La Generación Z, aquella que tiene numerosos problemas en el entorno laboral y que no sabe cómo lidiar con la presión social, es una de las más afectadas por las canas. Sí, como estáis leyendo. Los temidos pelos blancos, cabellos que pierden su color original debido a una disminución de la pigmentación, y que suelen salir con el envejecimiento y el natural avance de la edad, son cada vez más comunes en las personas más jóvenes, lo que ha llamado la atención de la comunidad científica. ¿Qué explicación científica se esconde tras ello?
La ciencia confirma que las canas en Millennials y Generación Z no son una sorpresa
Un estudio crucial sobre este fenómeno fue realizado por científicos del University College de Londres y publicados en Nature, ha revelado que el gen IRF4 es un factor clave en la producción y almacenamiento de melanina, el pigmento responsable del color del cabello. Para llevar a cabo esta investigación, los científicos analizaron muestras de ADN de más de 6000 personas provenientes de diferentes países y regiones, en la búsqueda de un muestreo lo suficientemente amplio para conseguir los mejores resultados. Y el hallazgo resultante ha sido fundamental para entender el proceso biológico que subyace al encanecimiento del cabello y cómo los factores genéticos pueden influir en su aparición.

Los científicos han descubierto que la aparición temprana de canas no solo se debe a la genética. La dermatóloga Viktoryia Kazlosukaya, entrevistada por Newsweek, apuntó que la falta de nutrientes esenciales podría ser una causa subyacente. En su experiencia clínica, observó que los pacientes con deficiencia de hierro suelen desarrollar canas a una edad más temprana. “Con frecuencia, notamos que la suplementación con hierro puede restaurar el color del cabello”, señaló la experta. Además, Kazlosukaya mencionó el impacto del estrés crónico, un factor psicológico que podría acelerar la aparición de canas debido a su influencia en la salud capilar.
Pero el déficit de hierro no es el único factor a tener en cuenta. La especialista enfatizó la importancia de otros minerales como el cobre y el zinc en la producción de melanina, ya que juegan un papel crucial en la actividad de la tirosina, un aminoácido precursor de este pigmento. La relación entre estos nutrientes y la salud capilar ha sido ampliamente estudiada, y es en este contexto donde un segundo estudio realizado por la National Library of Medicine de Estados Unidos agrega más información relevante sobre el tema.

Este estudio se centró en menores de 20 años que experimentaban encanecimiento prematuro. Los resultados revelaron que aquellos con canas tempranas mostraban niveles bajos de hierro en su organismo. Lo más interesante del estudio es que también se encontraron concentraciones reducidas de cobre y zinc en estos pacientes. Los investigadores sugirieron que estos déficits podrían estar relacionados con la aparición temprana de las canas, lo que abre nuevas líneas de investigación sobre cómo las deficiencias alimentarias pueden afectar no solo a la salud general, sino también a la pigmentación capilar. El encanecimiento prematuro, por tanto, parece ser un fenómeno multifactorial, influenciado tanto por la genética como por factores externos como la nutrición y el estrés.
La ciencia ha logrado arrojar luz sobre este proceso biológico, pero los estudios siguen evolucionando para entender mejor cómo intervienen las deficiencias de nutrientes en la salud capilar. Para quienes experimentan este fenómeno, los especialistas sugieren que una dieta equilibrada, rica en minerales como el hierro, el cobre y el zinc, puede ser un paso importante para prevenir o incluso revertir la aparición prematura de canas.