxito de ambas.
Nada salió bien en aquella película. Basada en el personaje de cómic Red Sonja, creado por Roy Thomas y Barry Windsor-Smith para Marvel Comics, y aunque tenía vínculos ocn los relatos de Robert E. Howard, su versión cinematográfica se desvinculaba del universo de Conan el Bárbaro por tema de derechos, y pese a contar con Brigitte Nielsen en el papel de Sonja, una guerrera vengativa que busca justicia tras la masacre de su familia a manos de la tiránica reina Gedren (Sandahl Bergman), todo destilaba una sensación de dejadez gigantesca.
Aquel tropiezo marcó el final de Schwarzenegger en el cine de espada y brujería. Durante años ha mostrado interés en volver al papel de Conan, pero los intentos de revivir la saga nunca han llegado a buen puerto. Ni siquiera el fallido reboot de Conan el Bárbaro (2011), con Jason Momoa, ayudó a reavivar el interés de los estudios.
