Gladiator II se estrenó pasado 15 de noviembre con gran éxito. El filme nos ha hecho volver al Imperio Romano capitaneado por Ridley Scott, y muchas miradas se han fijado en el clásico moderno que redefinió el género de cine épico en el año 2000. Con Russell Crowe en el papel de Máximo Décimo Meridio, la cinta no solo arrasó en taquilla con más de 500 millones de dólares recaudados, sino que se convirtió en un fenómeno cultural, ganando cinco premios Oscar, incluido el de Mejor Película. Lo curioso es que, en una de sus más épicas escenas y momentos, concretamente en el desenlace de la historia, íbamos a tener una versión diferente. Y fue Crowe el que lo cambió todo para mejor.
"¿Máximo terminando con una pizzería en el Coliseo?": Russell Crowe explica el absurdo final original de 'Gladiator'
Desde su concepción, el guion de Gladiator fue un trabajo en constante evolución, con modificaciones que se fueron incorporando durante el rodaje. Crowe no ha ocultado nunca su frustración con este método de trabajo, describiéndolo como "la forma más tonta de hacer una película". Una de las cuestiones más debatidas fue el destino de su personaje. En la versión original, Máximo sobrevivía tras su victoria sobre Cómodo, lo que habría permitido su regreso en una secuela sin mayores complicaciones. Pero el actor estaba convencido de que esa conclusión no tenía sentido dentro de la historia.

Crowe explicó su postura en una entrevista con Empire, recordando una conversación con Ridley Scott en pleno rodaje sobre qué hacer con el destino de Máximo. "Ridley se me acercó en el plató y me dijo: 'Mira, tal y como se está desarrollando esto, no sé cómo puedes sobrevivir. Este personaje se centra en un acto de pura venganza por su mujer y su hijo y, una vez que lo ha conseguido, ¿qué hace?'. Y mi respuesta de broma solía ser: 'Sí, ¿qué hace Máximo, acaba regentando una puta pizzería junto al Coliseo?'. Tiene un único propósito, que es encontrarse con su mujer en la otra vida y disculparse por no haber estado allí para ella. Y eso es todo", concluía.
Ese razonamiento terminó imponiéndose en el montaje final, dando lugar a una de las escenas más memorables de la película. Pero no fue el único cambio y ajuste que sufrió la producción. Originalmente, el personaje de Graco, interpretado por Derek Jacobi, moría antes en la historia, pero la repentina muerte del actor Oliver Reed obligó a reescribir algunas partes del guion, trasladando parte de su rol al senador. Otro detalle poco conocido sobre la escena final es que la emotiva despedida de Máximo a través de Juba, el personaje de Djimon Hounsou, no estaba planificada. El actor reveló en GQ que aquella secuencia surgió de forma improvisada, cuando el equipo aún debatía cómo cerrar la historia tras la muerte de Reed.
Más de dos décadas después, Ridley Scott sigue defendiendo que la historia de Gladiator tiene más capas de lo que muchos espectadores creen: como los grandes clásicos del cine. Pese a los contratiempos y cambios de última hora, Gladiator logró consolidarse como una de las películas más influyentes de la historia reciente del cine. Su legado ha sido tal que, 25 años después, Ridley Scott ha decidido regresar a este universo con Gladiator 2. Aunque esta vez sin Máximo, su espíritu sigue siendo la pieza clave que sostiene toda la historia. Veremos si la recordamos igual de bien dentro de unos años.