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En este contexto, las entrevistas de trabajo han dejado de ser simples filtros de selección para convertirse en auténticas pruebas de flexibilidad generacional.
Su desafío ahora, apuntan los expertos, será mantener ese espíritu crítico en un ecosistema cada vez más saturado de contenidos rápidos, virales y no siempre bien fundamentados.
Los jóvenes trabajadores están redefiniendo las prioridades laborales, enfocándose en entornos que promuevan su bienestar integral, incluso si eso implica sacrificar parte de su salario.
Más del 80 % de la Generación Z ve series y películas mientras trabaja, pero eso no es problema para la productividad: según expertos es algo positivo.
En un mundo que a veces se esconde tras emojis y “likes”, recuperar el valor de las palabras puede ser un acto revolucionario. Porque, como recuerdan los especialistas, el amor no siempre necesita ser dicho... pero tampoco debería ser temido.
Este resurgimiento demuestra que la Generación Z no solo busca empleos con buenos sueldos —muchos contables noveles alcanzan salarios de miles de euros anuales tras su formación—, sino también profesiones con propósito.
Si el mercado no se transforma, lo hará la juventud; y cuando estos jóvenes accedan a puestos de liderazgo, cabe esperar un cambio radical en la cultura corporativa que, hoy por hoy, sigue sin entenderlos.
La Generación Z admira a Elizabeth Beggs y la CEO está cambiando el mundo laboral gracias a su enfoque: no acepta la pérdida de días libres y respeta las vacaciones.
Una posible versión en imagen real abre puertas, pero también genera dudas. La reciente experiencia de Netflix con 'Destino: La saga Winx', acabó siendo muy criticada.
La Generación Z se niega a llamar "jefes" a sus responsables y la jerarquía de las empresas se tambalea: no lo hacen como falta de respeto, sino por otro motivo.
El sesgo de negatividad, una conocida predisposición psicológica que hace que los mensajes con tono crítico o agresivo generen más interacción, es una herramienta clave.
La Generación Z lo tiene muy mala para encontrar trabajo y la culpa es de las etiquetas: hasta el 40 % de los jefes rechaza a los nacidos entre 1996 y 2010.
En el terreno laboral, la brecha se amplía aún más. Por ejemplo, los boomers crecieron bajo la promesa de que el trabajo duro garantizaba estabilidad y ascenso.
Más del 90% de los jóvenes la Generación Z asegura hacer, o haber hecho, ghosting laboral. Las empresas se enfrentan a un problema y no saben cómo arreglarlo.
El teletrabajo ya no es lo que era y ahora está provocando abandonos en empresas: es el modelo más buscado, pero también el que más puede perjudicar a carreras de larga trayectoria.
La Generación Z está dividida ideológicamente y muchos hombres jóvenes rechazan el feminismo, considerándolo una política que perjudica a su sexo. La brecha es cada vez mayor según los datos.
La Generación Z no está llevando demasiado bien la vuelta a la oficina tras el fin del teletrabajo en muchas empresas: están ejercido el 'task masking' y eso es un problema.
A diferencia de un mensaje, una llamada telefónica exige atención en el momento y para las generaciones multitarea, esto se vive como una interrupción poco eficiente.
La sobrecualificación de los trabajadores en España es la más alta de toda Europa. La Generación Z y Millennial se arrepienten de haberse preparado tanto estudiando.
Cada vez más lectores jóvenes se suman a la lectura. El último estudio del Gremio de Editores demuestra que casi dos tercios de los españoles leen en su tiempo libre.
La Generación Z, que parece no tener especial interés en crecer dentro del sector laboral, asegura que necesita el doble de dinero que otras generaciones para poder vivir.
Esta 'renuncia silenciosa' de una trabajadora de la Generación Z ha sacudido el sector laboral y los CEO prometen cambios para atraer a nuevos empleados jóvenes.
De acuerdo con una reciente investigación de la Universidad de Stavanger, alrededor del 40 % de los jóvenes de la generación Z ya no dominan la escritura a mano, algo totalmente insólito.
Con un 73% de empresas decididas a adoptar la jornada de cuatro días y un 7% todavía evaluando su implementación, el panorama laboral parece estar cambiando.
Los jóvenes chinos alzan la voz contra el agotamiento laboral: largas jornadas sin esperanza de progreso están dinamitando de forma silenciosa la economía del país.
La Generación Z desafía una de las virtudes del ser humano como civilización y eso se traduce en el deterioro de la comunicación hasta niveles insospechados.
Rosalía y otras famosas e influencers se han apuntado a la fiebre por los Sonny Angel, unos muñecos que están arrasando en TikTok y causan sensación en las calles españolas.
La Real Academia Española (RAE) ha redefinido la onomatopeya de la risa en España y, desde ahora, será más que un simple “jajaja” por varias cuestiones. El cambio es sorprendente.
La generación de nacidos a mediados de los 90 y los primeros años 2000 buscan títulos más sociales y creativos que otros jugadores más veteranos. Os contamos algunos ejemplos de éxito.
Según este estudio, los jugadores de la gen Z (de 13 a 22 años) prefieren jugar en consola, gastan menos en micropagos y dedican menos horas que los millennials, aunque sus sesiones son más largas.
Tras el éxito del teletrabajo, el auge de las nuevas tecnologías, que apuntan a destruir más puestos de empleo de los que crean, supone el regreso a empleos en los que el factor humano es indispensable
Los nacidos a mediados de los 90 y los primeros años 2000 tienen unos gustos y hábitos que difieren a los de anteriores generaciones. Analizamos qué caracteriza a los jugadores de la Generación Z.
Tras un estudio realizado a un grupo de jóvenes de la generación Z, entre 18 y 24 años, Google arroja datos clave sobre los comportamientos de los jóvenes en internet y el uso de la IA.