Warner Bros. Discovery está estudiando ofertas de compra y eso puede poner en peligro el futuro de DC. Aunque inicialmente la compañía liderada por David Zaslav no estaba en venta, tras recibir una oferta de Paramount la directiva abrió la puerta a poder ser adquirida por otras empresas, siempre y cuando la suma de dinero sea lo suficientemente atractiva. Pese a que de momento todo sigue como siempre en Hollywood, si Warner pasa a otras manos eso puede traer malas noticias para el proyecto de James Gunn.
James Gunn y el futuro de DC están en peligro oficialmente: Warner puede zanjar su deuda de 40.000 millones y perder a Superman
La primera oferta de Paramount Skydance rondó los 20 dólares por acción y para los directivos de Warner fue totalmente insuficiente. El valor por acción de la compañía actualmente oscila los 17 dólares, y se calcula que la casa de DC tiene un precio actual de unos 42.000 millones de dólares -teniendo en cuenta su deuda-, por lo que debe haber alguna oferta que supere esa cifra para echarle el guante a los dominios de Zaslav.
Warner quiere "desbloquear el valor total de sus activos" en un momento en el que intenta equilibrar el músculo creativo con una situación financiera aún frágil. Desde su fusión en 2022, el conglomerado arrastra más de 40.000 millones de dólares en deuda, lo que ha derivado en cancelaciones, despidos y una política de austeridad que ha dejado huella en toda su estructura.
Todo esto, de uno modo u otro, puede acabar muy mal para DC, que se encuentra en los inicios de su nuevo universo con una hoja de ruta establecida para los próximos 10 años. Aunque James Gunn y Peter Safran sean los responsables del estudio, David Zaslav está por encima de ellos, y si Warner llega a adquirirse eso significa que los compradores -dependiendo del acuerdo- pueden llegar a cambiar a los directivos y modificar DC a su antojo, puesto que les pertenece.
La decisión de poner la compañía en venta llega, según fuentes internas, tras recibir "interés no solicitado de múltiples partes". Entre ellas destacan Netflix, Paramount Global y Comcast, tres gigantes con estrategias muy distintas. Veremos si Warner acaba en otras manos y, si lo hace, cómo afecta a los diferentes componentes de la compañía.















